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POV's Narrador

[+18🚫]

Los ojos de Yang se voltearon quedando totalmente blancos antes de soltar un alto grito.

Estaba totalmente avergonzado pero no se arrepentía de nada ¿Hacerlo en el auto? Era una de las mejores cosas que jamás había hecho.
Sus uñas se clavaban en los hombros de Bang quien solo soltaba gemidos y gruñidos al sentir como la entrada del contrario apretaba su miembro.

Jeongin miró al mayor sintiendo una gota de sudor resbalar por su pecho, mordió su labio antes de besar al mayor con desespero en busca de más.
Las manos del australiano apretaban los glúteos de Yang, quien movía sus caderas a todas direcciones con tal de sentir el gran pene de Bang dentro suyo.

-J-Jeongin... Cariño, tranquilo...- El mayor rió al sentir la desesperación del menor por sentirle

-¡Chan! Por favor... Muévete- Rogaba el coreano en un intento desesperado por que el mayor comenzara a moverse con más rapidez y fuerza.

-Si tu lo dices, pequeño bebé- Susurró contra los labios contrarios y, levantando las caderas de Yang, comenzó a moverse con fuerza, provocando un ruidoso sonido a causa del choque de sus pieles.
Los gritos de Yang no se hicieron esperar, su espalda se arqueo y comenzó a moverse para sentir aún más a su mayor.

Bang se hundió hasta lo más profundo de su ser. Jeongin solo sintió como la punta del miembro contrario golpeaba su punto dulce, haciéndole temblar. El australiano entendió que el menor estaba a punto de correrse en cualquier momento y aumentó la rapidez de sus embestidas.

-In... Cariño, no aguanto más- Susurró el mayor apretando las caderas contrarias, dejando marcas en estas.

-C-Chan... ¡Córrete!- Rogó Yang antes de soltar un escandaloso grito, corriendose al mismo tiempo que el contrario lo hacía.

En la mente de Jeongin quedó grabada aquella ronca voz que le volvía tan loco, sus manos bajaron por los brazos del australiano y después pasaron a estar sobre el marcado abdomen de Bang quien solo podía sonreír de forma juguetona.

-¿Qué pasa pequeño?... ¿Es que acaso quieres más?- Preguntó el mayor antes de sacar toda su extensión del pequeño cuerpo de Yang

-Y-Yo... Este no es lugar para hacer estas cosas hyung... D-Digo... Daddy- Se corrigió el menor antes de sentir como el mayor lo tomaba por la cintura y sonreía una vez más

-Bien... Entonces, vayamos a casa y... Juguemos a algo nuevo- Susurró Bang cerca del oído del menor a quien se le erizó la piel.

-E-Está bien D-Daddy- Aceptó Jeongin lanzando su cuerpo hacia atrás, sintiendo como el mayor volvía a enterrarse en lo más profundo de él -¡Oh santo cielo!

(...)

Jeongin estaba sentado en la gran cama de Bang, su cuerpo estaba totalmente desnudo, y sentía uno que otro escalofrío recorrer su espalda. El sonido de la puerta chillando le hizo temblar y después notó como el mayor se adentraba a la habitación con una caja roja algo grande.

-Prometí no volver a hacer esto, pero me es imposible resistirme a ti- Confesó el australiano antes de poner la caja sobre una mesa y abrir la misma, dejando ver toda clase de juguetes sexuales que se encontraban en su interior.

Un jadeo de impresión escapó de los labios de Jeongin a quien se le erizó la piel antes de dirigir su vista hacia los ojos de Bang que le miraban fijamente, sintió miedo recorrer por sus venas, aquella mirada, era como la de un asesino, como la de un depredador que miraba a su presa.

El pequeño cuerpo de Jeongin se encogió en su sitio y después como acto de reflejo se alejó un poco del borde de la cama

-C-Chan...

-No me vuelvas a llamar Chan, ni mucho menos hyung cuando estamos solos... Parece que tendré que recordarte las reglas del juego de alguna manera- Habló el mayor, su voz estaba ronca, y podían verse sus músculos tensos.

-S-Si Daddy- Contestó Yang

-Ponte en cuatro- Ordenó Bang. Jeongin solo hizo lo que el mayor dijo y después pudo sentir como el mayor tomaba sus manos, dejándole apoyado con su cabeza.

Una soga amarró sus muñecas impidiendo que pudiera sostenerse con sus manos o siquiera moverlas de su lugar. Después de eso sintió como algo se posaba sobre sus ojos. Era un antifaz, Yang frunció el ceño y algo temeroso se quedó en silencio, algo dentro suyo le decía que por nada en el mundo debía de abrir la boca.

-Well... This is the game- Jeongin mordió su labio al escuchar el acento del australiano, pero después de unos segundos aumentó la fuerza en la que sus dientes mordían su labio inferior al sentir como sus cabellos eran tomados y tirados con fuerza sacandole un alto quejido de dolor, y a su vez, lágrimas que terminaron deslizándose por sus mejillas -Quiero... O mejor dicho, es una orden... Grita fuerte, tan fuerte hasta sentir como tus cuerdas vocales dejen de funcionar- Soltó el mayor con la voz áspera.

Jeongin solo pudo quedarse en silencio, hasta sentir como algo impactaba con fuerza con la delicada piel de sus glúteos, sacándole un grito

-Responde a todo lo que diga- Pidió el mayor

Bang se levantó y fue hasta aquella caja llena de juguetes sucios, una sonrisa apareció en su rostro y después tomó uno de los tantos vibradores que en aquella caja habían, lo observó por unos segundos antes de caminar hacia Yang y dejar el 'juguete' a un lado, dos de sus dedos fueron a la boca del menor, metiéndolos a esta sin permiso alguno.

-Lame- Ordenó el australiano, sintiendo como el menor hacía caso a sus órdenes, mojando sus dos dedos con su saliva. -Basta

Los dedos de Bang salieron de la boca del menor y fue hasta quedar atrás del mencionado, disfrutó de la vista que tenía antes de adentrar sus dos dedos a la entrada del menor, comenzando a jugar con ellos dentro del cuerpo del coreano.

-Vamos... No te escucho- Habló Bang.

-¡D-Daddy! ¡Jódeme!

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora