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POV's Narrador 

Hwang ayudó a Yang a tomar asiento, el menor agradeció mientras miraba a la joven mesera darles a ambos las cartas con el menú del día.

-En unos minutos vendré a tomar sus órdenes- Avisó aquella mujer y finalmente se retiró de donde ambos se encontraban. 

-Pide lo que desees, yo invito- Las mejillas del más joven se tiñeron de rojo por un par de segundos, asintió y comenzó a observar cada una de las costosas comidas que en aquel menú se encontraban.

-H-Hyunjin... ¿Estás seguro? Todo es... Muy costoso- Susurró Yang con pena mientras seguía observando los precios de aquellos deliciosos alimentos. 

-Jeongin, no mires los precios y solo pide lo que quieras ¿O acaso deseas que te muestre lo que tengo en mi billetera para estar seguro?

-N-No, lo siento y, muchas gracias- Finalmente, ambos decidieron qué comerían. 

Pasaron al menos unos diez minutos y esta vez un mesero diferente se hizo presente, dejando frente a ambos los platos y vasos llenos de lo anteriormente pedido. Yang sonrió y se relamió los labios al ver su plato, se veía realmente exquisito. 

-Bien, dije que te diría todo sobre... Chan- Habló Hwang mientras limpiaba las comisuras de sus labios con una servilleta. -Cuando Chan tenía... Quince años o quizá menos, aún era un mocoso inmaduro

-Aún no ha dejado de serlo- Susurró Jeongin

-Ahora es una pareja y padre inmaduro- Corrigió el más alto -Chan tuvo una relación, aunque hay un problema

-¿Problema?

-Él era el pasivo- Los ojos del más joven se abrieron a tope al escuchar al mayor

-C-Chan... ¿Pasivo?

-Sí, solo que su pareja estaba algo... Loco- Hwang llevó a su boca el vaso y bebió de su contenido -Un día él simplemente desapareció de la faz de la tierra, no volvimos a saber de su existencia y, obviamente Chan quedó devastado, a pesar de que aquel imbécil le dañaba siempre que tenían sexo

-¿E-Ellos...?

-No, no jugaban a los estúpidos roles de Daddy Kink and Baby Boy, aquel idiota simplemente disfrutaba de ver lágrimas salir de los ojos de Chan, pero él nunca quiso dejarlo, al final tuvo que aceptar que él hombre se fue y no volvería- Hwang miró a Yang quien tenía su mirada baja, suspiró y siguió comiendo -Chan tuvo una pareja antes, no cuentes a todas las zorras con las que se ha acostado, a él no le interesan esas mujeres

-Pero... ¿Por qué entonces se alejó tanto?

-Después de que su primer pareja se fuera, se dió cuenta de que ser un jodido pasivo no era lo suyo, bueno, voy a omitir la historia de como comenzó a ejercitarse y a ser un imbécil asesino apuesto.

(...)

-No lo puedo creer... ¿Chan asesinó a...?

-Sí... ¿Cómo se supone que lo perdone sabiendo esto?- Se preguntó Yang mientras se cubría con las sábanas

-Está bien, te entiendo, In puedes quedarte aquí todo lo que necesites, esta es tu casa- Lee acarició su mejilla antes de salir de la habitación.

Yang dirigió su mirada a su teléfono, el cual, desde el momento en que huyó de su hogar, no dejó de vibrar.

Le había pedido a Kim y Hwang que por favor fueran por sus hijos, pero cuando intentaron llevárselos, Bang había sacado su lado paternal e intentó golpear al más alto, impidiendo que la pareja lograra su objetivo.

Los miles de mensajes del mayor comenzaban a provocar que su corazón doliera, miró el hermoso anillo en su dedo, oro puro, con un grabado en el mismo.

"Bang"

Sonrió al recordar el momento en que el mayor decidió pedirle matrimonio, una lágrima escapó por su ojo y llevó sus manos a su vientre, acariciando el mismo con cuidado.

-Lo siento pequeña... Realmente no sé que hacer, amo a tu padre pero... No quiero seguir viéndole con otras mujeres, no lo soporto- Susurró el menor a la nada.

-¡Te dije que no está aquí! ¡No es mi problema que no sepas cuidar de Jeongin, imbécil!- La voz de Seo hizo que Yang se sobresaltase, se puso de pie y se acercó a la puerta, escuchando los gritos que provenían de la entrada principal.

-Sé que está aquí- Sus vellos se erizaron al escuchar la voz del australiano, apretó los labios y se volteó de inmediato.

Caminó hasta la cama y se sentó, sus ojos miraban a la nada, la discusión entre Seo y Bang aún continuaba, las delicadas manos de Yang temblaban por el terror de ser encontrado por su pareja. ¿Acaso hacía lo correcto? No quería que sus amigos y sus parejas fuesen lastimados por su culpa.

Una vez más, volvió a acercarse a la puerta y, tomando de la manilla la entre abrió lo suficiente para escuchar mejor la 'Conversación' que ambos amigos llevaban.

-Sabes que no me importaría asesinarte con tal de encontrar a Jeongin- La grave voz del rubio provocó que Jeongin perdiese el equilibrio por un par de segundos, se sostuvo del marco de la puerta y soltó un largo suspiro.

-No te daré a Jeongin... Mátame, si eso deseas, hazlo... Pero jamás tendrás a Jeongin, no hasta que él lo desee- Los ojos del más joven se llenaron de lágrimas, su mejor amigo y la pareja del mismo le protegían, aun cuando sus vidas se encontraban en peligro.

El coreano abrió la puerta totalmente, y decidido bajó aquellas largas escaleras hasta llegar a la sala principal. Sus ojos se fijaron en los del contrario, la terrible y penetrante mirada de Bang provocaba que uno y otro escalofrío recorrieran la espalda del menor.

-Vete- Soltó Yang sin quitar su vista del mayor.

-Jeongin... Necesito que me escuches- El contrario intentó acercarse al más joven, pero fue detenido por los fuertes brazos de Seo.

-Hasta aquí llegas tú- Avisó la pareja del pecoso.

-No tenemos nada de que hablar, Chan- Respondió Jeongin -Me dejaste muy claro muchísimas cosas... Una de ellas es... Que nunca tomaste nuestra relación en serio

-No es así, Jeongin, déjame hablar- El silencio del menor fue tomado como una respuesta positiva. -Lo siento, es lo primero que debo de decirte, cariño, sé que fui un imbécil al tratarte de esa manera, pero... No quería ¿Bien?

-Vaya... Simplemente ¿No querías?- La actitud del menor sorprendió a Bang, quien apartó de un manotazo a Seo, y finalmente se acercó lo máximo posible a Jeongin.

-N-No sé... No sé como es llevar una relación perfecta- Los ojos de Yang se abrieron a tope por la sorpresa.

Los ojos de Bang estaban cristalizados, sus grandes manos se encontraban posadas en sus hombros evitando tocarle y así no incomodarle, y su voz, su voz temblaba cada vez que soltaba una palabra.

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora