Capítulo 76: Felicidades

762 85 6
                                    

Había estado esperando por esto, aún así, le era difícil aceptarlo todavía. Hajime sabía que el momento propicio para actuar se acercaba.

—¡Konoha! ¡Iwa! —gritó el Raikage—. ¡Akatsuki se ha hecho de varios ninjas de sus aldeas! ¡Lo han hecho a costa de sus intereses! ¡Sé que han contratado a los mercenarios...!

—Raikage-sama —dijo Hiro, levantó sus manos, intentado apaciguarlo—. Le recomiendo que se calme...

—¡No me importa tu opinión! —gritó el Raikage—. ¡Esta es una verdad absoluta! ¡No se puede negar!

—Solo por ser el dueño de la casa no te da derecho a comportarte así —dijo Chiyo—. Respeta a tus mayores, Raikage. Sobre lo que dices... ¡no lo puedo negar! —Chiyo rió—. El padre del Kasekage anterior es una completa basura... sin embargo, tener que yo recurrir a fuerzas mercenarias... no, nunca, ¡jamás!

—¡Ja! ¡Seguro! —bufó Onoki—. Las grandes naciones han gozado por mucho tiempo de una relativa paz... han pasado de la expansión militar al desarme, mientras la tensión disminuye, la amenaza de guerra también, entonces, las aldeas ocultas se vuelven un desperdicio de recursos para el país que los suministra, ¿ya habrás notado esto? Que el país por el que luchas, te está dando la espalda poco a poco, "Kasekage en funciones".

—Sí, pero al Kasekage Gaara se le ocurrió una idea interesante —dijo Chiyo—. Mientras bajaba gradualmente el capital invertido a los recursos militares, destinaba ese fondo en la educación y en la investigación de comercio, tiene una idea bastante clara de donde encaminar el futuro de la nación...

—¡Un tonto! ¡El más grande que haya habido nunca! —el Kasekage sonrió con malicia.

Kankuro apretó su puño.

—¡¿Quien se ha creído usted?! —señaló Kankuro—. ¡No se atreva a...!

—Kankuro —dijo Chiyo, sin voltear la cabeza—. Deja de hablar si no quieres que me vea en la necesidad de matarte... o tal vez ellos.

Los guardias del Tsuchikage ya estaban en una posición ofensiva, solo una señal y atacarían.

Kankuro tragó saliva y se forzó a contener su odio.

El Raikage cruzó ambos brazos en la mesa.

—La Arena usó a Akatsuki en su intento de destruir Konoha —dijo el Raikage—. Orochimaru, aún no se sabe si era miembro para ese tiempo, como consecuencia, el antiguo Kasekage terminó muerto, dejó daños que demoraron en reparar y sin embargo, sin ninguna baja para Konoha. ¡Luego! El reciente Kasekage, fue asesinado por un ninja renegado de Konoha, ¡Mitarashi Hajime! ¡De quien todavía no se conoce su paradero! ¡Que casualidad!

El Raikage fijó su atención hacia Mei.

—Kirigakure —dijo—. Tú eres la más sospechosa, tu aldea no tiene relaciones con los demás y hay rumores que Akatsuki se formó en su país.

—Hay suposiciones de que el cuarto Mizukage estaba siendo controlado —dijo Mei—. Sin embargo, eso es cosa antigua. Quiero acabar con esta reunión con nuestro honor en alto lo más rápido posible para avanzar con mi propia aldea... además, creo que sé con quien tener relaciones diplomáticas después —Mei sonrío con cierta astucia.

El Raikage resopló.

—¡Todos ustedes...!

—Raikage-sama... —intentó calmar Hiro—. Por favor...

—¡Cuida tu lenguaje, Raikage! —Onoki tenía una vena en su frente—. ¡Porque tú nación no se desarmó es que tuvimos que contratar a Akatsuki!

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora