Naruto Shippuden / Iridiscencia

Capítulo 55: Tiempo

Era una noche oscura, relámpagos caían por todas partes.

A Sasuke no le tomó mucho tiempo llegar aquí, no se enfrentó a ninguna dificultad, el compañero de su hermano, un tal Kisame, le dejó pasar sin contratiempos. Con todo lo que ha hecho su hermano, él al menos puede confiar en su palabra.

Algo tan íntimo como una pelea entre ellos, Sasuke no dejaría que alguien se entrometiera y estaba seguro de que Itachi también haría lo mismo.

Era un cuarto oscuro, el silencio gobernaría sino fuera por los pasos de Sasuke.

Itachi se encontraba en una silla, la pose perfecta, como el hijo de un rey.

Los dos se miraron con odio y ninguna palabra fue dicha.

La batalla comenzó y ninguno cedió ante el otro, las enseñanzas de Kakashi impidieron que sus ataques fueran tan obvios. Usaron Genjutsu, la especialidad del clan.

Con el Katon destruyeron las paredes.

Fueron al techo, donde un relampago rompió el cielo.

—A esta técnica, la llamo Kirin —dijo Sasuke—. Me es gratificante enseñarte eso, porque es perfecto para castigar tu maldad, y para ser libre.

Sasuke levantó su mano, y apareció un dragón de rayos, que arrasaba con todo a su paso.

Itachi con sus dos ojos con sangre, no había oportunidad de que escapara. El techo se rompió junto con las paredes, la casa de había derrumbado.

Sasuke con precaución, nervios, miró el cuerpo de su hermano que estaba en el suelo. Cuando las gotas de lluvia no demostraron algún movimiento, finalmente desactivó su Sharingan.

Toda su vida enfocada a esta pelea, era patético.

—Todo termino —dijo Sasuke—. ¡Te maté!

Sus dos puños apretados, con ganas de saltar, sin embargo, sus heridas no se lo dejaron.

—Tus ojos te están fallando, Sasuke —dijo Itachi.

Sasuke abrió los ojos, Itachi se levantó, con sangre en su boca.

—Es increíble, hermano tonto —dijo Itachi—. A pesar de todo, has logrado salir victorioso. Pero yo tengo esto.

Itachi tenía un esqueleto gigante que lo cubría sobrevolando encima de apariencia naranja.

Los huesos formaban carne, la carne piel. Un ser espiritual estaba ahí, flotando, una espada en su mano derecha y un escudo en la izquierda.

—Pero esto es lo que el odio hace —dijo Itachi—. Este es el [Susano'o], el producto de mi Mangekyou Sharingan, algo que te niegas obtener.

Sasuke retrocedió unos pasos, con tormento, ansiedad. No esperaba esto, no esperaba enfrentarse a esa abominación.

El cielo se aclaraba, como dando espacio a la presencia del ser frente a él.

Itachi se acercaba, Sasuke siguió retrocediendo, no sabiendo que hacer, se topó con una pared.

—¡Maldito seas! —gritó Sasuke—. ¡No me quitarás mi felicidad! ¡Volveré con Naruto, con la frentona! ¡Te destruiré!

Junto chakra en su mano, a pesar de que sería contraproducente, el [Chidori] que había estado practicando ese día con su maestro.

—¡[Chidori Nagashi]! —Sasuke lanzó el ninjutsu.

El rayo fue lanzado, rompiendo el aire, parecía invencible, pero al chocar con el Susano'o de Itachi, fue simplemente repelido.

Sasuke sacó un kunai, su brazo adolorido, pero aún sacando fuerzas logró lanzar, pero como esperaba, no resultó efecto.

Con un semblante determinado, agarró el kunai en el suelo, lo apuntó hacia Itachi, sin embargo, fue repelido.

Se encontraba en la pared, en el suelo, acostado, sucio por todos lados. Itachi levantó sus dos dedos al frente, que goteaban sangre.

—¿Me... darás mis ojos ahora? —dijo Itachi.

Sasuke se levantó, sus cuerpo de pie como pudo, acostado en la pared. Cerró sus pestañas.

«Lo siento», pensó Sasuke.

Un choque en su frente, los dedos de Itachi se deslizaron en su rostro.

Sasuke abrió la pestañas, Itachi desvió la mirada, el [Susano'o] se desvanecía, cayó al suelo.

En sus pies, el cuerpo de Itachi estaba ahí, no daba señales de moverse.

«¿Qué... pasó?», pensó Sasuke.

Sin embargo, nada se le venía a la cabeza, tenía mucho sueño.

Sasuke sonrió, tal vez hoy, dormiría bien.

###

Salieron de la residencia Uchiha, con sus mente llenas de cosas que no podían explicar con palabras, pero ambos al darse un vistazo, se entendieron de alguna forma.

—Sasuke volverá en algún momento —dijo Naruto—. Yo también seguiré mi camino, es hora de madurar.

—¿Qué harás Naruto? —preguntó Sakura.

—Iré donde el jefe Fukasaku, ¡al edificio Hokage! —dijo Naruto, levantó su puño—. Fue el maestro de mi maestro, ¡seguro que me enseñará algo!

Sakura cruzó sus brazos y suspiró, sin embargo, dando su aprobación al final.

—Te veré luego entonces —dijo Sakura, estiró su puño—. Hasta luego.

Naruto chocó su puño con el de Sakura, ambos se despidieron con una sonrisa.

###

—Como le dije, Fukasaku-sama —dijo Naruto—. ¿Podría enseñarme?

Inclinado, Naruto temblaba un poco al estar frente a Fukasaku

—No es necesario que hagas eso —dijo Tsunade—. Fukasaku-sama ha venido para llevarte a ti.

—¿En serio? —dijo Naruto.

—Es bastante obvio —dijo Tsunade—. ¿Has armado tus cosas? No esperabas un no por respuesta, supongo.

—Algo así —dijo Naruto—. He entendido muchas cosas en estos días, no puedo sumergirme en lágrimas ¡todavía hay cosas por hacer!

Shizune observó por unos momentos a Tsunade, esta solo sonrió ante ello.

—Que así sea, entonces —dijo Tsunade.

—Les dejaré una rana de transmisión para el contacto —dijo Fukasaku—. Partiremos ahora.

—¡Bien! —Naruto se dirigió a la puerta, luego se detuvo—. Por cierto, ¿donde es el monte Myoboku?

—Eres igual a tu maestro —Fukasaku dijo nostálgico—. Nos llevará un mes a pie, lo llaman la montaña de los laberintos, con mi ayuda tal vez lo superes en dos meses.

—Incluso llegar es difícil —Naruto cayó sus brazos.

—Pero —dijo Fukasaku—. Tú eres un invitado especial.

Fukasaku levantó sus dedos, Naruto y él desaparecieron en una nube de humo.

—Naruto-kun está creciendo —dijo Shizune.

—Sí —dijo Tsunade—. ¿Podrías cubrirme un rato?

Tsunade se levantó de su asiento, antes de que Shizune respondiera.

—¡Incluso leeré una hoja por mi cuenta! —dijo Shizune.

—Que adorable... —dijo Tsunade.

Abrió la puerta y se marchó. Por varios minutos, Shizune no encontró que Tsunade volviera, algo bastante lógico, no había tenido mucho tiempo para ella últimamente.