Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 71: Preparación

Dos guardias la podían acompañar y eso es todo, era cuestión de protocolo que eso sucediera, llevar uno más podría ser interpretado como una amenaza, llevar menos, influiría en el pensamiento colectivo de las demás aldeas.

Tsunade tenía perfectamente establecido a uno que llevaría, sin embargo, respecto al otro, se encontraba en una posición bastante delicada.

—Entonces, mientras que no estés en la reunión —dijo Homura—. Danzo quedará a cargo, siendo que es el más fuerte y con experiencia para asumir la responsabilidad de esto.

Homura es un anciano de cabello negro, arrugas en su rostro y lentes, fue una compañera de el Tercer Hokage mientras estaba a cargo.

—¿Tienes alguna objeción? —dijo Koharu.

Koharu es una anciana de cabello morado leve, sus parpados parecían cerrados todo el tiempo, al igual que Homura, es un conocido compañero del anterior Hokage.

Para Tsunade, tratar con estos era lo peor de su trabajo, realmente quería reventar sus cabezas, pero sabiendo el revuelo que haría, de algún modo se contenía. Sus sugerencias eran más bien ordenes que daban, las influencias que pueden ejercer sobre toda Konoha, es algo que no considera probar.

—De hecho sí... —Tsunade acostó sus brazos en el mueble—. Será que Danzo no puede ocupar el cargo.

—¿A qué te refieres? —preguntó Homura—. ¿Piensas que no es capaz?

—Yo no dije eso, fueron tus palabras —dijo Tsunade—. Quiero que sea parte de los guardaespaldas que me llevarán hacia Kumogakure en la reunión.

—Sin embargo, esa opción es inviable y muy poco práctica —dijo Koharu—. Danzo es líder de la parte Raiz Ne de Konoha, llevarlo es...

—Estoy seguro que Danzo tiene planes para una sustitución temporal, todos los líderes tienen una.

—¿Por qué piensas llevarlo? —preguntó Koharu—. Ahora, pienso que es mejor que lleves a un AMBU de confianza, pero subordinados, que alguien con tantas responsabilidades.

—Lo hago porque es fuerte —dijo Tsunade—. Hatake Kakashi también, pero, el prestigio de Danzo es bastante conocido, tener a dos guardias así, solo mejoraría la impresión desde fuera.

—¿Quien se quedará a cargo? —dijo Homura.

—Shizune. Ella es mi mano derecha y quien siempre está a mi lado, conoce mi trabajo, solo es revisar papeles, además, por el poder, no se preocupe, me he encargado de entrenarla personalmente, además, tampoco es que me vaya por mucho tiempo.

—... Referente a tu reunión, no podemos asegurar que Kumogakure no planee una emboscada —dijo Homura.

—Mayor razón para llevar a esos dos.

Koharu y Homura se sumergieron en un absoluto silencio, Tsunade había dado todos los argumentos que se le podían ocurrir, que ya habían sido pensados con antelación.

Ahora, no había excusas más que subjetivas sobre este plan, por lo tanto, si ellos se negaran en esta ocasión, habría razones para que ella dudara de sus intereses y Tsunade iniciar una investigación, estaba segura que ellos habían pensado lo mismo.

—Muy bien —dijo Koharu—. Aceptado, en la reunión que ocurrirá con los clanes, avalaré por esa decisión.

Homura también asintió en silencio.

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Las situaciones había resultado favorables y eso era muy terrorífico, tenía que admitirlo. Solo saber que Hajime podría lograr entender la situación del modo que lo hizo y planear un plan de acción es... muy genial.

Tal vez le esté dando mucho crédito, tal vez cualquiera, con la información que se guarda, podría lograrlo, pero su opinión, porque lo hizo, todavía no cambia.

Una vez empacadas sus cosas y comprobando que no le faltaba nada, gritó para que pudiera escucharla.

—¡Sal de una vez! —gritó Anko.

Sabía más o menos lo que pasaría, porque se lo había dicho, aún así, no pudo disminuir su sorpresa cuando realmente ocurrió.

Karin abrió la puerta de su habitación, dando un masaje a sus brazos.

Anko se posicionó diferente esta vez, más fría y con indiferencia, porque sería lo lógico en estos casos.

—Has mejorado, Karin —dijo Anko—. Pero no es suficiente para mí.

«Maldición... que genial soné...», pensó Anko, «De hecho, ni por un momento la había notado... que terrorífica esta chica».

Por lo que sabía, Karin se especializa en sigilo, pero incluso con AMBU que ella conocía, estaba en una liga diferente.

Ahora, aunque no estaba segura, sabía como se había dado la situación, debido a que se lo había contado. Karin intentaba mejorar, por eso, intentó acudir primero a Tsunade, no necesariamente para disculparse, porque no era como si hubiera aceptado la forma de tratarla, sino para intentar dialogar, después de todo, la tiene en alta estima.

Fue en eso que observó a Anko caminando junto a Shizune, por eso las siguió en ese momento cuidando de ser descubierta, porque de ninguna manera iba a caminar al lado de ellas, más que todo por la vergüenza.

Aburrida afuera, la curiosidad la pico y espiando (ella solo pensaba que hablaría sobre los resultados de una misión), no esperaba que la situación fuera tan seria y escuchar el nombre de Hajime, solo empeoró su entusiasmo.

Antes de saberlo, ella se encontraba espiando a Anko.

«Pero... hay algo que no cuadra», pensó Anko, «¿Qué razones tiene para venir aquí?».

Ella lo había visto, desilusionada, no albergaba en su pecho sentimientos positivos hacia su hermano, lo cual es una lástima y una alegría. Lástima porque en verdad le gustaba la relación que pudieron haber tenido y una alegría, porque Hajime se lo ha buscado, que esta chica ilusionada deje de quererle.

Esta era una parte que él no le había contado, decía que lo descubriría por cuenta propia.

Intentó no ponerse nerviosa, porque intuía la respuesta.

—Lo sabes ¿verdad? Te he notado, aunque la vieja no lo haya hecho, sé todo lo que has hecho —Anko levantó su mochila y lo puso en su espalda.

—Sí.

—Mi hermano ha cambiado y esa es la razón por la cual lo mataré —dijo Anko—. Ahora, las bonitas discusiones han acabado.

—Yo... —dijo Karin—. Te acompañaré.

—De ninguna manera.

Karin entonces hizo una sonrisa casi provocativa, cruzó sus brazos.

—¿Sabe Tsunade-sama que la espiarás? —preguntó.

—... ¿Qué quieres hacer cuando lo encuentres? ¿No ha sido suficiente?

Sin lágrimas, seria y determinada. Como nunca la había visto de este modo, se quedó mirando fijamente su rostro.

—No lo ha sido —dijo Karin—. Lo voy a detener esta vez.

—Es la misma situación de la última vez —Anko no pudo ocultar su molestia—. ¿Por qué te quieres seguir haciendo daño?

—Porque he comprendido algo.

—¿Qué cosa?

—Que no quiero ser patética —Karin bajó la cabeza—. Quiero detener a Hajime, así dejo de sentirme terrible, sé que es una decisión egoísta pero...

Anko giró su cuerpo, tapó sus labios

—Está bien —Anko interrumpió sus palabras—.  Ve y arma tus cosas.

—Gracias.

Cuando Karin salió por la puerta, Anko finalmente soltó sus labios para mostrar una sonrisa.