Capítulo 8

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Tyler

No podía creer lo que estaba viendo, no quería creerlo. Ese tal "Breogan", el lobo que atacó a mamá sin previo aviso aun peleaba, ella aún seguía con vida, pero sus heridas eran grandes y profundas; su hermoso pelaje de color blanco estaba teñido de rojo, sus patas estaban tan lastimadas que apenas podía mantenerse en pie, en cada paso que daba dejaba caer unas gruesas gotas de sangre, miré por el rabillo del ojo a Set y Kara, quienes al igual que yo estaban petrificados por la aterradora escena.

— ¡Set...Kara! — les grite en un murmullo para no llamar la atención de Breogan — ¡rápido... suban aquí...!

— Estas loco — respondió Set — ese tipo esta matando a mamá ¿y esperas que huyamos? Eres un cobarde...

— No podemos hacer nada por ella... solo podemos esperar a que papá llegue para que nos ayude... ahora vengan aquí — Kara corrió de inmediato hacia mí mientras que Set seguía sin dar un paso

— ¡Tyler cuidado! ¡Triell no lo hagas! — al mirar atrás ya tenía a Triell sobre mí. Al parecer cuando subió, tropezó y chocó conmigo haciéndome caer junto con él y arrastrando a Kara con nosotros.

— Set tiene razón, no podemos quedarnos así sin hacer nada... acéptalo Tyler...papá no llegará a tiempo, si no hacemos algo, acabaran por matarnos a todos...

— Y dime cómo planeas enfrentar a semejante bestia... — le dije ya furioso — es diez veces mas grande que nosotros. Nos aplastaría con una sola pata.

Mientras miraba con enojo a los ojos de Set, vi que Kara comenzaba a balbucear y a tartamudear mientras miraba a través de mí. Cuando me volteé me fije en 3 cosas. Uno, que Breogan estaba literalmente sobre nosotros, de pie e inmóvil para causarnos el peor miedo posible antes de matarnos. Dos, me fijé que mamá yacía en el suelo, inmóvil y teñida de rojo, pero aun respiraba muy débilmente. Y tres, íbamos a morir, y yo no había sido capaz de proteger a mis hermanos.

— ¡Sepárense! — les ordené.

Por fortuna, quienes estábamos afuera éramos relativamente rápidos, y logramos ganar algo de tiempo. Pero entre correr y correr entre cruzándonos, Breogan acabó por fastidiarse, y ferozmente le dio un zarpazo a Triell en las costillas lanzándolo violentamente junto a done yacía mamá.

— ¡Triell! — Gritó Kara, pero él no respondió.

— ¡Kara cuidado! — Kara era rápida y tenía buenos reflejos, pero aun así no pudo esquivar el rápido ataque de Breogan, quien al igual que a Triell, la mandó a volar de un zarpazo, pero esta vez el golpe fue directo en la cadera, lo que la hizo dar vueltas varias veces en el suelo. Sus chillidos de dolor hicieron que mamá reaccionara.

— Basta...por favor...no les hagas daño... déjalos en paz — dijo con dificultad mientras gemía por el dolor.

Fue la primera vez que vi a mamá tan mal, fue la primera vez que vi tanto miedo, dolor y tristeza en una sola expresión, pero también fue la última. Cuando Breogan tomó entre sus fauces a Set, ella intentó arrebatárselo, pero con las poca fuerzas que le quedaban le fue inútil. Breogan, quien sin dejar de mirar a mi madre a los ojos, cerro el hocico con todas sus fuerzas, dándole así una muerte instantánea a mi pequeño hermano. Mientras la sangre de Set chorreaba por el hocico de Breogan, mi madre emitió el llanto más desgarrador que nunca antes había oído, y que nunca volví a oír. Me acerqué rápidamente a Triell, quien no se movía del lugar en donde había caído.

— Triell, Triell... hermano levántate, por favor... — no respondió...ya era tarde, Breogan lo había golpeado tan fuerte que termino por asesinarlo. — no ...

Solo quedábamos Kara, mamá y yo. A duras penas mamá comenzó a acercarse a Kara para protegerla de Breogan, pero este comenzó a acercarse lenta y tranquilamente mientras se limpiaba la sangre que tenía en el hocico con la lengua.

— No lo hagas... Breogan... por favor. Ten piedad de ellos... — dijo mamá mientras se apegaba al suelo — ten piedad de ellos...

— Apártate, y terminaré con esto rápido — dijo fríamente

— No lo haré... — le contestó con el ceño fruncido.

— Como quieras — comenzó a gruñir — entonces acabaré primero con él — dijo mirándome

— ¡Tyler, corre! — gritó mi madre aterrorizada.

— Pero...y los...

— ¡Vete! ¡huye de este lugar! Estaremos bien... — me interrumpió — solo me quedas tú... mintió.

Con el dolor de mi corazón, acaté la orden de mamá, comencé a correr, y cuando miré hacia atrás, vi que Breogan comenzaba a perseguirme; mamá se abalanzo sobre él para detenerlo, pero Breogan se la quitó con toda facilidad, para luego acabar con ella mordiéndola en el cuello.

Era algo que nunca olvidaría; la muerte de mis hermanos, y la muerte de mi madre, la cual presencié sus ultimas palabras <<Saga...lo siento...no pude protegerlos...>> y luego vi como la luz de sus hermosos ojos se apagaban.

No podía darme el lujo de detenerme, si esa bestia me atrapaba, la muerte de mi madre habría sido en vano.

Mientras corría no podía quitarme de la mente un solo pensamiento <<papá...¿en dónde demonios estas...? No te perdonaré por habernos dejado...si tu no te hubieras ido...mis hermanos y mi mamá aun seguirían con vida>>. Y el claro sentimiento de odio se clavó en mi mente.

Entre lobos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora