Capítulo 67: El pozo

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"Recordar es volver a vivir"

Que terrible y desoladora frase, porque significaba que todos los errores cometidos se quedarían en ella, que no importa lo que hiciera al siguiente día, ese dolor seguiría y nunca se borraría de su pecho.

Nagato hablaba con el Jinchuriki... mejor sería llamarlo Naruto. Ahora, más o menos entiende porque está más entusiasmado de lo común.

Las palabras eran como kunais que desgarraban su pecho, por eso dejo de escucharlas, aún así, ella misma se traicionaba, pues los recuerdos venían por más que intentara evitarlas.

—Te prometo mi más sincera lealtad, Yahiko —dijo Konan, inclinada, sonriente—. Porque me has salvado y estoy segura que salvarás al mundo del odio que se cierne sobre él.

Y Yahiko, hizo que se levantara, un "sí" efusivo, la abrazo y ese sentimiento.

Un trueno y una lluvia que caía sobre la noche, Hanzo la Salamandra con un kunai en su cuello, exigiendo la muerte de Yahiko.

Temía por su vida, no tenía la suficiente fuerza para matarse acercando ese kunai.

Por eso, cuando Yahiko se suicidó ante el pedido de Hanzo, esta no podía entenderlo. Nagato en ese momento demostró todo su potencial, el Gedo Mazo acabó con la mayoría en el lugar y fue rescatada.

Días y meses de preparación.

—Un último egoísmo antes de trascender —dijo Nagato.

Supieron que era el momento preciso para matar a Hanzo y así lo hicieron, en ese momento no sintió nada, incluso tenía ganas de desfigurar su cara, pero no lo hizo, porque Nagato no lo permitió.

Después del ajetreo, de algunas protestas controladas de Amegakure, Pain prometió estabilidad y prosperidad.

Era un cuarto oscuro la oficina del líder de Amegakure.

—Te prometo mi lealtad, Nagato —dijo Konan, inclinándose—. De ahora en adelante, yo viviré para ti y por lo que necesites, mi vida no importa si la tuya sigue a salvo.

Nagato contestó: sí.

Naruto se había enterado de todo, de los inicios de Akatsuki y su actualidad, de Jiraiya-sensei, de cosas que incluso no tendrían mucha importancia.

—La paz de los países grandes se consigue sacrificando países pequeños —dijo Nagato—. La paz es la violencia. Este mundo, no puede conseguir una paz verdadera, he llegado a esa conclusión a base de la experiencia. Las palabras de Jiraiya-sensei no las entendía, a pesar de que pase muchos años de mi vida intentándolo, por eso, lo hago a mi manera.

De nuevo ese silencio.

—Has escuchado mi historia —dijo Nagato—. ¿Qué harás para conseguir la paz?

Naruto cerró los ojos, parecía sinceramente estar pensando.

—Te entiendo —dijo Naruto—. Aún así, te odio.

Naruto sacó un pequeño libro, ponía "La leyenda del ninja impetuoso", lo abrió y comenzó a leer.

—"Naruto, después de muchos intentos, no logró convencer al dictador" —dijo Naruto—. "La única esperanza para él, sería acabar con su vida, para acabar con el sufrimiento que le causo y ha causará".

Y Nagato no hizo ni un solo movimiento.

—"Entendió ahora, el mundo es un infierno y es como un pozo sin fondo" —dijo Naruto.

—Yo también lo he leído —dijo Nagato—. En teoría, esperará a que...

—Mi maestro, un día me pregunto sobre el significado de esta frase —dijo Naruto—. Creo que lo entiendo ahora: "el mundo es un infierno y es como un pozo sin fondo..."

Los ojos de Naruto volvieron a tomar el Senjutsu chakra.

—Porque... —Naruto apretó sus puños, señaló a Pain—. ¡Porque un jodido y estúpido como tú lo puede hacer peor!

Nagato achicó los ojos.

—¿Entonces yo soy el dictador? —preguntó Nagato, con clara burla—. Lo que he hecho es traer paz a mi pueblo, no importa como lo mires: delincuencia, hambre; han disminuido desde mi gestión.

—¡¿Qué hay con el resto?! —dijo Naruto—. Escudándote en: "mi sufrimiento es grave y por ello he trascendido..." ¡tonterías!

Nagato miró con odio a Naruto.

—¡Todos hemos sufrido! —dijo Naruto—. Yo, Hinata... ¡La vieja ha ido a una guerra y no la escuchas hablando sobre su dolor esto y aquello! Tampoco sé lo que le habrá pasado a Kakashi-sensei, ¡Ero-sennin también ha sufrido y sin embargo, siempre mostraba una sonrisa!

Nagato tragó saliva.

—El mundo ya es un infierno, eso es innegable —dijo Naruto—. ¡Entonces no lo hagas peor! ¡Sé un buen aldeano! ¡Sé un ejemplo a seguir y no un psicótico que piensa que es la última palabra y lo máximo en el mundo! ¡Porque no lo eres!

—Has escuchado mi historia —dijo Nagato—. Lo he intentado... varias veces... aún así... el mundo...

—¡Esa es la cosa! ¡Esa es la respuesta que te voy a dar! —dijo Naruto—. Un solo individuo no cambiará al mundo, al menos no los corazones de la gente, no importa que tanto lo intente... pero el ejemplo... eso lo hará.

—¿El ejemplo? —preguntó Nagato, incrédulo—. ¿Qué pruebas tienes? ¿Cómo siendo alguien bueno cambiarás el mundo?

—¡No ahora! ¡No nosotros! —Naruto señaló fuera del árbol—. Ellos pondrán la piedra, las siguientes generaciones, hasta que las buenas acciones superen a las malas.

—No tienes pruebas... —refutó Nagato.

—¿No las tengo o no las quieres ver? ¡Te estoy señalando fuera! —dijo Naruto—. Vivimos en el mayor periodo de paz, han pasado más de 18 años sin guerra mundial, esa es la prueba.

—Entonces, Pain sigue teniendo razón —dijo Konan—. No es el "ejemplo", es el miedo, las aldeas no quieren seguir peleando, porque gente morirá.

—¡Sí! ¡Pero en estos tiempos! ¡La gente se esfuerza en no seguir luchando! —dijo Naruto—. ¡Tenemos que creer en el ejemplo! ¡Tenemos que ser mejores personas, así nos podrán imitar, ser ese soporte que cargue con todo el peso!

—¿Qué pasará si tu ejemplo no funciona? —dijo Nagato—. Si después de todo, la humanidad está condenada.

—Entonces, no habrá nada que podamos hacer —dijo Naruto—. ¡Por eso, tenemos que creer que podemos hacer algo!

—¡Por eso yo...!

—¡Lo tuyo es influir miedo! ¡No funciona así! ¡¿Tú gente vive feliz siquiera?! —dijo Naruto—. ¿Te has puesto a pensar en eso?

Nagato suspiró, como habiendo dándose por vencido.

—Tú y yo, nunca nos podremos comprender el uno al otro —dijo Nagato—. Tal como he venido diciendo, ahora mismo, nos mataremos.

Naruto se puso en guardia. Nagato se quedó en silencio por unos momentos, no parecía estar haciendo nada.

—Voy a pedirte un favor —dijo Nagato—. Uzumaki Naruto, quédate en la entrada, solo por unos minutos.

—¿No tratas de aprovecharte? —dijo Naruto—. Dije ser bueno, no ingenuo.

Entonces, sin que Konan lo esperara, pronunció estas palabras:

—Por favor —dijo Nagato.

—N-Nagato —Konan contestó temblorosa—. ¿Por qué...?

—... Está bien, ¡pero solo un minuto! ¡Te llevaré a la cárcel o algo por el estilo! ¡No te mataré! ¡Qué te quede bien en claro!

Naruto abandonó la sala, Konan se puso a investigar de inmediato, parecía que Naruto se encontró con Karin, está última estaba preocupada.

—Ese joven, Naruto —dijo Konan—. No conoce el dolor ni nada por el estilo, es un idealista al igual que Jiraiya-sensei, por lo tanto, sugiero que lo olvides, hemos trabajado duro para esto...

Konan se quedó de pie en su lugar por unos instantes, Nagato bajó la cabeza.

—¿Nagato...? —preguntó Konan.

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora