Stupid (ChanIn)

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POV's Narrador

Yang se miraba al espejo mientras una de sus manos apretaba la billetera con fuerza, él no había hecho nada, lo había dejado ir...

Sus ojos estaban cristalizados, su rostro mojado después de lavarlo con agua y su nariz comenzaba a teñirse de rosa por el frío que sentía.
Sin esperar más, salió del baño y comenzó a dirigirse hacia el sofá en donde estaba el mayor, si esa mujer seguía ahí, le pediría a alguno de los amigos de Bang que lo llevara a su casa sin que el mayor se enterara, aunque todos lo odiaran.

Volvió a la realidad cuando chocó con un pecho firme, su rostro comenzó a colorarse y su piel se erizó. Elevó su mirada hasta notar unos ojos miel, que no tardaron en comenzar a oscurecerse, retrocedió dos pasos mientras su corazón comenzaba a acelerarse.

-L-Lo siento mucho... No me fijé por donde iba- Susurró Jeongin encogiéndose de hombros, iba a pasar al lado de aquel hombre pero una mano tomó su pequeño brazo, lo que terminó sintiendo fue como su débil cuerpo era pegado a la dura pared, un mareo le hizo perder la vista por unos segundos antes de mirar a aquel hombre con horror -S-Señor... No lo conozco... Por favor... Suélteme- Rogó Jeongin antes de sentir los labios de aquel extraño en su cuello dejando marcas, cerró sus ojos y su ceño se frunció sintiendo lágrimas bajar por sus mejillas.

La áspera mano de aquel hombre se adentró por debajo de su suéter, abrió un poco sus ojos, su vista era borrosa por las lágrimas, pero, de un momento a otro sintió como su mundo comenzaba a dar vueltas, cerró sus ojos y todo se volvió negro, sin nada que ver ni oír.

Lee caminaba hacia el baño, había tenido una buena noche con aquella última chica, aunque la diversión apenas comenzaba, eran las 9:12pm.
Su ceño se frunció al ver un hombre haciendo algo extraño, caminó sin prestar mucha atención, pero su vista reconoció algo, se volteó de golpe y sus ojos se abrieron a tope, viéndolo a él, a Yang Jeongin.
Quiso reír por que le estaba siendo infiel a Bang, pero ese sentimiento pasó a uno de confusión al ver que el menor no se estaba moviendo, empuñó su mano y terminó dándole un fuerte golpe a aquel hombre, miró el cuerpo desnudo de Jeongin, mordió su labio, pero por el gran nerviosismo que sentía.

-Maldita sea Chan me va a asesinar- Susurró Lee antes de agacharse frente a Yang y moverlo un poco -Jeongin... Jeongin despierta... ¡Jeongin!

(...)

Jeongin abrió sus ojos una vez más, notó que no se encontraba en su habitación, y menos en la mansión de Seo, en donde estuvo la última vez, sino, en una habitación gigante, en algo suave...

Sus ojos fueron a su derecha, su ceño se frunció al ver a Bang dormido en una silla, se sentó en la cama y pasó su mano por su cabeza antes de sentir sus ojos llenarse de lágrimas.
Los recuerdos comenzaron a llegar a su cabeza con rapidez, su cuerpo tembló y sintió asco de sí mismo.
Un sollozo inundó la habitación, los ojos de Bang se abrieron y notaron a el menor que lloraba desconsoladamente.

-Jeongin... Cariño- El australiano corrió hacia Yang y lo envolvió entre sus brazos dejando un beso en su cabeza -Está bien... Ya pasó... No te preocupes

-N-No me toques... Soy... Soy un asco- Lloriqueo Jeongin antes de sentir al mayor tomar su delicado rostro entre sus grandes manos

-No digas eso, Jeongin... No importa que haya pasado, seguiré amándote y viéndote de la misma forma que siempre... Eso nunca cambiará ¿Entendido?- Yang miró a Bang unos segundos antes de hundir su rostro en el cuello contrario y llorar con más fuerza.

Había sido violado por alguien a quien no conocía...
Ya no se sentía el mismo, otro hombre lo había tocado.

Aunque por alguna extraña razón no sentía dolor físico, solo, moría internamente.

-Jeongin... Quiero que sepas, que eres solo mío... Y de nadie más ¿Ok?- Susurró el australiano antes de tomar la cintura de Yang y acomodarse sobre él -Te lo recordaré... Tantas veces me sea posible- Una sonrisa se apoderó de su rostro y los labios de ambos se unieron en un lento y apasionante beso.

Las manos del mayor eran delicadas con él cuerpo del menor, una pequeña sonrisa se posó en el rostro de Jeongin quién enrolló sus brazos en el cuello de Bang, disfrutando de sus labios.

Los ojos de Chan se posaron en las marcas en el cuello de su menor, un dolor en su pecho lo hizo fruncir el ceño. Sus labios fueron a la clavícula de Yang, dejando tantas marcas pudiera, para que todos, supieran que el pequeño era suyo, y sólo suyo.

-Chan~- Un gemido escapó de los labios de Jeongin quien sintió su rostro ponerse rojo, su espalda se encorvó un poco y las manos de Bang aprovecharon para levantarlo un poco

-Déjame hacerte mío...

-Creí que ya lo era- Respondió Jeongin, una risa inundó sus oídos y pronto, la ropa que impedía el roce de sus pieles desapareció, ahora podían sentirse totalmente entre ellos.

Bang se encargaba de mirar todo el cuerpo de Jeongin, una sonrisa siempre estuvo en su rostro. Jeongin por su parte sentía su rostro totalmente rojo por la vergüenza, le daba pena que el mayor lo mirara de aquella forma.

Pero eso no se quedaría así. Yang los hizo dar vuelta y miró al australiano a los ojos unos segundos antes de sonreír con timidez y hacerse hacia atrás, hasta quedar, una vez más, a la altura del miembro de Bang.

-D-Daddy~... Tengo... Algo de hambre- Susurró con "Inocencia" mirando al mayor a los ojos.

Bang solo pudo lanzar su cabeza hacia atrás riendo, una de sus manos fue a la cabeza de Yang, acariciando un poco esta.

-Hazlo mi pequeño Jeongin- Susurró, dando total permiso para que su menor hiciera lo que tanto deseaba.

Hacía mucho que no practicaba aquello, y Yang estaba ansioso por hacerlo, quería probar su alimento, su alimento preferido.