Capítulo 114: Ayudar

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Dieron un salto al terminar de recorrer la escalera, era un lugar espacioso, por donde se mirara había un blanco infinito. Minato dio una señal a Hajime, Karin habló con un sentimiento de pesar en su voz.

—La presencia de Naruto está desapareciendo —Karin observó el cuerpo flotante en la sala.

Tobi les dio la espalda mientras ambos brazos eran levantados al cielo, como si estuviera haciendo una reverencia o como si se estuviera regocijado de felicidad. Haciendo el sonido de un choque pero sin levantar polvo, el cuerpo de Naruto cayó al frente de Tobi, quien se quedó quieto mirándolo por varios segundos.

—No me sorprende que hayan llegado —Tobi miró de reojo, volteó su cuerpo, encaró al grupo.

Minato tragó saliva, Hajime sabía la razón, era porque se habían enfrentado antes. Hajime apretó su puño y pensó en una solución para el problema que tenían entre manos.

Naruto intentó reponerse poco a poco, Hajime no ocultó la sorpresa en su rostro además de sentirse conmovido. Sabía que tenía poco tiempo para actuar. Tobi en ningún momento intentó detener a Naruto, a pesar de que estuviera cerca.

—¿Qué harán ahora, ninjas? —preguntó Tobi—. En realidad, ya he ganado.

Tobi realizó sellos con su mano y esta era la perfecta oportunidad.

—¡Cuarto! ¡Karin!—Hajime señaló a Naruto.

Minato tocó el hombro de Karin.

—¡Lo tengo! —Minato realizó un único sello con su mano.

Sin embargo, nada había pasado, incluso Hajime se sorprendió. Recordaba que Minato y Tobi habían tenido un enfrentamiento donde este le marcó un sello, ¿eso no había pasado? ¿qué ocurrió?

Minato hizo el sello, así que era probable que él también pensara lo mismo, entonces... ¿qué ocurrió?

Cuando Tobi se detuvo, un grupo de árboles salieron del piso blanco, dando paso a la arena, las ramas rodearon sus cuerpos y los estrujaron con fuerza. Separó a los tres una distancia considerable.

«¿Qué está pasando?», pensó Hajime, «¿Por qué Obito puede usar elemento madera a este nivel? Su especialidad debería ser el Kamui... No importa, estoy perdido si consigue ser su Jinchuriki».

Sintió una presencia deslizarse por las escaleras, venía apresurada y dejó un rastro al arrastrarse.

Tanto Karin como Hajime se giraron al observar tal invocación.

—¡Hajime-sama! ¡Los Kage se han encontrado con una desgracia! —gritó Katsuyu—. ¡Cuando los Kage vencieron a Madara, este resultó ser solo una copia de Zetsu Blanco!

—¿Qué dices...? —Hajime reflexionó, bajo la cabeza.

«¿No era él... ? Pero estaba seguro...».

El Gedo Mazo, ante una orden de Tobi, abrió todos los ojos al mismo tiempo y Hajime observó el peor escenario que podía ocurrir.

—¡Qué patético! Tener que recurrir a esto... —Tobi hizo un sello.

Un nube de polvo rodeo todo su ser, él estaba de pie viéndoles con una sonrisa arrogante, confiado. Era Uchiha Madara, sus ojos eran oscuros. Era una forma [Edo Tensei]. El Gedo Mazo reflejó en uno de sus ojos, la figura de varios círculos circunscritos con tomoes alrededor, la figura se inclinaba hacia Madara, como si este fuera su amo absoluto.

—Ups, no tengo idea que ocurrirá si mantengo una técnica prohibida con otra —Madara sonrió confiado, realizó varios sellos deprisa—. Conmigo es suficiente, no necesitaré más ayuda.

Hajime no podía perder más tiempo, haciendo un sello con su única mano disponible realizó [Espada de viento] y cortó las ramas que lo sostenían, le costó más de lo que creyó, aun así lo consiguió, más ramas salieron del piso e incluso desde el techo, que lo intentaban detener, aun así esquivo la mayoría.

Madara sonrió, Hajime sacó un kunai especial de su bolsillo y lo lanzó con todas sus fuerzas adelante. Tanto Hajime como Madara levantaron sus dedos índice y anular. Hajime desapareció en un instante y Madara fue envuelto por el Gedo Mazo, su cuerpo envuelto en humo blanco.

Hajime agarró el kunai y cortó enfrente suyo en un instante. Sin embargo, su kunai fue detenido por el brazo de Uchiha Madara.

 Sin embargo, su kunai fue detenido por el brazo de Uchiha Madara

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Había renacido en todo su esplendor.

Nadie nunca le había podido huir a él, siempre había sido más fuerte que los demás, ahora, eso cambió, tragó saliva ahora que presenció a Madara por su cuenta. Hajime tenía un chakra que se asemejaba al Jubi, Madara la mayor parte del chakra del Jubi y su propio chakra, era muy difícil saber quien sería el ganador.

Arrinconado a estas circunstancias tenía miedo, sin embargo, una tos hizo que volviera a sus sentidos, Naruto todavía seguía luchando por su vida, no podía desperdiciar el tiempo.

Madara abrió y cerró sus manos como experimentando consigo mismo, luego miró a Hajime y corrió, este a duras penas pudo contener el golpe de Madara, para luego ser alejado debido a las esferas negras que flotaban detrás.

Hajime también se alejó por su cuenta, tenía muchas ideas en su cabeza, pero ninguna en particular sobre como había podido suceder esto. Madara rió como un desquiciado en se momento y lo señaló con su dedo.

—¡Tobi tenía razón! —dijo Madara—. ¡Debía de cuidarme de ti!

—¿Qué le pasó a Tobi?

—¡Ja! Nada en particular, nada en particular —dijo Madara—. Simplemente ha cumplido con su razón de existir. Era Uchiha Madara y ahora yo, el verdadero, he tomado el puesto, eso es todo.

Madara caminó a paso firme hacia Hajime, este se puso en guardia.

—Le prometí crear un mundo solo de vencedores, solo de paz, solo de amor... solo de esas cosas —dijo Madara—. Sin embargo, sonó tan... temeroso de tú presencia que necesitó de mí para intentar mejorar el plan, no le quedó de otra.

Madara corrió y Hajime se cubrió con sus puños, lucharon por un buen rato, hasta que Hajime se vio obligado a retroceder.

—Tengo que decir, que te lo agradezco —dijo Madara—. Se sentía tan reacio a "revivir" a quien lo entrenó.

Madara realizó sellos con sus manos.

—[Katon: Gokakyu no Jutsu] —gritó Madara.

Hajime fue hacia el lado derecho lo más rápido posible pero Madara lo interceptó con una de las esferas negras y le dio un golpe en la cabeza, haciendo que cayera al suelo, pudo recuperarse con mucha destreza justo a tiempo. Lo malo, es que sangre comenzaba a salir de su frente.

—Intentó controlarme —dijo Madara—. Fue entonces, que mi voluntad en el Zetsu Negro actuó, lucharon arduamente los dos, pero finalmente Zetsu pudo obligarlo a revivir a quien hizo posible esto, mi alma estuvo viva... luego, cuando no tuvo utilidad, lo maté y usé como ingrediente para crear otro Zetsu Blanco.

Hajime abrió los ojos.

—¿Bastante simple? —Madara corrió de nuevo.

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora