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POV's Narrador

Jeongin se puso de pie, se volteó antes de ver a su pareja descansando tranquilamente en la cama, con su torso desnudo y unos cuantos rubios cabellos cayendo por su frente.
El menor sonrió y caminó hasta el baño, en donde se desnudó y comenzó a lavar su cuerpo. Al salir, secó su cuerpo, salió del cuarto de baño y fue hasta el closet en donde tomó un enorme sueter celeste que ocultaba su vientre y unos pantalones comodos blancos. También tomó unos zapatos blancos con detalles grises y un pequeño gorro de lana blanco.
Salió del lugar y fue a alistar su mochila, metió sus cuadernos y algunas cosas que más tarde necesitaría, pronto, escuchó como el mayor comenzaba a despertar, fue hasta su lado y acarició su cabello con delicadeza antes de ver un par de ojos oscuros observarle.

-Cariño... ¿A dónde piensas ir?- Preguntó con su voz ronca, Jeongin sonrió antes de dejar un beso en la frente contraria junto a unas caricias en aquellas venosas manos blancas.

-Te recuerdo que aún debo de asistir al instituto, no puedo perder más clases Chan- Respondió el más joven antes de caminar hasta la puerta.

-Bebé, puedes recibir clases aquí, quédate

-No es lo mismo, apúrate o me iré solo. Caminando- Amenazó Yang antes de ver al contrario ponerse de pie y caminar hasta él, sonrió y se cruzó de brazos

-Eres tan terco- Se quejó Bang. Tomó la cintura del menor y dejó un suave beso en sus labios.

Yang sonrió y acarició los brazos del más alto, sus ojos recorrieron su pecho, después bajaron a su abdomen y volvió a subir por sus brazos, pasó por su clavícula hasta llegar a su cuello.

Su corazón dolió al ver una extraña marca que estaba casi cien por ciento seguro de que él no había hecho. Frunció el ceño y sin decir nada se apartó del australiano.

-Iré a buscar algo para comer... Báñate- Susurró el coreano saliendo de la habitación con rapidez, sintió sus ojos humedecerse, tomó una lenta respiración y, al llegar a la cocina se sirvió un vaso de agua.

Al terminar de beber aquello, tomó una manzana y la comió, no tenía hambre, pero no quería irse al instituto sin comer nada. Sacó su teléfono y marcó al número de Kim, después de unos segundos este le contestó.

-¿In? ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo?

-Hyung... ¿Hyunjin irá al instituto?

-Sí, ¿Por qué?

-Pueden venir a recogerme... ¿Ahora?

-Estamos saliendo, espera afuera, ponte un abrigo

-Gracias hyung

Al terminar la llamada hizo lo que su amigo le ordenó, se puso un abrigo que le proporcionara suficiente calor y tomó su mochila, la cual colgó en su hombro. Salió por la puerta principal y esperó unos minutos hasta que un Mercedes-benz se hizo presente. Fue con rapidez hasta él y subió al automóvil, saludando a su amigo y a su pareja.

-¿Ha pasado algo Innie?- Preguntó Seungmin

-¿P-Podemos irnos rápido? Te explicaré cuando lleguemos al instituto- Contestó Yang

-Le avisaré a Chan que te irás conmigo

-¡No! D-Digo... ¿Puedes hacerlo cuando estemos en el instituto?- Rogó el menor ganando las confusas miradas de ambos y finalmente un asentimiento por parte de Hwang

-Bien, ponte el cinturón- Pidió el mayor comenzandona conducir hacia su destino: El instituto.

Jeongin miró por la ventana todo el camino, sus ojos seguían cristalizados y lo menos que deseaba era ver el rostro del australiano.

Cuando volvió a la realidad, notó que habían llegado al instituto, bajó del auto y quitó su abrigo, pues, con el suéter ya puesto comenzaba a sentir demasiado calor.

-Jin, nos adelantaremos- Kim se acercó a Hwang quien estaba recargado en su auto, el mayor asintió y, dejando un beso en los labios de su pareja, vió a los dos amigos alejarse.

-¿Qué ha sucedido?- Seungmin tomó la mano de Yang mirándole

-Y-Yo... Antes de desayunar, hablé con Chan... É-Él estaba sin camisa y... Vi algo en su cuello... Era una marquita... Pero estoy seguro de que yo no la hice- Susurró Jeongin sintiendo lágrimas caer por sus mejillas.

-¡¿Cómo?!- Kim le miró con sus ojos abiertos a tope y su rostro comenzaba a tornarse rojo por la ira. -Jeongin... Vamos a clase... Después me encargaré de ese maldito imbécil- Gruñó caminando hacia los casilleros, Yang hubiese reído al ver a su amigo pisar con fuerza el suelo con cada paso, pero en aquel momento no se sentía para nada bien.

-B-Bien...- Respondió el menor siguiendo a su mejor amigo, al llegar a los casilleros, tomaron lo necesario y lo que no necesitaban lo dejaron en estos.

Se dirigieron hasta su salón, siendo los primeros en llegar, tomaron asiento en sus sitios y pronto Yang sintió la mano de Kim acariciar su espalda.

-In... Ese sujeto se las verá conmigo...- Susurró Seungmin antes de ver a su pecoso amigo entrar por la puerta del salón

-Oh... Llegaron tempra-... ¡In! ¿Qué sucede?- El mayor dejó su mochila en su sitio antes de ir hacia Yang y tomar sus delicadas mejillas con suavidad. -Dime cariño... ¿Qué ha sucedido?

-H-Hyung...- Jeongin estaba a punto de repetir toda la historia que había contado hacía unos minutos a Kim, pero unos fuertes pasos le hicieron voltear a la puerta.

Bang estaba allí con su respiración agitada, sudor recorriendo su frente y su ropa mal acomodada.

-Jeongin tú... Cariño, ¿Por qué te fuiste sin mí?

-¡¿Y aún tienes el descaro de preguntar imbécil?!- Kim se puso de pie, llegaba un poco más arriba de la barbilla del mayor, así que no tuvo problema para propinarle un puñetazo en la cara. -Lárgate de este salón... ¡Jeongin no quiere saber nada de tu jodida existencia ahora!- Gritó Seungmin antes de ver a Hyunjin llegar corriendo y apartarle

-Min, pequeño cálmate... Chan, lo mejor es que dejes a Jeongin solo...- Hwang miró al mayor quien solo mostraba preocupación, sin importarle el hecho de que Kim le hubiese golpeado.

-Jeongin... Necesito hablar con él...

-Joder, ¡Lárgate!- Gruñó Seungmin, antes de soltarse del agarre de Hyunjin y volver a golpear Bang -¡Vete con tu jodida zorra, fóllala, has lo que quieras pero deja a Jeongin vivir feliz!

-¡Hyunjin! ¡Llévatelo!- Ordenó Bang

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora