Los Ojos ... Son El Reflejo del Alma ...

Capítulo 73: La venganza perfecta... III parte.

Capítulo 73: La venganza perfecta... III parte.

Declaimer: Como siempre... Bla, bla, bla, bla, bla, bla... Los personajes de YU – GI – OH!, "No me pertenecen"... Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras... Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores...

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Días después...

¿Crees que dará resultado?

Por supuesto que sí, tu confía en mí, Yūgi.

No lo sé, me siento algo nervioso e indeciso a la vez.

No te vayas a molestar por lo que voy a decirte, pero... Te sientes así porque aun lo consideras tu amigo.

Pueda que tengas razón Tea, es sólo que no puedo evitarlo.

Hay Yūgi, no me digas que ya olvidaste el por qué hacemos esto, olvidaste cuantas veces te hizo llorar cada vez que lo mirabas con tu novio, olvidaste como se salía con la suya todo el tiempo, y de cómo no me dio la oportunidad de conquistar a Kaiba.

Claro que no lo he olvidado, y si, te doy la razón en todo.

Ahí está, no crees que es injusto que nosotros suframos mientras que él está como si nada haciéndose la víctima para llamar la atención de todos.

Es verdad.

Tú no te preocupes por nada, y únicamente sígueme el juego.

De acuerdo Tea, haré exactamente todo lo que me digas.

Verás que todo saldrá bien, y ese tonto por fin tendrá una cucharada de su propio chocolate.

Se arrepentirá por poner sus ojos en Yami, y de salirse con la suya por haberme separado de él.

"Y yo finalmente me libraré de ese maldito fracasado, así Kaiba, ya no tendrá ninguna excusa y al tener el camino libre, será todo mío".

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Llevamos un buen rato esperando, estoy empezando a creer que la señora Wheeler se mudó a otra parte. ¿Seto, me estás escuchando?

Eh... ¿Qué me decías?

Olvídalo, mejor dime qué es lo que te está pasando, últimamente has estado muy distraído.

No me pasa nada, ahora si me disculpas, tengo que hacer una llamada.

No me digas que le volverás a llamar al señor Wheeler.

¿Y qué si así fuera?

Creo que no deberías de llamarlo, lo preocuparás más de la cuenta.

Supongo que tienes razón.

Mira, te propongo algo, porque no vamos a desayunar, y en el camino podemos platicar.

Está bien, Marik.

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Un joven, se encontraba trabajando en una de las empresas más importantes del mundo, llevaba un día muy ajetreado, decidió detenerse por un momento para darse un pequeño respiro y pensar en la conversación que había tenido con su ex – pareja.