Entre lobos...

Capítulo 120

Tyler

Las semanas pasaron, y la soledad comenzaba a picarme como una molesta pulga en el trasero. El último lobo con el que hablé, fue Kaila, y no la he visto desde entonces.

No sé cómo se tomó todo esto Shaya, pero ya varias veces lo he visto intentando encontrarme. Lo mejor que puedo hacer por él es evitarlo. Pero sé que no puedo hacerlo por siempre.

— ¡Sura! — ahí va otra vez — ¡ya no me ignores! ¡Hermano!

— ¡Ya no más, Shaya! — lo hice callar — ¡Ya no más...!

— Entonces dime... — me dolió verlo suplicar — por favor...

No pude resistir por más tiempo ver a mi hermanito de esa manera. Pero antes de cualquier cosa, lo obligué a que volviera al territorio Sur, ya que si lo descubrían estando tan adentro del territorio del Este, se metería en grandes problemas.

— Sura... — dijo mientras caminábamos.

— Mi nombre ahora es Sajer. Ya no soy más Sura. — Apuré el paso — Date prisa.

Shaya y yo continuamos caminando en silencio hasta llegar al territorio. Y solo cuando llegamos ahí, dejé que me hiciera las preguntas que quisiera.

— Está bien, Shaya. Qué es lo que quieres...

— Explícame por qué papá te exilió... Nadie me dice nada, y Lala tampoco quiere hablar conmigo del tema.

— Está bien. Si te lo explico todo ¿dejarás de buscarme?

—... Está bien... — no me pareció convincente.

— Promételo.

— Lo prometo... — eso tampoco me pareció convincente. Pero ya que.

— Bien...

Le expliqué a Shaya lo que ocurrió con lujo de detalles para que no quedara con ninguna duda, y así, no fuera a buscarme por ahí otra vez.

— ¿Le diste tu puesto a la nueva?

— Kaila. Y no quiero que la trates mal... Ya la conoces.

— ¿Te sientes solo?

— Un poco, pero ya me acostumbraré. ¿Qué más quieres saber...?

— Por qué estás siendo tan frío. — suspiré. — seguimos siendo hermanos ¿verdad?

— Me hace un poco menos dolorosa mi nueva vida... Y no — no estoy seguro de a cual de los dos le dolió más — Torel ya no es mi padre, y ni tú ni Lala son mis hermanos...

— Cuando sea mi presentación iré contigo.

— No. — le dije tajantemente — ni se te ocurra volver a pensar en hacer eso.

— Pero...

— ¡No está a discusión.! — vi que Kaila estaba escondida entre unos arbustos. — Ya me voy. Dile a Kaila que ya no me siga buscando... — fruncí el ceño al decir esto último. Luego de ello, me marché sin decir más.

Crecer fue un camino lleno de obstáculos para mí. Tuve que superar muchas cosas que no quisiera que le ocurrieran a nadie más. Perdí y gané muchas cosas hasta lo que llevo de vida, y me pregunto si en este camino que debo seguir, continuaré de igual manera, mejorará mi existencia, o simplemente moriré de una forma miserable en alguna parte del bosque. Supongo que eso solo el tiempo lo dirá. Por lo pronto, rondaré por los territorios hasta saber exactamente qué es lo que haré...

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