Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 99: No era mi intención

Con todo el ambiente, Sakura tenía su cabeza girando y dando vueltas, tenía los ojos cerrados, intentando concentrarse lo más que pudiera sin poder hacerlo al final.

Por fin, abrió las pestañas, nadie pronunció palabra ni dijo nada. Vio a Hajime sentado, sin decir nada, pensando y pensando, tan vulnerable, tan fácil de decirle: hola.

Entonces conversarían y se entretendría, al menos en su imaginación suena muy bien.

Y sin embargo, algo la detenía, no quería hacerlo, por ahora no. ¿Lo llamaría justo de ese modo?

Ir donde Hajime o ir donde Karin. En eso radicaba su duda. ¿Este era el momento que estaba esperando? ¿Por qué simplemente no toma una decisión?

—Hajime-kun —Sakura llamó.

Este giró su cabeza y sonrió débilmente.

—Voy también a bañarme.

—Entiendo —y volvió a bajar la cabeza.

"Nunca haría daño a Naruto". Sakura recordó esas palabras que le dijo a Hinata, esas palabras son válidas también para sus amigos, si en este momento hiciera algo como esto, sería muy fácil hacerlo después, cuando cruce esa línea... se hará más fácil.

Sakura apartó los árboles que se cruzaban en su camino, a paso resuelto, escuchó el sonido del río.

Esa línea, ¿cuál era? En realidad, era muy confusa, pero, algo le decía que era algo como esto.

—Hola... —dijo Sakura, levantando su mano, una sonrisa.

Karin estaba de pie frente al río, una roca sostenida con su mano izquierda, volando por los aires y aterrizando en su mano, fue hacia el río.

—No era mi intención —dijo Karin—. Me refería ha su entrenamiento, estaba un poco cansada y no medí mis palabras...

—Claro, yo también...

—Y la otra parte de mi, está muy segura que dije eso a propósito. Tal vez, en esos momentos de vulnerabilidad, eres capaz de mostrarte más insensible de lo que crees. Algunos dicen que el dolor lo provocó, yo no estoy tan segura de eso en realidad.

Cubrió su cuerpo con ambas manos y su cabello rojizo se movió al ritmo del viento nocturno.

—¿Soy una mala persona? Es decir, a veces lo que hago lastima a las personas, lo he notado, soy muy impulsiva y me gusta huir de los problemas, a pesar de que paso criticando la vida de los demás, no soy mejor.

—Karin, odiar no te hace una mala persona, yo por ejemplo, odio el ramen, hace que me ponga gorda... son mucha calorías.

—Ah... esto no tiene nada que ver con esas cosas... estoy hablando de relaciones, siempre habrá este momento en que lo estropeo todo con mis amigos, yo... no puedo asegurar que me agrede del todo Hajime, de hecho estoy segura que aun le resiento, ¿soy mala por eso?

—... Hace un tiempo... ¿te conté alguna vez que no me llevaba con Ino de la forma que lo hago ahora?

—... ¿no lo hacían desde siempre?

—Sip, no te lo conté. Nosotras dos, cuando niñas, peleamos por algo, ese algo era muy estúpido, respecto a que no era necesario hacerlo, de todos modos, el amor... el punto es... nos decíamos cosas muy horribles, con el objetivo de herirnos una a la otra, yo en particular, la odiaba, su buen aspecto, su mirada soberbia, esas cosas por alguna razón me molestaban.

—¿Lo siguen haciendo?

—No tanto... es decir, tenemos peleas ocasionales aquí y allá pero no pasa a mayores, solo basta con que alguna de las dos venga a la casa de la otra a jugar o leer o hacer algo y asunto resuelto. En retrospectiva, era muy mala en ese tiempo y... ¿no sé si lo sabía? Me justificaba a cada momento, y solía estar plenamente confiada en los argumentos que daba. Ahora, cuando pongo a prueba esos argumentos, me doy cuenta que no se sostienen de ningún modo... creo que por eso sé que he cambiado, que he madurado.

—No es simple para mí, lo he intentado tantas veces...

—El hecho de que lo hables...

—¿Qué pasa si sigo hablando sobre lo mal que me siento por el resto de mi vida después de acabar estropeando algo? ¿No será mi vida un fracaso?

—El hecho de que lo hables... significa que lo estás intentando. Me siento orgullosa de ti, de algún modo.

—... Oh... —Karin rascó su cabello, tocó su rostro.

No parecía no tener una idea particular, sino que estuviera aturdida por algo, Karin estuvo así por varios segundos, hasta que arregló su cabello.

—...Gracias.

Entonces, ella se volteó, una mirada cálida, bajando la cabeza, avergonzada.

—Bueno, voy a bañarme —dijo Karin—. Cuida mi ropa, ¡tampoco dejes que nadie espíe! jajaja... aunque tampoco es que tenga mucho que ofrecer pero... tú sabes...

—Estoy en las mismas, no te preocupes —Sakura sonrió.

—Yo te ayudaré la próxima —dijo Karin.

—Sí.

Sacó unas toallas de su mochila, se bañó, secó, Sakura rehusó hacer lo mismo. Fueron hacia el campamento, Karin con su cabello todavía mojado, era liso por completo ahora, se veía un poco mejor. No habló con Hajime, ni con nadie, sin embargo, una sonrisa tranquila tenía, era algo diferente. Después de la cena, se echaron a dormir, cada uno en su respectiva carpa.

Y escuchó y escuchó, una conversación, eran como murmureos y solo ella podía escucharlos.

—Disculpa —dijo Karin.

—No tienes que disculparte —dijo Hajime—. Hice cosas...

—No es cuestión de la carga, esta vez dije algo y me malinterpretaste y... bueno, por eso me disculpo.

—Pero tú... no tienes necesidad de que... tu odio hacia mi está más que justificado.

—Lo dicho entonces —Karin permaneció callada por unos instantes, intentando encontrar palabras—. Quiero hacer bien las cosas, para mí misma. Yo... creo que lo estoy entendiendo.

Un silencio, no dijeron más palabras.

—Hasta luego —dijo Karin.

Ella estaba fuera, sus pasos en la arena, se detuvo frente a su carpa. Sakura fingió estar dormida, controlaba su respiración, como un suspiro, Karin se retiró y fue hasta su carpa.

Ese dolor en su pecho no se detenía, era como un pinchazo, incómodo y que no desaparecía.

Esto era malo, le estaba doliendo demasiado, pero lo aguantaría de algún modo, eso haría, no importa el costo.