Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 89: Confianza

El cuarto estaba bien iluminado, había una mesa rectangular grande, donde personas importantes de Konoha se sentaban y discutían sobre las razones por las que tenían para llegar a tal lugar. Fue una reunión imprevista y se encontraban angustiados por las decisiones que deberían tomar.

Se encontraban Shikaku, líder del clan Nara y se dice el mejor estratega de Konoka. Akimichi Choza y Yamanaka Inoichi, sus compañeros que habían enfrentado múltiples batallas juntos junto a líderes de demás clanes. Hyuga Hiashi, de ojos blancos y rostro duro. Los consejeros de Konoha: Homura y Koharu; que eran ancianos que sirvieron y siguen sirviendo al Hokage desde el Tercero y varios líderes de clanes pequeños.

La sala estaba alborotada hasta que el sonido de la puerta cerrándose hizo que se redujera, la Quinta Hokage había aparecido junto a su asistente Shizune, quien sostenía varios pergaminos con ambos brazos, una reverencia leve se produjo por parte de todos los presentes.

Imponente, Tsunade cruzó sus brazos y comenzó a hablar con voz dura y autoritaria.

—Hemos tenido problemas en estos días, lo mejor es repasarlas una a una —dijo.

—¿Qué pasó con Danzo? —preguntó Homura—. No se le ha visto desde que tu llegaste.

—Está en el cementerio —dijo Tsunade.

—¿Qué...? —Homura tartamudeó.

Koharu arrugó las cejas ante tal información.

—Se le ha ejecutado por "intentó de asesinato" hacia mi, la Hokage —dijo Tsunade.

—¿Intento de asesinato? —preguntó Choza.

—Así es, el tipo no era un santo, yo esperaba que me protegiera con todas sus fuerzas —dijo Tsunade—. Pero en su lugar encontré el amargo sabor de la traición, cuando me introdujo en un Genjutsu para decir las palabras que consideraba convenientes para el desarrollo de algún plan que tuviera.

—¿Genjutsu? —preguntó Shikaku—. Danzo no era especial a tal nivel de poder controlarla a usted.

—Créeme que fue una sorpresa para mí también —dijo Tsunade.

Shizune avanzó hacia la mesa y tiró todos los pergaminos, algunos se desenrollaron y otros se mantuvieron intactos, la gente en la sala observó con curiosidad.

—Después, investigando al tipo, me encontré con irregularidades en sus actividades —dijo Tsunade—. Actos de corrupción en la rama Ne de los AMBU, datos que son desde la época de mi maestro, el Tercer Hokage, incluso, había planes para un posible derrocamiento, también, una pieza desconocida de la masacre Uchiha que sucedió hace mucho tiempo.

Todos agarraron los pergaminos y corroboran la información, Homura fue uno de los que leyó en detalle el pergamino, lo cerró y miró con seriedad absoluta a Tsunade.

—Usted fue quien lo invitó —dijo Homura—-. ¿Cómo podemos creer por completo en su palabra? Tal vez, solo quisiera deshacerse de un posible adversario político, haciendo que creamos en esta farsa...

—¿Una farsa? —Tsunade contestó indignada—. ¿Duda de mi palabra como Hokage?

—Las palabras no son suficientes para corroborar y los documentos se pueden alterar —dijo Koharu.

—Entiendo —dijo Tsunade—. Por cierto, quédense con los documentos y revísenlos bien, formen opiniones, en los próximos días, haré una "limpieza" totalmente transparente y abierta.

—No encontrarás nada —dijo Homura.

—Yo no dije nombres... —respondió Tsunade.

Tsunade tenía suerte que Konoha no estaba tan infectada hasta la médula, si hiciera esto en circunstancias no favorables, lo más probable es que hubiera acabado muerta.

—Ahora, en fin, este fue solo uno de los resultados que encontré al ir a la reunión —dijo Tsunade—. De algún modo, se ha formado una alianza entre las cinco aldeas ninja.

El Concejo abrió los ojos, no pensaban que este tipo de situación podría darse, esperaban algo como una especie de guerra pero esto era inaudito.

—Lo sé, lo sé —dijo Tsunade—. Ahora, formar una alianza ¿contra quien? He llevado una investigación en secreto, sobre el líder de Akatsuki, la organización terrorista.

—¿No era Pain? —preguntó Shikaku—. Las pruebas lo relacionaban como un jefe.

—Sí y no —dijo Tsunade—. Pain era la persona encargada de utilizar su ideología para captar la mayor cantidad de personas a su causa, quien es el verdadero culpable de la gran masacre, es Uchiha Madara.

—Pero él...

—Ha estado utilizando a Akatsuki como recursos para obtener más poder por alguna razón —dijo Tsunade—. Ahora, incluso con cuatro miembros todavía por derrotar, ha declarado una guerra ninja a todas las naciones, así que eso es lo que ha pasado.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó Shikaku.

—Mientras luchaba contra Danzo...

—Me refiero a los miembros... —dijo Shikaku.

Tsunade sonrió, como si hubiera esperado esto, asintió con satisfacción.

—¡Entra! —gritó Tsunade a la puerta.

El Concejo saltó de sus sillas, salvo algunas excepciones, Mitarashi Hajime mostraba su brazo izquierdo vendado, una casaca negra y una sonrisa.

—¡¿Qué haces tú...?! —dijo el líder de un clan civil.

—Jum... —Shikaku cerró los ojos—. Ayer hubo mucho escándalo, las noticias circulan rápido, es una lástima que era verdad.

—Este chico, Mitarashi Hajime —dijo Tsunade—. Ha estado en las filas enemigas durante mucho tiempo, conoce a los integrantes de Akatsuki, podemos utilizar la información que ha recolectado a nuestro favor.

—¡No! ¡Denegado! —grito Homura—. Este tipo... ¡las aldeas nos odiaran por tenerlo con nosotros...!

La mayoría en el salón asintió, algunos temblaban por aquello.

Shikaku mantuvo su compostura, miró a la Hokage.

—Tsunade-sama —dijo—. Esto podría ser complicado de afrontar si no lo manejamos con cuidado, se ha dicho mucho de ti con respecto a él, sobre que tienes la capacidad de controlarlo pero... eso no me importa mucho, en realidad, lo que quiero saber es, ¿tiene la suficiente confianza? La guerra será dura, usted no podrá manejar al chico por tanto tiempo, ni... a nosotros.

El Consejo se quedó en silencio por varios momentos, Tsunade, con su rostro rígido, contestó.

—Sí.

Shikaku suspiró y luego mostró una gran sonrisa.

—Muy bien, entonces yo confiaré en usted —dijo Shikaku.

La sala se mantuvo silenciosa, nadie hablaba.

Tsunade tenía ganas incontrolables de mostrar el nerviosismo que sentía, pero ahora, no podía hacer ese tipo de cosas, todo depende de sus decisiones ahora.