Capítulo 98

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Liv

Intenté por un largo rato pedir ayuda desde el interior de la guarida. Pero entre el rugido del oso y el estar encerrada, hacían muy difícil las cosas.

Intenté con todas mis fuerzas hacerle frente al oso y evitar que no entrara a la guarida. Pero empezaba a cansarme, y si eso ocurría, iba a morir.

Entre todo el pánico del momento, llegó a mi un aroma familiar. No era de ninguno de mis hermanos, pero me bastaba con que fuera el de alguien conocido.

— ¡Oye oso! — gruñó. — ¡ven aquí! — era Unan.

— ¡Unan estás loco! ¡ese oso te hará pedazos! — ese era Zyner. — ¡está perdida y no podemos hacer nada! 

— ¡Cierra la boca Zyner! ¡ve por ayuda! ¡Liv! ¡respóndeme! 

— !Unan¡ — con él en el lugar, me sentí un poco más tranquila. — ¡tengo miedo...! — alcé la voz, completamente agotada y arrincondada dentro de la guarida mientras miraba a la bestia a sus ojos hambrientos.

— ¡Tranquila...! yo te protegeré... 

De pronto, la bestia dio un un grito tan fuerte que me ensordeció por un momento y me desorienté. Al darme cuenta, la entrada de la guarida estaba libre. Quería acercarme, y a la vez no, mis patas temblaban de miedo. Pero tenía que ser valiente, ya que Unan estaba ahí, aparentemente solo. 

Ver a Unan sobre esa bestia mordiéndole la piel me causo pánico. No sabía qué hacer, el miedo me impedía dar un solo paso.

— ¡Unan ya suéltalo! — le gritaba mientras este se aferraba al lomo del oso — ¡Unan ya suéltalo! ¡te va a matar! — no estaba segura de si me oía o no, pero eso era lo único que era capaz de decir.

Entre lobos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora