73

766 106 3
                                    

POV's Narrador

Los brazos de Bang rodearon el pequeño cuerpo de Yang quién estaba totalmente sorprendido por todo lo que veía.
El gimnasio estaba decorado con unas enormes letras que formaban un "Te Amo". Una inevitable risa escapó de sus labios, jamás pensó que su pareja fuese a ser tan cursi, pero le encantaban aquellos detalles de su parte.

Su mano fue al pecho del mayor y sonrió antes de tomarlo por el cuello de su camisa y atraerlo hacia él, uniendo sus labios en un lento y apasionante beso.

-Gracias... Enserio, ¡Te amo!- Yang miró al mayor antes de que sus ojos comenzaran a humedecerse, y a los segundos las lágrimas escaparan de sus ojos 

-In, mi amor ¿Por que lloras?- Preguntó el mayor preocupado

-N-No es nada, s-solo me emocioné mucho, gracias Chan- Susurró Yang limpiando sus lágrimas

Lee le miró con tristeza, estando consciente de la realidad detrás de esas palabras. Sus labios se apretaron mientras sus manos se convertían en un par de puños, recordando lo que el menor le había dicho. 

15 minutos antes

Félix abrazó a Yang con cuidado mientras dejaba un suave beso en su frente, el menor estaba totalmente destrozado, sentado en posición fetal mientras se maldecía en susurros. 

-In, no sigas, no es tu culpa, tú no querías esto- Habló el australiano mientras acariciaba la cabeza del más joven -Van a salir de esta juntos, ¿Si?

-Félix hyung... ¡Él ya no me va a querer!- Gritó Yang, Lee le abrazó más fuerte

-No digas tonterías, él te ama y siempre lo hará... Chan está loco por ti, jamás te alejaría de su lado- Susurró Félix tomando la delicada mano de Yang quien le miró con sus ojos inundados de lágrimas

(...)

Lee levantó su mirada, una sonrisa se posó en su rostro al ver las caricias que Bang le daba a Jeongin, quien gustoso las aceptaba. Miró a Seungmin, quien le miraba confundido, el menor de los australianos negó haciendo una seña que el contrario entendió al instante. 

-Jeongin... Escápate conmigo- Dijo el mayor, ganando una risa por parte de Yang

-Ya te había dicho antes que no lo haré, pero... debo de ir a casa y descansar- Susurró Yang apretando sus labios

-¿Por qué? ¿Sucedió algo de lo que no me enteré?

-¡No!... Quiero decir, no ha sucedido nada, solo comí algo malo, la enfermera me dijo que tomara unas pastillas y después fuera a casa a descansar- Mintió el más joven

-Ya veo... Bien, entonces vamos a casa, ya no quiero estar más aquí y tu debes de descansar- Jeongin asintió, Lee le pasó su mochila la cual tuvo todo el tiempo. 

Yang agradeció al mayor de sus mejores amigos, quien solo le abrazó con fuerza dejando un beso en su mejilla antes de verle irse. Jeongin caminó de la mano con Bang hasta el auto del último, quien le abrió la puerta para que subiese y después la cerro, para, finalmente, subir él al auto y encender el mismo, comenzando a conducir hacia su mansión con rapidez, típico de él.

-C-Chan... ¿Puedes conducir un poco... menos rápido?- Pidió el menor algo apenado y nervioso

-Bien, pero... ¿Por qué? Siempre pides que acelere- Comentó Bang mientras estiraba su brazo a tomar una paleta, miró a Yang quién parecía incómodo, suspiró y negó -Está bien, no tienes que decirme

-N-No es eso... Es solo que... Me duele el estómago- Mintió una vez más el menor llevando sus manos a su vientre

Los minutos comenzaron a pasar como horas, el silencio era algo incómodo para Yang, quien miraba por la ventana, hundido en su mundo.

Pensaba en como le diría aquello al mayor, necesitaba una manera de hacerlo. Sus párpados se sentían pesados, estaba realmente cansado, necesitaba dormir unas cuantas horas para recuperar sus energías.

Inevitablemente terminó quedando dormido, sus ojos se habían cerrado de golpe, su respiración se volvió tranquila, llena de paz, aunque su rostro mostraba preocupación. Bang volteó a verle, una sonrisa se posó en su rostro viendo al menor dormido.

Bang comenzó a conducir con un poco más de rapidez para llegar pronto a su mansión, quería pasar un rato con Jeongin, cuidarlo, ya que este estaba mal y necesitaba descanso.

-Ay Jeongin... ¿Tan sencible es tu estómago? Bueno... Eres un glotón, por eso siempre estás mal- Rió el mayor hablando con el menor, aunque estuviese dormido. -De ahora en adelante deberás de comer poco

Finalmente, después de un tiempo, ambos llegaron a su destino, la mansión de Bang. El australiano bajó del auto, se dirigió hasta la puerta del copiloto y abrió la misma antes de tomar a Yang en brazos, cerró la puerta y entró a la mansión, dirigiéndose hacia su habitación.

-Chan~...- El mayor miró al coreano quien parecía tener una pesadilla, frunció su ceño y dejó un casto beso en su mejilla

-Aquí estoy, pequeño- Susurró el mayor antes de llegar a su habitación, en donde dejó a Yang en su cama.

Chan fue hacia su closet y comenzó a buscar por todos lados ropa cómoda. A veces el menor dejaba una que otra prenda de ropa allí, además de que casi no pasaba tiempo en su casa, sino en la del mayor.
Al encontrar Bang un pantalón cómodo rosa, solo tomó una de sus camisas blancas y fue hacia el menor, quien dormía con tranquilidad, quitó sus prendas de ropa y las reemplazó por las que había encontrado.

Acomodó a Jeongin en su gigantesca cama, le cubrió con sus calientes sábanas antes de acostarse al lado del menor y dejar un beso en su frente. Le miró por unos segundos antes de rodear al menor con sus brazos y cerrar sus ojos, una pequeña sonrisa se posó en su rostro antes de sentir como el sueño le comenzaba a invadir.
No quería dormirse, pero igual que el contrario, se encontraba agotado física como mentalmente.
Por su mente, antes de quedar totalmente dormido, solo pasó una cosa, y esa cosa fue Yang Jeongin.

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora