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POV's Narrador

Hwang se puso de pie, miró a Kim quien se encontraba descansando en su cama.
Aquella noche habían decidido hablar, hablar sobre que pasaría en un futuro y el tan delicado tema de "Tener hijos".

Claro que no lo pasó bien al recordar la reciente pérdida que habían sufrido ambos, solamente deseaba superar aquello, aunque, eso sería una marca que quedaría en su corazón toda la vida.

-Hyunjin...- La ronca voz de Seungmin le hizo voltearse, sonrió y se sentó a su lado, acariciando con cuidado sus castaños cabellos.

-Buenos días ¿Cómo amaneciste?- Kim sonrió, tomó la mano del más alto y suspiró.

-Pensé toda la noche sobre eso... Hyunjin, intentémoslo una vez más- El de labios carnosos sonrió una vez más y no dudó en asentir.

-Cuantas veces quieras cariño- Respondió dejando un suave beso en la frente del menor. -¿Quieres ir a desayunar?

-No tengo hambre, pero gracias

-Entonces... ¿Qué te parece ir a visitar a Jeongin?- Propuso el más alto.

-Oh... Está bien, creo que él tenía algo que decirme- El más joven se puso de pie y caminó hasta el baño, Hwang caminó tras de él y le tomó por la cintura, dejando un suave beso en el cuello del menor.

-¿Nos duchamos juntos?- Una risa salió de los labios de Kim.

-Sabes que eso no termina bien

-No somos Jeongin y Chan, yo si sé contenerme- Ambos se miraron, el menor simplemente asintió y comenzó a quitarse sus prendas de ropa, dejándolas finalmente en el canasto de ropa sucia.

-Bien, más te vale no hacer...- Las palabras del más joven fueron cortadas por los labios del mayor.

Ambos se fundieron en un apasionante beso y los brazos de Kim se enrollaron alrededor del cuello del más alto, quien le alzó, enrollando sus piernas en su cintura.

-Hyunjin...

-Si no quieres dilo- Kim lo pensó unos segundos antes de negar y volver a unir sus labios con los del mayor.

El menor amaba la comprensión de Hwang, desde que empezaron su relación, notaba como él se esforzaba en hacerle sentir bien, cómodo.
Un quejido escapó de los labios de Kim al sentir los dientes del más alto morder su cuello, sus manos fueron a la ropa del mayor, comenzando a quitarla.

-Seungmin... ¿Estás seguro?- Preguntó el mayor separándose de los labios contrarios.

Kim estaba totalmente decidido, lo deseaba, asintió, a pesar de que el dolor de aquella pérdida había sido terrible para ambos, quería una nueva oportunidad, quería crear una familia, ya fuese pequeña o grande con el amor de su vida, con Hwang Hyunjin.

Terminó siendo volteado por el mayor, su pecho se apoyó en el lavamanos y su trasero quedó en el aire, las manos de Hwang tomaron sus caderas, y pronto un jadeo salió de sus labios al sentir como la extensión del mayor comenzaba a rozarse contra él.

-¿No estás incómodo?- Preguntó el más alto mientras mordía su labio para contenerse.

-Estoy... Estoy bien Hyunjin- Respondió Kim. La mano del mayor se estiró, abrió un cajón y de él sacó una botella de lubricante, Seungmin le miró curioso, no recordaba que el contrario hubiese comprado eso.

-Siempre estoy preparado- Habló el mayor, respondiendo las dudas del más joven. -Abre las piernas

Seungmin obedeció, mordió su labio sintiendo el calor apoderarse de su cuerpo, y al mismo tiempo como corrientes le recorrían por completo. Su espalda se arqueó un poco al sentir dos de los largos dedos de Hwang adentrarse en él, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que ambos habían decidido tener aquel tipo de relaciones.

Los ojos de Kim se cerraron con fuerza, su piel se erizaba gracias a cada acción por parte del mayor y un quejido escapó de sus labios al sentir un tercer dedo adentrarse en su interior, una de sus manos fue hasta la mano de Hwang que se encontraba tomando sus caderas e inevitablemente sus uñas se clavaron en su piel.

-¿Duele?- Los movimientos del mayor se detuvieron, Kim negó y su boca se abrió en el intento de decir algo

-Sigue... No te detengas- Hyunjin asintió, y una vez más sus movimientos se hicieron presentes.

-No te corras- Ordenó el mayor, inclinó su cuerpo hacia delante y comenzó a repartir húmedos besos en la espalda de Seungmin.

Los tres dedos de Hwang salieron del interior del más joven, levantó su mirada y sonrió, admirando el rostro del menor desde el espejo frente a ambos.

-Quiero que mires cariño- La mano del más alto tomó la mandíbula de Kim y elevó su rostro, el menor miró el reflejo del mayor desde el espejo y asintió. -Muy bien... ¿Listo?

-S-Sí

Las manos de Hwang se posaron en las caderas el menor y unos segundos más tarde terminó por enterrarse hasta lo más profundo del contrario. Fue un grito lo que escapó de la boca de Kim al sentir toda la extensión del mayor adentrarse en él, sus manos se convirtieron en un par de puños, bajó la mirada, pero su rostro fue elevado una vez más por las manos del mayor y finalmente, un golpe en secó se escuchó en el lugar, sus glúteos comenzaban a picar y al intentar llevar una de sus manos a la zona afectada fue detenido por Hwang.

-No seas desobediente- La firme y ronca voz del mayor provocó que un escalofrío recorriera la espalda del menor, su vista volvió al reflejo de ambos en aquel espejo, su labio inferior comenzó a temblar y pronto los gemidos comenzaron a salir incontroladamente de su boca tras ser embestido una y otra vez por el mayor.

La mano del mayor fue hasta su miembro, comenzó a masturbarle al ritmo de sus embestidas, el sudor se había apoderado totalmente de ambos cuerpos, y Kim llegó a su primer orgasmo. Hwang no detuvo sus movimientos, al contrario, siguió embistiendo al menor, esta vez con más fuerza. El cuerpo del menor comenzó a convulsionar, sus ojos se cerraron con fuerza y sus dientes mordieron su labio inferior, rompiéndolo y sacando sangre del mismo.

Un grito salió de su garganta una vez más, gritó el nombre de su pareja, tan fuerte que quizá fuera de la casa se hubiese escuchado. Sintió como el contrario elevaba su cuerpo, su espalda chocó contra el firme pecho de Hwang y apenas pudo sostenerse del lavamanos, las embestidas del mayor comenzaron a tornarse agresivas, la cabeza de Kim quedó sobre el hombro del contrario quien disfrutaba de los gemidos que salían de los labios de su amado.

Pronto, los gemidos de Kim fueron acompañados por los de Hwang, quien estaba cerca de llegar al tan esperado orgasmo, sus uñas se clavaron en las caderas del menor, Kim llevó sus manos hasta la nuca del contrario y tomó de sus cabellos, su espalda se arqueó y no pasó mucho antes de que ambos terminaran por correrse.

Hwang tomó el cuerpo del menor evitando que cayese al suelo, posó sus labios sobre su delicada piel y sonrió. Cargó el cuerpo del más joven y lo guió hasta la ducha, ahora sí se ducharían, sin nada que lo evitase.

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora