Tyler
Había comenzado a ir al río diariamente por una sola razón.
— Hola Sura...
— ¡Kaila! Lamento la tardanza.
— No te preocupes, también tardaría un poco si tuviera un hermano pequeño que cuidar...
— ¿Cómo van las cosas con tu manada...?
— Comienzan a mejorar un poco, pero pronto volverá el frío. Te agradezco que me ayudes con la comida.
— No te dejaría morir de esa forma... — dije sin pensarlo.
— ¿De qué forma me dejarías morir? — preguntó con una mirada interesada.
— Yo... de ninguna forma... — nunca me había puesto tan nervioso al hablar con Kaila — no... no me gustaría que murieras si puedo evitarlo...
— Eso fue tierno — se rió divertida.
— Tienes un humor bastante sarcástico. Me recuerdas a Tommen — ella dejó de reír — no lo he visto en varias lunas... ¿me lo dirás?
— Llevas lunas preguntándome cuál es mi relación con Tommen. Y ya te dije, que no te lo diré. Lo último que me dijo mi madre fue que no confiara en nadie más que en mí misma.
— Ya verás que puedes confiar en mí, esperaré ese momento, hasta entonces... te demostraré que puedes confiar en mí.
— Hasta entonces, solo somos amigos de diferente manada...
— Ya veo... debo irme. Shaya espera a que vuelva para jugar con él.
— ¿Cómo está tu madre?
— No parece mejorar, apenas si puede levantarse para ir por agua. Papá está preocupado por ella y pasa mucho tiempo fuera de la guarida.
— Ya veo... Espero que mejore y que...
Kaila miró por sobre mí y pareció sorprenderse.
— Uhm... ¿Sura?
— Qué pasa — volteé a ver detrás de mí — ¡qué demonios haces aquí!
— ¿Él es Shaya? Es muy lindo, y travieso.
— ¡Yo quería venir contigo! — me respondió Shaya.
— ¡Y yo te dije que cuando crecieras un poco más! — Exhalé un suspiro de resignación — ¿cómo llegaste aquí? — pregunté con tono serio.
— Tardabas mucho y... seguí tu rastro.
— Eres muy pequeño como para seguir un rastro...
— ¡No es cierto!
— Es muy listo para ser solo un cachorro — dijo Kaila
— No lo alientes... — le dije — ¿Y esperaste a que mamá se durmiera para venir?
— Se durmió un momento después de que te fuiste, pero cuando intenté despertarla para jugar... no quiso hacerlo.
Volteé a ver a Kaila.
— Vete, Sura. Rápido.
— Vamos, amigo. — tomé a Shaya de la piel del cuello y corrí de vuelta hasta llegar a la guarida. — quédate aquí, y no te muevas de este lugar.
— Qué ¿qué pasa?
— Solo...quédate aquí, Shaya — entré a la guarida y lo dejé afuera — ¡¿Mamá?! ¿Mamá? — comencé a entrar en pánico ya que no respondía, por lo que le di un topón con la cabeza.
— ¿Sura? ¿Qué ocurre, hijo?
— ¿Que qué me ocurre? Shaya intento despertarte y salió de la guarida, yo intenté despertarte y no despertabas. ¿Por qué no quieres decirnos lo que te pasa? Desde que Shaya nació no te has podido poner de pie por mucho tiempo, apenas comes, no sales de aquí. Al menos dime lo que te ocurre. Confía en mí. — ella me miró por un momento.
— No me queda mucho... creí que con unos días mejoraría, pero no fue así. Me rompe el corazón pensar que mi pequeño se quedará sin su madre.
— ¿Y crees que el que un día despierte y tú ya no estés es el mejor plan? Deberías prepararlo...
— Hablaré con Torel primero...
— Bien... — me dirigí hacia afuera
— Sura... — me detuve y la miré — cuida de Shaya... sin mi... eres todo lo que tendrá. Prométeme que lo cuidarás...
— Lo prometo...
— Y perdón si... no fui la madre que esperabas que fuera...
— Eres la mejor madre que pudo cuidar de mí...
Salí de la guarida y vi que Shaya no estaba. <<¡Maldita sea!>>
— ¡Shaya! ¡Te dije que te quedarás aquí! ¡¿En dónde estás?!
— Está conmigo...
— Lala...
— ¿En dónde está papá?
— En alguna parte del territorio, supongo. ¿Para qué lo buscas?
— Debo hablar con él... quédate con Shaya.
— Pero dijiste que jugarías conmigo...
— Ahora jugarás con Lala, debo ir por papá.
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Entre lobos...
Ficção GeralSer lobo puede ser complicado si no sigues las reglas de la manada. Sobre todo, si el haber nacido rompió una de ellas. luego de perder a la mitad de su familia, Saga, el padre los cachorros, dará todo de sí mismo para que los lobeznos sobrevivient...