Capítulo 13: Confesiones... II PARTE.

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Resumen: ¿Por qué algunas personas no pueden comprender que los hijos no tienen la culpa de sus problemas personales? ¿Por qué los padres le dan el mismo trato que ellos recibieron de cuando eran pequeños a sus hijos? Son muchos casos que se dan a diario, en cualquier lugar, en cualquier país o en cualquier momento... Una cruda realidad que sufren los niños en este mundo y no hay nada, absolutamente nada para poder erradicar esta problemática que se ve, que sabemos y que muchas veces conocemos. A veces es demasiado tarde cuando las personas se dan cuenta que el daño que les hacen a sus hijos es irreparable, pero en ocasiones... Los padres logran reaccionar a tiempo y buscan la manera de encontrar el perdón en sus hijos...

Notas del capítulo: Este capítulo se lo dedico a una amiga, ya que le hice una promesa a ella de que participaría en este fic... Espero que te guste este capítulo Aime, va hecho con todo mi cariño para ti ^^... Lo que prometo lo cumplo.

Declaimer: Los personajes de YU – GI – OH!, "No son míos"... Snif, snif, snif, son propiedad de su respectivo autor, sólo hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras... Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores...

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Escuela Pública de Ciudad Domino...

Hola, buenos días profesor Yami... ¿Puedo pasar?

Claro Yūgi pasa, supongo que has de haber venido para decirme algo importante, si no, no te habrías salido del salón antes del recreo.

Sí, es verdad... – Se quedó callado por un segundo. – Se acuerda lo que me dijo hace poco, sobre que no hubiera secretos entre nosotros.

Sí, eso te dije, pero...

Hay algo que usted debe saber. – El joven bajó la mirada, para luego levantarla y continuar hablando. – El día que usted llegó a mi casa para ayudarnos a estudiar Aritmética y que Joey no llegó... Fue porque... Porque...

El faraón, al escucharlo hablar, su semblante cambió, poniéndose muy serio.

... Que tatas de decirme Yūgi...

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... ¡¡¡MALDITO HIJO DE PUTA!!! – Dijo la persona que había jalado al rubio hacia el interior de la casa, en sus manos tenía un lazo grueso, áspero y duro. – Al parecer he sido muy condescendiente contigo, pero hoy aprenderás a no quebrantar mis reglas. – Su mirada daba miedo, estaban al color de la sangre, miraba a su propio hijo como si fuera su peor enemigo.

Perdóname padre... Por favor, déjame que te explique... – Su voz se escuchaba nerviosa.

El hombre no lo dejó hablar y con el lazo empezó a golpearlo fuertemente, provocándole que sus viejas heridas se abrieran de nuevo y a la vez le hacía nuevas heridas en su cuerpo...

Cállate infeliz gusano, no quiero escuchar tus estúpidas explicaciones, siempre te he dicho que después de tus malditas clases te vengas de inmediato para la casa. Por lo que veo te vale verga obedecer mis órdenes ¿No es así?...

Aaaayyyyy... Snif, snif, snif, snif, aaaaayyyyy, perdóname padre, snif, snif, snif, por favor, no lo vuelvo a hacer, aaaaaaahhhhhhhhh, por lo que más quieras ya no me golpees... Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh...

Grita y súplica todo lo que quieras hijo, así como a ti te vale verga desobedecerme, a mí también me valdrá verga escuchar tus gritos y tus súplicas. – El hombre descargaba toda su furia en el muchacho, mientras que lo seguía golpeando sin ninguna compasión, el menor permanecía en el suelo tratando de protegerse de los golpes que recibía.

Los Ojos ... Son El Reflejo del Alma ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora