Sentado, sus dos rodillas en el suelo, una mirada perdida, sus pupilas se iban, escupió sangre.
—Jashin-sama... que bien me siento... —dijo Hidan, elevó los ojos.
—¡Asuma! —gritó Shikamaru.
Sus pies yendo adelante, intentó alcanzarlo con sus brazos, aún sabiendo lo lejos que se encontraba, se resbaló en el suelo, el cansancio durante el enfrentamiento.
Ino se levantó, con preocupación, miedo.
—¡Kakuzu! —dijo Hidan, volvía a un color normal—. He terminado con mi parte, te estás demorando mucho.
—Estoy a punto de acabar también —dijo Hidan.
Imponente, bajó la cabeza, miraba a Shikamaru, Kakuzu apuntó a su cabeza, pero el retrocedió al instante, empujó su cuerpo hacia atrás, sin precaución.
Sus brazos le dolían, no pudo evitar el quejido de dolor, duró poco tiempo, con cólera, se levantó de nuevo, iba a enfrentarse a Kakuzu.
Fue en vano, le dio un golpe en su cabeza, un golpe que lo hizo retroceder de nuevo.
Ino apretó ambos puños, acumuló la máxima cantidad de Chakra que le restaba, incluso si era contraproducente.
Saltó desde su posición, un pequeño salto, ambos puños chocaron el suelo, la tierra se abrió.
—¿Lo ves? —dijo Kakuzu—. Imaginar tener que coser tu cabeza... muy tedioso.
Ino se apresuró, Kakuzu estaba en una mala posición, por lo que se retiró a un costado, Hidan hizo lo mismo, pero ella no fue a atacarlos, en su lugar, recogió a Choji, y lo puso en su hombro derecho, luego, para evitar que Shikamaru se enterrara, lo agarró y lo puso en su izquierdo.
Rodeo la tierra que se rompía y lanzó a Choji en dirección de los árboles, fuera del peligro.
—Cuida a Choji —dijo Ino
Shikamaru no respondió, asintió, fue lanzado junto a Choji, aterrizó apenas, pero pudo controlarlo.
La sangre salía de su frente, su ojo derecho cerrado, el izquierdo analizaba a sus enemigos, Hidan sonreía, como si viera la comedia más graciosa del mundo, Kakuzu no decía nada. En ese escenario, se acercó a Asuma, tocó su pecho.
No había nada, ningún latido, no podía llorar, no debía. Sin embargo, era humana, algo tenía que mostrar, por eso se enojo, pensaba en Hidan, las distintas maneras de matarlo.
Luego pensó en ella, comiendo con su equipo en Konoha, este mismo día, divirtiéndose al jugar cartas, lo que hubiera pasado si no hubiera insistido en venir.
—¡Viste Kakuzu! —dijo Hidan—. ¡Esa es la desesperación! ¡El fervor surge ahí! ¡Ella tiene potencial! ¡Que genial, que genial...! ¡Me sentía muy solo, incomprendido, pero esta, podría entenderme!
—¡Cállate! —gritó Ino—. ¡No me conoces para nada! ¡¿Quién te has creído?! ¡Escupiría sobre ti antes que seguir tus estúpidas creencias! ¡Sigue hablando y partiré tu cabeza!
—Exacto, a eso me refiero —dijo Hidan—. Sin embargo, falta algo...
Observó a Shikamaru y Choji.
—Claro, una vez que te quedes más sola... —dijo Hidan—. Será más fácil que me creas. Cuando trasciendes el dolor, este se vuelve un placer, un placer...
Hidan comenzó a reír.
—Que trasciende todo tu cuerpo —dijo Hidan.
Entonces, dio un paso al frente, alzó su guadaña.
ESTÁS LEYENDO
Naruto Shippuden / Iridiscencia
Hayran KurguDespués del abandono, Hajime tiene que lidiar con las consecuencias y sus amigos con el dolor. ¿Qué pasará en la segunda parte? ------------------------------------------------- Los personajes fueron creados por Masashi Kishimoto, a excepción de Ha...