Capítulo 116

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Tyler

— Sura — se refirió a mi el anciano luego de que Torel dijera su decisión — Tu alfa ha tomado la decisión de exiliarte para amparar a la sangre sucia en su manada.

—... Comprendo... — miré a Torel. Esto le dolía, igual que como le dolió la muerte de Aska.

— A partir de ahora serás un lobo solitario como Tommen. — dijo el anciano — es una pena y una vergüenza ver que has atacado a tu alfa y padre, por su decisión.

El anciano creyó que que había atacado a Torel por lo que decidió. Debía sacar provecho de ello.

— No me pude contener... Ella iba ser mi compañera en la manada. Y ahora me ha separado de ella. Mi propio padre... — miré a Torel fingiendo rabia.

— A los jóvenes, vuelvan a sus respectivas manadas — ordenó el anciano — este asunto se llevará a cabo solo con los alfas. Y el lobo involucrado.

— Y yo qué hago... — preguntó Kaila.

— ¡Lala! — llamó Torel, y luego miró a Kaila — ve con ellos. Te llevarán a la manada.

— Sí... Alfa... — dijo cohibida.

Kaila siguió a Lala, pero se detuvo un momento frente a mí. No dijo nada, peto no hacía falta que lo hiciera, ya que en sus ojos veía todo que sentía. Soltó un ligero gemido triste, y continuó caminando detrás de Lala.

Una vez que todos se marcharon. El anciano, yo, y los alfas de cada manada nos quedamos para sentenciarme.

— Según las reglas aplicadas para todas las manadas. Cuando un lobo es exiliado, se vuelve otro. — dijo el anciano.

— Es obligado a dejar todo atrás —dijo Torel.

— Padres, hermanos, pareja — dijo el alfa del Norte.

— El lobo solitario es un fantasma del bosque — dijo Rissa — no hace nada, y no interfiere en nada.

— Podrá ir y venir por los territorios sin causar problemas con las manadas — dijo el alfa del Este.

— Y si muere, será despedido por el bosque, y no por otro lobo. — dijo el alfa del Oeste.

— Pero lo más importante... — continuó el anciano — no podrá dejar descendencia con una loba perteneciente a una manada. De lo contrario, la cria será eliminada, y los padres castigados de la forma que el alfa de la manada decida. ¿Ha quedado claro?

— Sí, señor...

— A partir de hoy, no perteneces a ningun territorio. Y si algo te pasa, nadie irá en tu ayuda.

— A partir de ahora dejas todo lo que se te proporcionó en la manada... — dijo Torel — a partir de ahora... Dejas de llamarte "Sura". — había decepción y tristeza en sus ojos. — a partir de ahora serás conocido como "Sajer"... el lobo solitario. Buena suerte.

— Lo tendré... Pa... — claro —... Torel...

— Ya piedes irte — dijo el anciano.

— Anciano. Antes quiero una petición para el muchacho — pidió Torel. Miró a los alfas del Norte — que Breogan sea pacífico si llega a encontrarse con el muchacho.

— Alfas. Qué responden.

— Te doy mi palabra — respondió Rissa — el lobo Breogan no hará nada en contra del muchacho.

— Lo mantendremos a raya. — dijo el macho. Ciro, creo — pero te aconsejo que no entres a mi territorio...

— Si ya todo está claro. Pueden volver a sus manadas — dijo el anciano. Luego me miró — ve a donde quieras.

— Sí...

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