Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 109: Recuperar

Caminaron por largo rato los tres, viendo de vez en cuando, en esos breves instantes dado el [Hiraishin no Jutsu] de Hajime, a los ninjas histéricos y llorosos, marchando a la batalla. Para estos momentos, entonces, la aldea debería estar vacía, los aldeanos habrán evacuado a un lugar desconocido.

Con eso en mente, Hajime, Karin e Ino no fueron detenidos al caminar por las calles desoladas, la tarde amenazaba en desaparecer, el naranja perdía su brillo, las sombras se asomaban. La residencia Uchiha, ninguno se detuvo en examinar en detalle el entorno, salvo al llegar al centro del mismo.

Era una gran piedra rectangular, que tenía en el centro el punto de un circulo circunscrito que llevaba tres tomoes, asemejando al [Sharingan]. Hajime cerró las pestañas y al abrirse, sus ojos tomaron el mismo diseño. La piedra se movió por su cuenta, caminaron sobre las escaleras profundas que se mostraron, hasta llegar a un lugar donde no llegaba la luz del sol, por eso, velas estaban en los alrededores iluminando el salón.

Los símbolos del clan Uchiha se encontraban pintadas en un muro detrás de una piedra escrita.

Hajime sacó un pergamino debajo de su capa y señaló las posiciones de Ino y Karin. Alejadas cierto ángulos la una de la otra, Karin realizó [Kage Bunshin] para crear seis clones, estas asintieron.

Hasta ahora, Hajime no se había visto en la necesidad de usar Senjutsu, por la simple razón de que con su poder base fue suficiente, es por eso, que cuando ahora volvió a utilizar dicha técnica sintió una anormal sensación por su cuerpo. Tocó a Ino y este se mantuvo quieta incluso cuando de diferentes partes de su cuerpo, seis seres antropomórficos aparecían. Quedaron en el suelo, algunos sorprendidos y otros molestos.

Karin de inmediato acabo con dos Zetsu Blanco.

Luego, con los tres Zetsu en el suelo y uno quien Karin limitaba sus movimientos, Ino apuntó con sus manos haciendo un agujero, dijo [Shintenshin no Jutsu]. Un clon recogió su cuerpo que estaba a punto de caer.

El Zetsu que ahora poseía el alma de Ino, agarró la máscara en las manos de Hajime y se lo colocó, realizó varios sellos y pudo hacer el [Edo Tensei].

El Shinigami, con una espada sostenida en su boca, perforó su propio estomago, Karin abrió las bocas de los Zetsu donde las almas pudieron colocarse, estos transformaron su composición poco a poco. Ino desactivo el [Shintenshin no Jutsu] y regresó a su cuerpo original, dejando al Shinigami sin nada que comer y así, se desvaneció en el acto.

—Es demasiado simple para ser un arma que puede destruir el mundo —dijo Ino—. Tanto que me asusto.

Se recompuso y con curiosidad cruzó sus dedos, para tomar el control de los ninja que habían aparecido. Hajime afirmó las palabras de Ino.

—Es cierto —dijo—. El verdadero problema es con la ejecución, si tu control resulta inefectivo, podrían terminar matándote, esa es la debilidad del [Edo Tensei].

Con las preparaciones hechas, Karin cortó las cabezas de los Zetsu.

—¿Eso quiere decir que ahora Ino es la más fuerte de Konoha? —preguntó Karin.

—Se podría decir que sí... —dijo Hajime.

—Ya oíste, mortal, inclínate —Ino señaló con su cabeza el piso.

—Ya quisieras —contestó Karin.

Los cuerpos tomaron una forma definida, estos los observaron con cierta curiosidad. El Primer Hokage se mantuvo tranquilo, analizando la situación. El Segundo Hokage miró al primero y mostró su indignación. El Cuarto Hokage contempló sus manos en el aire.

—[Edo Tensei] ¿verdad? —dijo el Segundo—. Que desagradable...

—Tienes razón, hemos resucitado —dijo el Cuarto—. Pero... ¿cómo conseguiste eliminar el sello?

—Soy omnipresente —dijo Hajime—. Lo sé todo, Cuarto Hokage

El Primero al escuchar eso, dejó de lado la expresión seria que tenía y la reemplazó con carcajadas.

—¿Cuarto? —el Primero asintió con satisfacción—. Están pasando cosas muy raras aquí, ¿qué está pasando? No entiendo nada de verdad.

Aun así, el Hokage no dejó de reír.

—Um... vagamente recuerdo al Cuarto Hokage —dijo Ino—. A los otros dos, solo los reconozco en retratos de los libros, aunque en realidad no se parecen mucho...

—Jum... —el Segundo entrecruzó sus brazos, su rostro agudo—. Por como hablas, debes de ser cercana a Konoha, además, esa apariencia, ¿serás del clan Yamanaka? Además, sobre la otra... ese cabello rojo.

—¡Me encanta! —Hashirama se adelanto y tomó de las manos a Karin—. ¡Este cabello rojo! ¡Debes de ser una Uzumaki! ¡Qué alegría, me alegro tanto que su clan haya permanecido...!

—En realidad... solo somos dos... —dijo Karin, mientras con desagrado alejaba sus manos—. Naruto y yo, eso es todo.

—Jajaja —dijo Ino, con un pequeño sudor en su frente—. Ni siquiera pude controlar a ese tipo...

El Primer Hokage, Senju Hashirama, dejó caer sus brazos un poco deprimido, aunque luego se alivió al instante.

—¡Pero ustedes dos...! —dijo Hashirama.

—No, gracias, no duraríamos ni un día —dijo Karin—. Me conozco lo suficiente.

Hashirama volvió a dejar caer sus brazos, esta vez no se recuperó.

—¡Tenga dignidad! —gritó Karin.

—El amor puede ser confuso, joven, pero si le das tiempo y comprensión, tal vez... —Hashirama se levantó y acarició su barbilla, recordando algo del pasado.

—Eso nunca pasará con él —dijo Karin.

—Oh... pero yo no me refería a...

—Hermano —Tobirama interrumpió—. Dejemos estas tonterías para después, hemos sido convocados de nuevo, ese chico, por su apariencia, parece un Uchiha.

—Ciertamente parece de esa forma —dijo Hajime—. Tengo que admitir que el ADN Uchiha abarca la mayoría de mi aspecto, pero eso no es todo lo que tengo.

—... Entonces, ¿para qué nos has llamado? —dijo Tobirama, más como una orden que como una pregunta—. Dependiendo del caso, haré lo necesario, incluso matarte.

—Ya, ya —Hashirama palmeó en la espalda a Tobirama—. No tienes porque ponerte tan agresivo.

—Hermano, cállate —dijo Tobirama—. Los adultos estamos hablando.

Hashirama volvió a bajar los brazos, deprimido. A Hajime le pareció gracioso ver eso, pero tenía que aparentar ser el tipo rudo por ahora, para no flaquear en su persuasión.

—Entonces, vayamos al grano —dijo Hajime.