Capítulo 106: Confesión silenciosa

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Se las había arreglado para obtener una cabaña en el campamento, arropó y colocó el cuerpo de Hajime sobre una cama que estuvo dentro, sacó una isla y se sentó.

Revisó con detenimiento su cuerpo, luego su rostro, presentaba signos de cansancio, tocaba su cabeza constantemente como si estuviera sufriendo de dolores y parecía haberse mareado.

«Es fatiga, te has sobre esforzado demasiado».

Sakura suspiró y se recostó detrás de la silla, una brisa perturbó el lugar haciendo que su cabello se moviera.

¿Cómo debería hacerlo? Sus brazos sobre sus rodillas... no, cruza los brazos, tampoco. Iba mejor si las apoyaba sobre la cama. Observó su rostro por unos momentos e hizo un puchero, un sonrojo, luego se consternó.

Su corazón latía muy rápido, de un modo que pensaba que se escucharía por toda la habitación, el aire se le hacía más pesado cada vez que respiraba.

—Te quiero, Hajime-kun.

Un murmuro, imperceptible, lo había dicho y él estaba dormido, sin percibirla. Sakura arregló su cabello y soltó una pequeña risa, que ocultaba un llanto que estaba a punto de surgir. Tenía un pequeño balde a su lado lleno de agua, un trapo que exprimió lo más que pudo y colocó en su frente.

Podía ahora, aprovechar esto, este espectacular momento en que ella tenía la oportunidad de acercarse, sin embargo, todavía muchos pensamientos cruzaban su cabeza, por ejemplo: el porqué lo amaba.

«Claro, desperdiciaré mi tiempo, pensaré en mi vida mientras sueño en colores de rosa».

La razón por la que quería a Hajime era clara, le gustaba su rostro, claro y directo. No había más, si hubiera otras cosas ¿qué sería? ¿sus consejos? ¿su manera de abrazar? ¿el animo que le daba?

Sakura se sintió como una idiota, si hacía esto más difícil, terminar su acción lo sería mucho más, es una proporcionalidad directa, como la fuerza que aplicas y la distancia recorrida de un objeto, entonces, si fuera de ese modo, ¿por qué si yo te amo tanto, tú no me quieres igual?

Recordaba cuando leía libros, en general, sus preferidos eran esas novelas románticas, ahora, viéndolo en frío, le parecían terribles, aunque no por eso dejaría de leerlo, pues le hacen sentir algo especial, incluso ahora, todavía piensa que los libros del príncipe que encuentra a una princesa y viven felices para siempre es una realidad.

Todo lo que ha aprendido sobre el amor, nació de ahí, de esos patéticos libros, entonces ¿cómo puede siquiera pensar que el amor que brindas a alguien va a ser devuelto? Las personas no funcionan así.

Imaginaba a Naruto y como este le procesaba amor infinito y eterno, ella le rechazaba cada vez que podía, aunque también tienes que ser bien especial para declararte cuando la chica claramente esta buscando abiertamente a otro, no tenía porque ser tan grosera, porque Naruto estaba dando su mejor esfuerzo.

Otro ejemplo, si Hajime, a pesar de todo, la ha maltratado y humillado ¿por qué entonces? ¿era una masoquista? ¿eso es ella?

«¿Por qué a pesar de todo, no te odio?».

«Podría ser que me demostraste que eres una buena persona... ¿qué es una buena persona? Has hecho tanto daño, pero yo estoy seguro que ahora, eres el chico del que me enamoré ¿algo como eso?»

«¡Genial Sakura!» pensó «¡¿Lista para vivir una vida de miseria?! Donde lo más probable es que tu esposo se vaya a misioncistas a la punta del mundo y te deje a tu única hija y seas madre soltera, ¡genial! ¿Donde me apunto?».

Si no conociera lo suficiente a Hajime, sabría de inmediato que eso haría. Lo haría incluso si no fuera él.

Entonces... es una idiota y no puede cambiar eso, anotado. No puedo odiarte, así que lo dejaré pasar.

«Me gustaría ser como Karin, en serio...».

La calmada pero genial Karin, ella es capaz de analizar las cosas con tranquilidad, es brusca con sus palabras y eso, la hace especial, porque te dirá lo mal que está en su momento. Claro que no es siempre bueno en todos los casos, aun así, es mejor que ser este patético adefesio.

¿Por esa razón me gustaría ser Karin? ¿Por qué no Ino? Tienes unos... unos argumentos bien grandes a su favor.

«Dime, Hajime-kun», pensó, «¿Qué te hizo querer más a Karin que a Ino? Oh... ¿no lo sabías? ¡Somos mejores amigas! ¡Claro que me dirá que se confesó!».

«¿Cómo? ¿Qué como sé que te gusta Karin?».

«Como la miras incluso en los exámenes Chunin, es algo que nunca en tu vida harías conmigo, con una amiga. Hay expresiones que solo le dedicas a alguien en específico, sin percatarte estas surgen, así que no puedes controlar a las desgraciadas. Un gesto mio, al lado tuyo, podría significar: te quiero, cásate conmigo y tengamos 900 hijos repartidos por Konoha.»

Sakura rió ligeramente, luego suavizó su rostro,

¿Me preguntó si lo sabrías? Que yo te quería, que te estabas haciendo el idiota y tratabas de negar eso, porque sin duda... sería es muy cruel.

«...¿sabes porqué me gustaría ser como Karin?», dijo Sakura, «Porque mientras yo te quiero, ella te ama.»

Tal vez sea por la forma en que creció, en su infinita búsqueda de sentir pertenencia, pero ella si considera que es importante, te protegerá con todo lo que tiene, eso es lo que hizo durante tres años.

No puede evitar ser una amargada claro, y su paciencia tiene un límite, pero una vez la consigues, una vez eres capaz de que ella te ame y ella nota que es recíproco, entonces, tienes a la pareja lista, a mitad de camino.

«No sabes como te quisiera besar en estos momentos, Hajime-kun y sin embargo, me lo tengo que prohibir, porque haría más mal que bien, así que, por favor, despierta pronto».

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Había pasado un día, Hajime entrecerró los ojos, y se levantó de la cama, sin recordar en realidad lo que había pasado, era de día por la luz de la ventana.

Encontró un balde junto a un paño húmedo, parecía limpia por lo que procedió a humedecer su rostro. Terminada dicha tarea, el campamento se abrió.

—¿Sakura? —Hajime secó su rostro de inmediato—. ¿Q-Qué pasó?

Sakura llevaba un vaso con agua en su mano, lo dejó en la mesa.

—Nada —dijo Sakura, se sentó en la silla.

Sakura acomodó su cabello.

—... ¿sabes...? —Sakura tosió—. Te quiero, Hajime-kun.

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora