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POV's Narrador

El sonido de sus labios uniéndose y separándose una y otra vez resonaba por el lugar, las piernas del menor estaban enredadas en la cintura del mayor, quien había apoyado el cuerpo de Yang contra la pared.

-Hyung... N-No podemos hacerlo... En una habitación que no es nuestra- Susurró Jeongin enredando sus dedos en el cabello del mayor

-Me importa una mierda, si no les gusta... Que no se molesten en invitarme de nuevo- Respondió antes de tirar a Yang a la cama, sacó su camisa dejando ver su abdomen y se colocó sobre el menor -Sé que soy sexy- Rió antes de volver a unir sus labios con los de Yang quien soltó un quejido

-Eres malo... Hyung- Susurró Jeongin antes de comenzar a sacar la ropa sobrante de ambos.

Las manos de Bang recorrían todo el cuerpo del menor, quien solo podía soltar suspiros de placer.
Bang preparó un poco al menor y se adentró segundos después en él, sus manos tomaron las muñecas de Yang y unió sus labios en un desesperado beso una vez más.

Las piernas de Yang estaban enredadas en la cintura del mayor, quien se movía con algo de fuerza dentro suyo. Yang soltó un grito, volviendo loco a Bang, quien salió del menor y lo volteó, poniéndolo en cuatro

-Quiero escucharte gritar mi nombre- Susurró cerca del oído de Yang antes de darle una fuerte nalgada que resonó en toda la habitación sacándole un gemido de dolor al pequeño. Se adentró en Yang y comenzó a moverse dentro del menor una vez más.

-¡C-Chan!... Más- Rogó Jeongin mientras sus manos apretaban las sábanas, sus ojos se cerraron debido al placer que sentía en aquel momento y, inconscientemente comenzó a mover sus caderas junto al mayor.

-Oh pequeño... Me estás volviendo loco- Bang miró a su pequeño antes de volver a darle otra nalgada, escuchándose un grito de parte del contrario, tomó sus caderas y comenzó a darle fuertes embestidas a Yang.

Juego de palmas

Pensaría cualquiera de no ser por los ruidosos gritos y roncos gemidos de la pareja.
Así, era como ambos se perdonaban. Sus pieles se rozaban y el sudor no tardó en apoderarse de ambos cuerpos, cubriéndolos en una fina capa. Los jadeos, gemidos y gritos resonaban en la habitación siendo música para los oídos de ambos.

El pequeño cuerpo de Yang comenzó a convulsionar, avisando a Bang que su pequeño estaba a punto de correrse. Sus movimientos comenzaron a volverse más rápidos y fuertes, los gemidos se habían convertido en gritos y Bang no tardó en sentir espasmos recorrer su cuerpo.

Ambos se correrían pronto.

Un alto y ronco gemido salió de la garganta del mayor segundos antes de que su menor y él se corriensen.
Ambos, rendidos cayeron a la cama y se miraron con una sonrisa.

Comenzaron a darse suaves y cortos besos, finalizando con uno lento y apasionante antes de ambos levantarse y vestirse, yendo hacia la salida del lugar.

-¿Disfrutaron?- Seo se apareció a un lado con una sonrisa ladina -Bien hecho Chan, hasta aquí escuchamos- Palmeó la espalda del mayor antes de que este lo mirara serio.

-No te importa- Gruñó y caminó con Yang hasta la salida de la mansión, para después abrirle la puerta del copiloto al contrario -Entra cariño, es tarde y supongo que no faltarás mañana a clases- Bang sonrió y cuando el menor estuvo adentro, cerró la puerta, dirgiéndose esta vez a la puerta del piloto, subió al auto y miró al pequeño a su lado -Vamos a mi casa

-Pero... Chan, no quiero molestar- Susurró Jeongin mirando por la ventana

-No eres molestia, ahora sostente- Añadió antes de encender el auto y acelerar.

Yang sintió el viento chocar contra su rostro, iban a una velocidad muy exagerada y temía que algún oficial de policía los topara, pero por dentro amaba aquello, las altas velocidades eran una de sus cosas favoritas, sentir el viento chocar contra su rostro y la adrenalina que esta producía

Pasaron un par de minutos y la mansión del mayor se dejó ver, Jeongin sonrió, Bang presionó un botón y se adentró al estacionamiento, Yang no pudo quedar más embobado de ver todos aquellos hermosos y lujosos autos.

-¿Seguro que no eres el mejor multimillonario de Corea? O ¿Del mundo?- Preguntó antes de escuchar al mayor reír

-No cariño, no soy el mejor... Pero pronto lo seré, lo sé- Habló Bang antes de bajar del auto y cerrar la puerta, fue hasta la puerta de Yang y la abrió, cuando el menor bajó, cerró la misma y lo tomó por la cintura antes de unir sus labios con los del contrario en un lento beso. Al separarse miró al menor a los ojos y sonrió divertido 

-No me mires de esa forma hyung...- Susurró avergonzado, se soltó de los brazos del mayor y comenzó a caminar, admirando cada centímetro de aquel lugar -Dios mío... Esto es hermoso- Sonrió un vez más antes de comenzar a correr por todo el estacionamiento como un niño, mirando cada uno de aquellos autos, hasta quedarse mirando uno en particular -Hyung... ¿Por que no me dijiste que tenías un Renault TREZOR?- Preguntó mirando aquel auto del que se había enamorado  perdidamente 

-¿Tenía que decirlo?- Rió y se acercó a Yang, dejó un beso en sus labios y tomó su mano, los adentró a ambos en su mansión y caminó con el menor hasta  su habitación -Sigo esperando una respuesta- Susurró cerca del oído de Yang, notando como la piel del menor se erizaba

-No viviré contigo... Al menos... No ahora- Rió

-Por favor In... Te lo ruego con todo mi corazón- Suplicó antes de que Yang se volteara a mirarlo 

-Mm~... Lo pensaré- Acarició la mejilla del mayor y fue hasta la cama, se sentó en el borde de esta y miró al mayor

-Te daré algo- Susurró antes de ir a una puerta, dejando ver todo tipo de cosas en aquel lugar, Yang se puso de pie casi de inmediato y fue con el mayor -Lo siento, guardo mucha basura aquí

-¡¿Basura?! Bang Chan, ¡Esto vale oro!

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora