Capítulo 94: Confío en ti

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Tenía la inquisidora mirada de Tsunade quien esperaba la respuesta de su parte. Hajime aturdido, apenas tenía idea de lo que ocurría en esta parte de la historia, porque era diferente de lo que recuerda, Akatsuki nunca había tomado toda una aldea como base de operaciones en la historia original, tampoco había ocurrido un éxodo hacia Konoha en búsqueda de soporte. Esto crearía una gran carga hacia Konoha más ahora que recién se reconstruía luego de un gran ataque.

Sabía que lo lógico sería que Sunagakure, por algún motivo, se encontrara en problemas de gravedad descomunal, tomaría esta decisión porque conoce y tiene relaciones con Konoha, pero esperaba que nunca pasara.

En la carta también menciona que la Kasekage se quedó a defender el frente, ¿podrías ser que ella...? En caso de que hubiera hecho lo mismo que en la serie original... resucitar al Kasekage a cambio de su vida... recuerda ese momento en que la historia se resolvió por sí sola en el país de Amegakure con Zabusa, no se esperaba eso y sin embargo, pasó como siempre.

Hajime esperaba, con el Rinnegan que Sasuke obtendría, resucitar al Kasekage, pero en caso de que sus pensamientos sean correctos, los sucesos...

Dicho esto, este mundo no es por completo similar al de la serie Naruto, por más que ha buscado señales del País del Hierro, no las ha encontrado, el paisaje existe, pero no ninguna asociación, también estaría el tema de Kaguya, ¿Zetsu negro progresaría con su plan como normalmente lo hace? ¿En realidad tiene ese plan? Había preparado un plan de contingencia en ese caso, para derrotar a Uchiha Madara, con el tercer jutsu que creó, aún así, sería mucho más conveniente que Kaguya resucitara, así: Naruto, Sasuke, Sakura y él, podrían acabar con facilidad la historia.

Un dolor en su cabeza retumbaba como si un tambor estuviera siendo golpeado.

—Sí, lo sabía.

En esta oportunidad no tuvo otra opción más que mentir, más para sí mismo que para los demás. Si Hajime aceptara que todo lo que hizo era innecesario, no sabía lo que haría.

«Si pudiera haber pasado el tiempo con ellos en vez de preocuparme tanto...», pensó Hajime.

—Pues fue un horrible y pésimo plan —dijo Tsunade—. Las vidas son irreemplazables, debes de saberlo.

—Te has vuelto muy blanda...

—¿Es eso? Yo creo que te has vuelto muy duro.

Hajime frunció el ceño, esta presencia iba caminando por las escaleras hacia la habitación, Tsunade contempló la puerta, esperaba.

—Aún no confío en ti, Hajime —dijo Tsunade—. Nuestra relación normal acabó cuando decidiste tomar ese camino, aún así, las heridas pueden sanar ¿puedo confiar en ti?

—Haré lo que sea necesario —dijo Hajime, pensó en algo que le agradó, sonrió—. Cuando acabe la guerra, tus preocupaciones por mi se esfumaran.

—... No le rompas el corazón —dijo Tsunade.

—Es tu culpa, no debiste llamarla —dijo Hajime, bajó los ojos—. Desde mi punto de vista, estoy mejor solo, estar al frente de la persona a la que le hice tanto daño... no se lo merece, sobre todo ella.

—¿No te cansas de tomar malas decisiones?

Hajime contuvo la respiración, puso las palmas en la mesa.

—Desde que tengo uso de razón, me he sentido ajeno a esto que llaman realidad —dijo Hajime—. Lo podía ignorar antes de marcharme, pero ahora siento que todo a mi alrededor cambia sin poder hacerme cargo de todo, me he vuelto muy fuerte y no me siento mejor. Por eso si me alejo de estas relaciones absurdas y dejo que todo avance...

—De verdad que eres pesimista —interrumpió Tsunade—. ¿No es eso estar vivo? Sea donde sea habrá problemas e incluso por la cosa más patética podrías hacer un lío, el ser humano y todo lo que tenga consciencia busca los problemas porque les da un significado, la cosa es saber enfrentarlo.

—Aún así, aunque te esfuerces, no todo saldrá como quieres, ¿qué necesidad hay de seguir con los problemas? Ocasionar más daño a algo... te hace una persona despreciable.

—No hay nada de despreciable en disfrutar esos pequeños placeres de la vida —dijo Tsunade—. Tomar un buen helado cuando estás cansado, ir de compras en la licorería, caminar por el parque oculto por los árboles, amar.

Tsunade contempló su mano, movió sus dedos, observó sus uñas.

—La vida es corta —concluyó Tsunade—. Estás ahí, Hajime, una versión pesimista de ti, pero estás... levanta la cabeza, espero sea la última vez que lo diga.

Hajime no hizo caso a esa orden, Tsunade levantó su cabeza con la mano.

—Nunca pierdas la esperanza, Hajime.

«¿Sabrá ella que estaba mintiendo?», pensó Hajime, «¿Por qué estás tan sonriente?».

Tsunade precipitada alejó su mano del rostro de Hajime, Karin entró a la habitación.

—Bien, estoy aquí —Karin movió ambos brazos—. ¿Qué deseas?

Karin solo miró a Tsunade, esta sonrió.

—En tres días llegaran un grupo de extranjeros de Sunagakure a la puerta oeste de la aldea —dijo Tsunade—. Shizune está atareada y varios AMBU de mi confianza están trabajando en la reconstrucción, esto es un asunto diplomático y en extremo preocupante, por lo que me encargaré de ello.

—¿Entonces...?

—Todo el mundo sabe que eres mi discípula —dijo Tsunade—. Te quedarás a cargo de Hajime, por un rato, para que el descontento no aumente.

—... ¿No sé si lo recuerdas? Soy Mitarashi, tengo su apellido, ¿eso no hará...?

Tsunade se levantó y fue hasta la puerta, ignoró las protestas de Karin.

—¿Por qué yo? —Karin tímida, revisaba la habitación, excepto por una parte.

—Porque confío en ti.

Entonces los dos quedaron solos en la habitación, Hajime tampoco le quiso dirigir más su atención, le era muy incómodo seguir hablando con ella, también ese evento en la cabaña, ella no quería hablar y lo entendía.

Ahora, con la nueva información, lo mejor sería hacer otra estrategia.

Karin sentada en el mueble, espalda recta, sus manos unidas y su cabeza agachada, su rostro inexpresivo, meditando y meditando.

—¿Todavía sabes hacer el [Kage bunshin]? —Karin habló desdeñosa, como si no le importara.

—Sí... —dijo Hajime tímido, evitando todo tipo de contacto.

—Sabes... la verdad es que nadie debería de confiar en mí.


Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora