Capítulo 63: Una promesa por cumplir... II parte.

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Capítulo 63: Una promesa por cumplir... II parte.


Declaimer: Como siempre... Bla, bla, bla, bla, bla, bla... Los personajes de YU – GI – OH!, "No me pertenecen"... Chiquiris maquiris, son propiedad de su respectivo autor, abra cadabra, solamente hago este fic porque me encanta escribir, y que ustedes se diviertan de mis locuras... Es mi manera de expresar lo que siento, y tener la dicha de poderlo compartir con todos mis lectores...

ADVERTENCIAS: Este capítulo tendrá argumentos fuertes, sádicos, dolorosos y hasta perturbadores, así que antes de leerlo... Te sugiero que lo pienses bien antes de continuar... No me hago responsable por traumas psicológicos, depresiones o pesadillas que puedan tener en las noches... Leer bajo su propio riesgo. Soldado avisado, no muere en guerra.

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Horas más tarde...

Buenas tardes.

Buenas tardes, no esperaba que me visitaras tan pronto.

Vine a ver cómo estabas.

Estoy bien gracias, adelante pasa, ya almorzaste.

Aún no. – Caminaba hacia dentro de la casa. – No sabía que tuvieras visita.

Buenas tardes. – Saludó la otra persona que se encontraba en el lugar.

Buenas tardes, discúlpenme si interrumpí algo.

Cálmate amigo, no pasa nada, supongo que ustedes ya se conocen.

Así es.

Siéntate por favor, iré a traer la comida.

Muchas gracias.

El dueño de la casa se retiró, dejando a sus visitas solos.

No tenía idea de que ustedes se conocieran.

Nos conocemos desde hace mucho tiempo señor Kaiba.

Ahora lo entiendo todo, fue por esa razón que hizo su trabajo sin cobrar.

En parte si y en parte fue por un favor personal que me pidieron.

Comprendo, me deja hacerle una pregunta.

Por supuesto que sí, hágala.

Fue usted quien le llamó a Jou, para decirle en dónde estaba hospedado ese maldito desgraciado.

El me pidió que lo llamara en cuanto supiera su paradero, pero la verdad es que no lo hice, lo conozco muy bien y estaba seguro que era capaz de cometer alguna locura. Ignoro por completo cómo fue que se enteró.

Justo en ese momento, estaba llegando un hombre con una bandeja de comida.

Déjame ayudarte Jou.

Muchas gracias amigo. – Después de colocar los platos sobre la mesa comenzaron a comer, uno de ellos rompió con el silencio. – Y sobre qué estaban hablando.

Le estaba diciendo al señor Hime, que no tenía idea de que ustedes se conocieran.

Es verdad, somos amigos desde hace tiempo.

Deberías de contarle la vez que salvaste mi vida. – Medio sonrió, después le daba un sorbo a su refresco.

¿Su vida? – Preguntó el castaño.

Los Ojos ... Son El Reflejo del Alma ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora