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POV's Narrador

Jeongin se acostó en su cómoda cama antes de sonreír y acariciar los suaves y escasos cabellos de la cabeza de Ha-Neul.

La niña tenía ya dos meses y medio, y la boda estaba programada para llevarse a cabo en dos semanas.

-¿Cómo está?- Preguntó el australiano acercándose y sentándose en la orilla de la cama.

-Está mejor, el doctor dijo que no fue nada para preocuparse, ya está totalmente recuperada- Respondió el menor.

-Gracias a Dios, me preocupé mucho por ella- Bang miró a Yang antes de besar su mejilla y después besar la delicada frente de la menor.

-Por suerte fue algo pasajero, a estas edades los bebés se enferman por cualquier mínima cosa- Recordó Jeongin.

El menor cubrió con una calentita sábana a la menor de los hermanos.

-¿Cuando irás a ver tu ropa? Félix me dijo que has estado ocupado- Preguntó de nuevo el mayor.

-Uhm~... No sé, creo que entre mañana y el jueves- Una sonrisa se estiró en el rostro de Yang, quien acarició las mejillas del mayor, sintiendo los pocos y puntiagudos vellos de un par de días de su barba. -Deberías de afeitarte... Ya se nota más tu barba- Yang sonrió notando al mayor asentir.

-Lo que desees- Respondió el mayor besando suavemente la mano de su pareja.

-Iré a dejarla a su cuna, supongo que estaba cansada, era extraño que despertara tan temprano- Avisó el menor poniéndose de pie, tomó a la pequeña Ha-Neul entre sus brazos y salió de la habitación, caminó a paso lento a la habitación de la recién nacida y la acomodó con sumo cuidado sobre el suave colchón de la cuna. -Descansa princesa- Susurró y salió de lugar.

Volvió una vez más a su habitación, en donde le esperaba Bang sentando en la cama, sonrió y fue hasta el mayor acariciando su nuca.

-¿Quieres ir a cenar conmigo al restaurante italiano?- Preguntó el mayor mientras sentaba a Yang sobre sus piernas.

-¿Con quien se quedaran los niños?

-Ya lo tengo arreglado, llamé a Seungmin, su instinto maternal ya está muy activo, le encantará cuidar de los niños

-Chan... No deberías de molestar a las personas, Min tiene que descansar, pronto dará a luz... Es más, incluso puede hacerlo antes de la boda- Contestó Yang notando al mayor negar.

-Sé que no lo hará- Habló el mayor besando los suaves y rosados labios del menor -Confía en mí, además Hyunjin vendrá también, los cuidarán ambos

El más joven asintió antes de ponerse de pie, sus ojos se fijaron en los oscuros orbes del contrario que le miraban con intensidad.

-Iré a ducharme entonces, espérame aquí- Pidió Jeongin caminando hacia el baño.

-Lo haré, no te preocupes

(...)

Una vez ambos se encontraron listos, se despidieron de sus tres "Bendiciones". La pareja se dirigió a uno de los tantos lujosos autos que poseían, mientras charlaban sobre el trabajo del mayor y los niños.

-Myeong parece querer correr, pero aún siquiera puede caminar bien- Ambos rieron. -Intento detenerlo pero parece que no se dará por vencido

-¿A quién me recordará?- Preguntó el australiano antes de notar la mirada del menor sobre él.

-¡Yo no soy así!

-Ah ¿No? ¿Quién era el que nunca podía respirar tranquilo porque siempre quería mejores notas? Siempre más y más y más. Yo apenas y podía entender lo que decía el profesor de Español- Comentó el mayor.

-¡No es lo mismo, Bang!- Contestó el menor.

El auto comenzó a moverse hacia aquel restaurante italiano que tanto les gustaba a ambos, Yang miró por la ventana como acostumbraba a hacerlo y finalmente, después de unos minutos, llegaron a su destino.

-Me encanta este lugar- Comentó Jeongin mientras bajaba del automóvil sin ayuda del mayor.

Bang le siguió segundos después, alcanzando al menor y tomando de su cintura de manera posesiva.
Una vez ambos estuvieron adentro del lugar, los ojos de los presentes se dirigieron a ellos.
Los pensamientos se basaban en lo hermosa que se veía aquella pareja, Jeongin con el tiempo había dejado que el cabello le creciese un poco más abajo de sus orejas, y su delicado cuerpo le daba una imagen de un precioso e inocente ángel.
Por otro lado, Bang era todo lo contrario. El mayor daba una imagen de un fuerte hombre, su físico era envidiable y su rostro parecía que era capaz de provocar un orgasmo a quien fuese que mirase directo a los ojos.

-Bienvenidos ¿Tienen reserva?

-Así es, a nombre de "Jeongin"- Contestó el australiano provocando que el rostro del menor se colorara.

Ambos caminaron hacia una mesa para dos al fondo del lugar, sin exceso de personas a su alrededor.

-¿Era necesario, Chan?- Preguntó Jeongin sentándose con la ayuda del mayor.

-Así es- Respondió Bang sentándose frente al coreano. -Todo lo mío es tuyo, es más, si muero primero, todo quedará a tu nombre- El menor desvió la mirada avergonzado.

-Cállate- Respondió Yang.

La mesera volvió con un par de cartas del menú. Los diferentes tipos de comidas comenzaron a aparecer frente a los ojos de la pareja, los precios eran "Cómodos" para personas como Bang, pero para alguien de clase social más baja lloraría al no poder pagar ni la ensalada.

Ambos ordenaron lo que deseaban: Bang decidió por una deliciosa Sopa minestrone, y Yang por un delicioso pollo a la parmigiana, la mesera desapareció, dirigiéndose a la cocina para entregar los pedidos.

-Estaba pensando... Cuando Il-Seong y Myeong sean grandes tendrán que seguir con la empresa familiar- Comentó Bang.

-¿Qué pasa con Ha-Neul?

-Es niña, las niñas no se dedican a esto

-Christopher Bang- Regañó Jeongin. -Repite lo que dijiste- Al mayor se le erizó la piel.

-Lo siento cariño, sabes que tengo dos padres machistas, mi madre trabajaba con mi padre pero era controlada por él, era su secretaria, nada más- Se disculpó el mayor bajando la mirada.

-Está bien- Jeongin suspiró -No vuelvas a decirlo, Ha-Neul tiene el mismo derecho que los dos niños a heredar la empresa

-Entendido- Respondió el mayor.

-Su orden está lista- Una tercera voz interrumpió la conversación de ambos, el delicioso olor a la comida inundó sus fosas nasales mientras ansiosos esperaban por probar tan delicioso platillo.

Stupid (ChanIn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora