Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 70: ¿Qué haremos?

Hace tiempo se había acabado la transmisión por el [Jutsu de Telescopio], fue una batalla dura pero había acabado bien.

—¿Ahora que haremos? —preguntó Anko.

—Cosas importantes —dijo Hajime—. Muy importantes...

Hajime palmeó su rostro varias veces, estiró sus brazos.

—¿Entiendes esa sensación de que has recorrido un gran camino y luego das la vuelta? —preguntó Hajime, mientras seguía estirándose—. A veces, me siento así... a veces me gustaría no tener nada que ver en esto.

—Mi recomendación es no girarse, sé a lo que te refieres —Anko sonrió, estiró sus brazos.

—Al repasar todo, me ha dado esa fatiga —dijo Hajime—. Pero... solo falta un paso, solo uno y comenzaremos, ahora, el único peligro real es Tobi, en especial lo que pueda hacer.

—Será mejor que me lo expliques.

—Tobi es miembro de la organización Akatsuki, es el líder encubierto —dijo Hajime—. Es muy peligroso, no tanto por su poder, más bien por quien está detrás de él.

—¿Quien?

—Uchiha Madara.

—¿Así? —Anko estiró sus pies—. Bueno...

Hajime rió.

—Te estoy revelando el secreto más grande de la humanidad y ni una sorpresa —dijo Hajime—. Era de esperarse de mi hermana.

—No... es solo que... —Anko levantó la cabeza, intentando ordenar sus pensamientos—. Solo cambian el nombre, ¿Uchiha Madara era el segundo más fuerte de la historia si mal no recuerdo? Será peligroso, pero estoy segura que estarás bien.

—Ese es el problema —dijo Hajime—. No solo se trata de matarlo, es un poco más complicado que eso...

—Entonces te lo dejo a ti —dijo Anko, palmeó el hombro de Hajime—. Onii-san...

—Bien, gracias por confiar —dijo Hajime, levantando su pulgar.

—Entonces, ¿solo tengo que hacer eso?

—Sí, te lo agradecería mucho.

—Bien.

Anko se puso en cuclillas, intentando superar la altura de Hajime, su mano en su cabello, como si quisiera dar un mensaje, pero todavía complicado de decir.

—Te quiero.

—... Así se siente... —dijo Hajime, un tanto sonrojado—. Yo también.

Anko también se ruborizó.

—Esto sería mejor si solo tú lo hicieras —dijo Anko, con una risa nerviosa.

Luego de eso se calmo, bajó la cabeza.

—Te quiero mucho, lo sabes —dijo Anko.

—Sí...

—Pero, ¿por qué fuiste tú? —preguntó Anko—. ¿Qué te dio la responsabilidad o el derecho o lo que sea... para irte y hacer las cosas que hiciste?

—Porque era lo único que podía hacer —dijo Hajime—. No pertenezco aquí y he causado muchas molestias.

Otra risa de su parte, cubrió su boca.

—¿Siempre es la misma respuesta? —preguntó Anko—. ¿Quieres explicármelo?

—No —Hajime sonrió—. No me gusta mentirte.

—Y por eso no te preguntaré más —dijo Anko—. Te quiero hermano, pero desde la perspectiva de los demás, eres un patán que se unió a una organización criminal en busca de poder, tus amigos te odian y quien pensé como mi nuera, la bote por una decisión tuya. Tienes que asumir esas responsabilidades.