Capítulo 17: Lo siento

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—¿Terminaron? —dijo Hajime, voz burlona—. Esto me aburre, no quiero tener que luchar con ustedes.

—Demasiado tarde —dijo Naruto—. ¡Después de lo que le hiciste a Gaara...!

Hajime sonrió.

—Atrevete a decirlo, Uzumaki Naruto —dijo.

—¡Te capturaré! —dijo Naruto, decidido, se señaló—. Haré que recapacites, la aldea no lo hará pero yo... estoy seguro que te traeré, comeremos Ramen y acabará.

—Sí, claro... ¿saben como va a acabar esto? —dijo Hajime—. Será una masacre, acabaré con todos ustedes, se han hecho fuertes, pero todavía no son competencia para mi, si tienen un poco de paciencia les tengo un trato. Solo vengan uno contra uno, les diré sus defectos, no mataré a nadie.

—No nos interesa piedad, Hajime —dijo Sasuke—. Si es eso, solo yo soy suficiente.

Hajime miró sorprendido a Sasuke.

—Ya veo... —dijo Hajime—. Te has vuelto blando, que bien, que bien. Nunca conocerás el poder.

—No lo necesito —dijo Sasuke.

—Es una lástima, que eso sea falso —murmuró Hajime.

Sasuke observó confuso.

—En fin —dijo Hajime—. ¡Vamos! Uno al frente, será divertido, creo que mis amigos necesitan recordar viejos tiempo.

—Nunca dijimos que te haríamos caso —dijo Kakashi.

—¿Entonces los mato a todos? —preguntó Hajime.

Kakashi agarró su kunai, con precaución.

—¡Yo saldré! —dijo Naruto—. Todas las tonterías que has dicho, te las haré callar.

—Eso puede entrar en discusión —dijo Hajime—. Pero adelante, inténtalo.

El grupo sin poder decir mucho retrocedió unos pasos, Naruto al frente, con Hajime. Un distancia considerable.

Naruto se amarró la banda ninja.

—Colocate el tuyo también —Naruto señaló.

—Se me perdió.

—...

—Que carácter... —Hajime rebusco dentro de su traje.

La banda era similar a la de Naruto, solo con una linea en la frente.

—¡Listo! —dijo Hajime—. El burro por delante.

Naruto comenzó a correr, Hajime no pudo evitar reír un poco.

—¡[Kage bunshin no jutsu]!

Alrededor de 50 clones fueron creados alrededor de él.

Hajime agudizó los ojos, venas salieron como dando nacimiento al ojo sin pupilas, el ojo blanco del clan Hyuga.

Los clones formaron Rasengan en cadena, algunos corrían y otros saltaron para poder atacar.

«Debería de estar bien», pensó Karin.

A pesar de que la batalla no era muy apreciable, se las había ingeniado como ninja sensor para saber que estaba haciendo cada uno.

Incluso así, ella reconoce que no es capaz de distinguir entre cada uno de los clones, por lo tanto, incluso con esos ojos, Hajime la tendría difícil.

El chakra de Hajime se acumulaba en sus manos, algo con un pedazo de hielo era lo apreciable.

La desaparición masiva de los clones empezó, los gritos de Naruto.

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora