Capítulo 21: No juzgues un libro por su portada... A veces, las apariencias engañan.
Notas del fanfic: A veces las apariencias engañan, cuando hay una confusión o no comprendemos lo que sucede, solemos especular de diferentes formas... Las personas nunca piensan en que quizás solamente sea un malentendido ya que por lo general siempre pensamos lo peor y es ahí cuando juzgamos a los demás sin percatarnos de que somos nosotros mismos los que nos perjudicamos y a la vez podríamos lastimar a un ser querido. Todo por no tener el valor suficiente de indagar más sobre el asunto. Sin embargo, hay personas que simplemente se hacen a un lado dejando las cosas como están y se alejan de las personas que más quieren y aman, pensando que tal vez eso sea lo correcto. ¿Cuál sería la mejor decisión que tú podrías tomar ante tal situación? ¿Te quedarías de brazos cruzados? O ¿Simplemente averiguas como fueron realmente las cosas? Sólo recuerda; que a veces las apariencias engañan...
Declaimer: Los personajes de YU – GI – OH!, "No son míos"... Snif, shif, snif, son propiedad de su respectivo autor, sólo hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras... Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores...
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El fin de semana pasó muy rápido, una nueva semana estaba por comenzar...
Tal parece que tampoco hoy vendrá Yūgi a la escuela. – Decía con desgano una chica de pelo castaño y ojos azules.
El pobre se la ha de estar pasando muy mal, no me imagino como se ha de sentir en estos momentos, si ha faltado tanto tiempo a la escuela significa que le ha afectado mucho. – Respondió un chico de alta estatura y pelo castaño.
En ese momento se escuchó un saludo.
Hola, buenos días amigos.
¡YŪGI! – Dijeron todos al verlo.
Qué barbaridad contigo, nos tenías muy preocupados, sobre todo porque ni siquiera nos querías recibir en tu casa.
Lo siento mucho Tea, discúlpenme todos por haberlos preocupado.
Mmmm... Te noto algo diferente Yūgi.
¿Eh? Pero que dices Tristán, estas imaginando cosas. – Contestó algo nervioso.
Bueno ya, luego hablaremos y nos pondrás al corriente, me da gusto que te hayas animado en venir a la escuela.
Muchas gracias Tea. – El chico en cuanto se sentó en su pupitre hizo una pequeña mueca de dolor que para su suerte nadie se fijó. – "No estoy seguro si contarles a mis amigos lo que sucedió entre Yami y yo, al menos tuve el fin de semana para reponerme un poco". – Se sonrojó ante todo lo que estaba pensando.
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Un joven de alta estatura, cabellos de tres colores, decidió faltar a sus clases que tenía en la universidad. Sabía muy bien que no se concentraría hasta no haber arreglado un asunto que tenía pendiente. Estaba un poco nervioso, se sentía como si fuese a su propia ejecución, ya imaginaba todos los insultos que recibiría, pero también estaba consciente de que era por justa razón, finalmente decidió entrar en aquel edificio enorme, todas las personas que laboraban ahí se movían de un lado a otro, caminó hasta donde estaba una secretaria y dijo:
Buenos días... – No terminó de saludar ya que fue interrumpido de golpe por la mujer.
¡Joven! Qué bueno que llega, necesito que apruebe estos documentos, que vaya a supervisar cómo va el trabajo en el Departamento de Tecnología, también quiero que vaya al Departamento de Contabilidad, luego de eso necesito que vaya al Departamento de finanzas, al Departamento de Marketing, Departamento de Ventas, a la Sección de Control de Calidad...
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Los Ojos ... Son El Reflejo del Alma ...
RomanceADVERTENCIA: Esta historia va estar basado en hechos reales, sucesos que a diario se viven en mi país, o en cualquier parte del mundo de cómo los niños son maltratados y golpeados por sus padres y no le dan ni la mínima atención que ellos necesitan.