Capítulo 81: Déjame estar a tu lado... III parte.

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Capítulo 81: Déjame estar a tu lado... III parte.


Aclaración: En una de tantas preguntas que iba haciendo en cada capítulo, hubo solamente una persona que logró responderla correctamente, y yo prometí que quien la respondiera, iba a mencionar su nombre en el siguiente episodio. Resulta que yo logré hablar con esta persona y le ofrecí mencionarla en los siguientes diez capítulos y que eligiera si lo hacía en los antepenúltimos, o en los últimos, y eligió los últimos diez. Así que muchas felicidades a: miasanchezalvarado por descifrar el misterio, y le dedico este capítulo con mucho cariño para usted.

Declaimer: Como siempre... Bla, bla, bla, bla, bla, bla... Los personajes de YU – GI – OH!, "No me pertenecen"... Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago esta historia porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras... Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores...

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Horas más tarde...

Baki, mi amor, viniste a verme.

Hola pequeño, ¿cómo estás?

No tan bien que se diga. – Respondió desganado.

Lo sé, no tienes que decírmelo, entiendo cómo te sientes.

Gracias amor.

Ryou, no te gustaría salir, podemos ir a donde tú quieras.

El único lugar que me gustaría ir es a la casa de Joey.

Amor, si tuviera la autorización de la psicóloga, créeme que sería el primero en llevarte.

Lo se amor, y te lo agradezco.

Quiero que te animes un poco, estoy seguro que Joey no le gustaría verte triste.

Pero es que...

Anda pequeño, regálame una sonrisa tuya. – Le acariciaba suavemente su mejilla. El menor levantó su cabeza y le sonrió. – Te prometo que en cuanto tu amigo vuelva a recibir visitas, yo te llevaré a verlo.

¿Me lo prometes?

Claro que si mi amor.

Gracias Baki, gracias por estar conmigo en estos momentos.

Es porque te amo.

Yo también te amo.

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En KC...

Disculpe que lo interrumpa joven.

¿Qué sucede?

Afuera esta un jovencito, dice que no se irá hasta que usted lo reciba.

"¿Un jovencito? Acaso será"... – Pensó para sí mismo. – ¿Cómo se llama?

Yūgi, Yūgi Mutō.

Hágalo pasar.

Sí joven, con su permiso.

Al cabo de cinco minutos, las puertas se abrían, dejando ver a un joven de estatura baja, pelo de tres colores y ojos color lavanda.

Gracias por recibirme Yami.

Los Ojos ... Son El Reflejo del Alma ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora