Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 75: Las sombras

El día había llegado, Kumogakure amaneció muy bulliciosa, debido al evento a punto de ocurrir, la aldea no era ajena a la información de la reunión, de hecho, se habían estado preparando dos semanas antes.

Era una habitación con lámparas adornadas, una altura considerable, al centro una mesa circular grande donde todos aguardaban. Había plazas encima, donde se podía caminar donde uno quisiese, este era el lugar más caro que era posible adquirir. El Raikage, A, a pesar de tener una silla a su costado, no se sentó, puesto que era una cuestión de etiqueta que el titular fuera el que lo hiciera último, aunque, no lo hacía tanto por su propia voluntad, más bien, por la recomendación de sus allegados.

Samui, Hiro y Darui fueron los elegidos a estar a los lados del Raikage.

Dos guardias abrieron una gran puerta, los sonidos de gente gritando se escucharon, algunos un tanto sorprendidos, había una cerca que impedía su pase, especial para situaciones como esta.

La primera en pasar fue una mujer muy hermosa y de figura delgada, tiene el cabello castaño rojizo que le llega hasta los tobillos, un moño atado con una banda de color azul oscuro, dos mechones de los cuales uno cubre su ojo derecho, sus ojos de color verde claro, era la Quinta Mizukage, Terumi Mei. Agarró un asiento y procedió a sentarse. Sus guardias no tomaron asiento y en su lugar, se colocaron a su lado.

El segundo en pasar fue un anciano de estatura muy baja, daba masajes a su espalda constantemente, sus rasgos faciales son una barba y un bigote triangular con esquinas angulares, tiene una gran nariz roja y las cejas gruesas de forma rectangular. Llevaba en su cabeza el sombrero de Tsuchikage, su nombre es Onoki. Estaba acompañado de una mujer de rostro soberbio y un hombre corpulento, que miraba de forma amistosa.

Hiro no pudo evitar una extraña sonrisa, sin embargo, que escondió al instante.

La tercera en pasar era la Quinta Hokage, Senju Tsunade, a diferencia de lo usual, llevaba un sombrero rojo, su certificación como Hokage. Estaba acompañada por Hatake Kakashi y Danzo.

La cuarta en entrar fue Chiyo, estaba acompañada por su hermano, Ebizo y por Sabaku no Kankuro.

Hiro no dejó que esto le interrumpiera, si todo salía bien... no, esta reunión... tenóa que salir lo mejor posible, al menos, eso repetía en su mente.

Los Kage dejaron sus sombreros en el suelo, el Raikage finalmente alzó su mano y dio inicio a la reunión.

—Tener que asistir a mi edad a estas cosas... —dijo Chiyo, con un suspiro—. Que desafortunado...

—Je, una vieja conocida —dijo Onoki, con cierta alegría en ese rostro amargado—. ¿Lograste reconstruir tu marioneta? Oh... espera, lo hice polvo.

Con una risa escondida, Onoki no ocultó su satisfacción.

—Volver a construir no es dificil para una vieja como yo —dijo Chiyo—. Enano-chan, ese día escupías sangre ante mi veneno, ¿quieres repetir la experiencia?

El anciano detrás de Chiyo parecía querer hablar, pero se detuvo.

Onoki refunfuñó desde lo bajo.

—Ya he previsto esto —el Raikage señaló a Hiro—. Este es un buen hablador, con un gran sentido de la justicia, es un dolor hablar temas delicados con él, ahora, es un buen momento.

—Oh... ¿Debería de creerte? —preguntó Chiyo.

—Lo juro por mi nombre de Raikage, con eso es suficiente.

La sala quedó en silencio por un momento.

—¿Entonces tu nombre es? —preguntó Tsunade, fijando su atención en Hiro—. Ya veo que no llegaremos a ninguna parte si no tenemos un mediador.

—Me llamo Hiro, Teroma Hiro —Hajime se posicionó al frente de todos.

Ahora, tenía que prestar atención a sus movimientos, los movimientos de Danzo.

Tsunade había hecho un buen plan, intuía que lo había hecho para no darle ningún cargo más alla de lider de Raíz, sin embargo, no se debe descuidar, este tipo tal vez daría muchos problemas y la razón por la que todavía no vuelve.

—Desde que Raikage-sama ha sido quien ha convocado la reunión, él debería de empezar.

—Ya empezamos con los favoritismos —dijo Onoki.

—Tsuchikage, deje de interrumpir, de lo contrario no avanzamos.

El Tsuchikage no respondió, ante la negativa que su hija, su guardia, denó con la cabeza.

El Raikage tosió y aclaró su gargante.

—Iwagakure tenía dos Jinchuriki —dijo el Raikage—. Eran Yugito Nii y Killer Bee, ambos en completo dominio de su poder, aún así, fueron capturados, es por eso que he convocado esta reunión, para poder discutir y averiguar su paradero, ¡los voy a destruir!

El Raikage apretó su puño.

—Es curioso —dijo Chiyo—. Sunagakure fue la primera aldea afectada por Akatsuki, el Kazekage fue capturado por uno de ellos, en ese momento, se mandaron varias cartas de socorro y solo respondió la bendita Konoha.

—... ¿Qué insinúa? —preguntó el Raikage.

—Nada —dijo Chiyo—. Es solo que pensaba que se tiene que llegar a estos extremos para hacer algo por fin, solo me parecía curioso —Chiyo rascó su cuello, hizo un guño al Raikage—. ¡Tranquilo! Solo son divagaciones de una vieja senil...

—Esperar ayuda... ¡que tontería! —dijo Onoki—. Sobre todo de usted, Kasekage.

—Me molesta perder potencial, como el Kasekage anterior —dijo Chiyo—. Eso es algo que aprendía mientras estaba a cargo, por cierto, solo soy Kasekage en nombre, en realidad del papeleo se encarga mi hermano, jajaja, ¡grandiosa jugada!

—Onee-chan —murmuró Ebizo, algo avergonzado.

—¿No te molesta a ti también, Onoki? —preguntó Chiyo—. Que no te dejen descansar en paz...

Onoki bajó los ojos, no respondió.

Tsunade asintió, como si estuviera en pleno entendimiento de algo.

—En mi aldea, se cree en "la voluntad de fuego" —dijo Tsunade—. Representa la determinación como una llama que nunca se extingue, que puede ser transferida y avivar las llamas más pequeñas y hacerla más fuerte. Mi abuelo, el Primer Hokage, creía en el momento en que nos entendieramos, yo también he venido para afrontar a Akatsuki, con todo lo que me sea posible.

La sala de nuevo en silencio, Mei dio una sonrisa algo cálida a Tsunade.

—¡Tonterías! —gritó el Raikage—. ¡Usted! ¡De todos aquí! ¡No confío!