Capítulo 84

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Liv

— ¿Se puede saber a dónde irás? — preguntó Coddy.

— Por ahí. Como siempre — respondí escogiendo alguna dirección — mmm... creo que hoy iré al río — decidí — ¿y tú qué harás? — le pregunté.

— No tengo planes para hoy. Además mañana es la cacería, y no quisiera arriesgarme a nada. Con la suerte que tenemos...

— Estás exagerando... — dije antes de salir — Además ¿qué nos puede pasar a un día ser aceptados en la manada? — comencé a salir — si quieres, estaré en el río. Salí.

— ¡Ten cuidado!

Me fui trotando hasta el río. Había un lugar en específico en donde me gusta recostarme y pasar el día.

Caminé por la orilla río en busca de mi lugar. Pero interrumpí mi trayecto debido a que alguien estaba al asecho.

— Unan, ya déjame en paz. Además ¿Cómo supiste que vendría por aquí? — dije sin mirar un punto en específico, ya que estaba oculto en alguna parte.

— ¿Sabías que estaba siguiéndote? — dijo saliendo de entre unos arbustos.

— Algo así — sonreí inconscientemente, pero cambié mi expresión en cuanto me di cuenta — ¿Qué es lo que quieres?

— Me agradas mucho ¿Sabes?

— ¿Ah sí? Mis recuerdos anteriores dicen lo contrario — le dije haciéndolo recordar.

— Sí...bueno... — comenzó a tartamudear — no recuerdo haber cargado contigo... solo era con...

— Mi hermano, Coddy. — finalicé. — tú y tu hermano lo molestan por ser diferente. Y cuando éramos apenas unos cachorros, recuerdo que dijiste que no íbamos a sobrevivir sin nuestra madre.

— Si... bueno... creo que ese fue Zyner y...

— Y tú lo apoyaste.

— Solo éramos cachorros, Liv. — solté un par de gruñidos.

— Y nosotros también lo éramos cuando Ciro envió a Breogan a matar a nuestra madre y mis a nuestros hermanos... — dije enseñándole los colmillos, y con un dolor en mi corazón.

— ¿Cómo lo sabes...? — preguntó serio — ¿Cómo es que sabes que Ciro tuvo que ver con todo eso...?

— Mi padre me lo dijo una vez que hablábamos... — confesé. — ahora vete... quiero estar tranquila antes de mañana... — me eché en la orilla dándole la espalda.

— Tu padre...

— No te atrevas — volteé para fulminarlo con la mirada. Unan pareció sorprenderse — no te atrevas a decir una sola palabra sobre Saga. — advertí — porque si lo haces... te haré callar...

— Está bien... — dijo un poco nervioso — no lo haré. Me iré ahora... — empezó a irse.

— Y Unan — lo detuve — que ni a ti ni a Zyner, se les ocurra hacer algo en contra de cualquiera de mis hermanos durante la cacería. Porque no se los perdonaré si le pasa algo a mi familia... — lo vi tragar saliva, cada vez más nervioso — en especial a ti... ahora vete...

Unan se marchó el doble de rápido que como había llegado. Y yo, me quedé con el mal sabor de boca y los dolorosos recuerdos.

— Odio recordar... porque no importa cuánto tiempo pase. No deja de doler... — Unan había arruinado mi día tranquilo.

Odiaba ponerme de ese modo. Me sentía mal conmigo misma al enfadarme hasta tal extremo con alguien, a pesar de que era un comportamiento normal, según Rissa. 

Entre lobos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora