Capítulo 87: Hogar

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Hajime se encontraba bastante enojado, porque los guardias en la puerta hicieron todo un lío cuando lo vieron ingresar al lado de la Hokage, lo que a su vez atrajo la atención de los aldeanos alrededor e hizo que intentaran acercarse, ninjas de Konoha tuvieron que protegerlo para que no fuera atacado, aunque ellos no dejaran de tener deseos de lo contrario.

Algunos lanzaban piedras con la esperanza de provocar daño en alguna parte de su cuerpo, en especial en su brazo herido, por lo tanto, para ocultar su enojo, fue cabizbajo para evitar sus miradas. Una parte de él estaba muy seguro de que su odio tenía fundamentos, pero el otro no lo toleraba. Con su brazo sano detuvo una piedra que estuvo a punto de caerle y lo aplastó.

Observó de reojo a Anko, apretaba su puño con fuerza, fue una suerte que le halla advertido que no realizara ninguna acción a su favor en público, de lo contrario, ella podría salir perjudicada.

Si Tsunade se acercaba, eso sería un suicidio político, ella no podía hacerlo. Así que en estas condiciones estaba solo. Tampoco se acercaría al edificio Hokage, en su lugar, iría al Departamento de Investigación y Tortura, para explicar con lujo de detalles todo lo que supiera.

De algún modo, logró avanzar entre la multitud enfurecida, era un cuarto totalmente blanco por donde se viera, Hajime estaba sentado en una silla y observó de reojo la ventana grande que reflejaba las figuras de los dos hombres.

Ibiki revisó las hojas que tenía sostenidas por un tablón de madera, dejó aquello en la mesa.

—No te puedo hacer daño —Ibiki tenía una mirada afilada, como si quisiera perforar cada parte de su ser—. Lo sabes.

—Tsunade es demasiado amable —dijo Hajime.

La risa de Ibiki resonó por toda la sala, por su forma de expresarse, pareciera que hubiera escuchado el chiste más divertido del mundo.

—Eso es cierto para sus amigos —dijo Ibiki—. De todas formas, ese no es el tema que nos compete. Veamos, veamos, estoy bien documentado sobre todas tus revelaciones.

—No hay nada de falso —dijo Hajime.

—Eso el tiempo lo dirá —Ibiki tapó sus labios, observó largo rato el documento—. Verás, he vivido más tiempo que tú y sé más cosas que tú. Sé, por ejemplo, que un lobo puede vestirse de cordero y viceversa. Sé que no importa el momento, el ser humano es su peor enemigo, que cuando se levanta por la mañana activa una mina que lo destruye y el resto del día recoge sus piezas.

—Muy bonitas frases...

Ibiki bufó ante el comentario, cruzó sus brazos en silencio, todavía pensativo.

—¿Rojo o azul? —preguntó Ibiki.

—Azul.

—¿Caluroso o frío?

—Frío.

—¿Escudo o espada?

—Escudo.

—¿Miedosos o respetados?

—Respetados.

—¿Konoha o tú?

—...

Hajime sonrió con sarcasmo, Ibiki asintió en entendimiento y le devolvió el mismo gesto.

—Demasiado peligroso —dijo Ibiki—. Realmente me aterras.

—¿Cómo debería tomarlo?

—Como quieras.

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Cuando Ibiki cerró la puerta detrás de él, mostró una especie satisfacción.

—¿Qué fue todo eso? —Tsunade se plantó frente a él.

Además de ella, habían otros cinco más. Tsunade por ser Hokage no se le podía negar la presencia, Karin estaba porque se lo había prometido,,Anko por ser su hermana, Sakura por ser su discipula, Hinata por ser la hija del líder del clan Hyuga y Kakashi por el nivel de respeto que se le tiene.

—En mi opinión debería ser encarcelado de por vida en alguna celda lejana y no volver a encontrarlo —dijo Ibiki.

—¿P-por qué dice eso? —preguntó Sakura.

—Es demasiado auto-destructivo —dijo Ibiki—. Un poco de soledad le haría bien a tu hermano.

—Por ahora necesito que me ayude —Tsunade dirigió su atención a la figura de Hajime, detrás de la ventana—. ¿Es confiable?

—Um... claro —dijo Ibiki—. No pienso que mienta, usted Tsunade-sama, no pondría su confianza en un tipo cualquiera.

—No he puesto mi confianza en él —dijo Tsunade.

—Todavía tuvo la suficiente capacidad de informarme —dijo Ibiki—. Usted es muy temible, incluso más que yo.

—... Retírate, Ibiki —dijo Tsunade—. Gracias por tus servicios.

—Entonces, me retiro —Ibiki fue hacia la puerta—. Por cierto, Anko, quiero toda tu investigación sobre tu caso solitario para mañana a primera hora, es una orden.

—Sí jefe... —dijo Anko con cierto desgano.

La puerta se había cerrado, todos se quedaron con la atención fija en Hajime, un cierto descontento apareció en el aire. Tsunade podía sentir eso, como era algo que no le iba a dejar descansar.

—No te atrevas —dijo Anko.

—... ¿Atreverme a qué? —dijo Tsunade, mientras seguía mirando a Hajime.

—No lo sé —dijo Anko—. Es solo que tu rostro me está desagradando.

En el salón la mayoría parecía asentir con eso, Tsunade no entendía la razón. Sin responder, abrió la puerta. Hajime seguía sentado, como era de esperar. Los dos se vieron a los ojos por varios segundos, Tsunade exigió que se pusiera en pie. Caminando detrás de Hajime, sosteniendo con fuerza su casaca, la espalda, como quien lleva a un delincuente.

Anko cruzó sus brazos, mirando con odio a Tsunade, quien todavía, no entendía la razón.

—Quédense aquí —dijo Tsunade—. Es una orden.

Salieron de la sala, avanzaron por los pasillos del edificio, los sonidos de protesta de la gente se escuchaban incluso sin salir. Ninjas cubrían la entrada hacia el edificio. Las protestas de los aldeanos continuaron en incremento.

—¡Silencio! —gritó Tsunade.

El bullicio que producían los aldeanos se detuvo en ese momento. Tsunade y Hajime frente a ellos, la primera sostuvo el cabello del segundo con agresividad, como si fuera un orgullo o una especie de trofeo de guerra.

—¡Aldeanos! —gritó Tsunade, para que todos escucharan—. ¡Sé que están molestos por sus tiendas, por el maltrato a su capital, por la muerte del Kasekage a manos de Hajime y el desprestigio que esto causó a la aldea!

—¡Tiene que morir, Tsunade-sama!

—¡Lo tiene en sus manos! ¡Acabe con él!

Con una mirada afilada, Tsunade empujó a Hajime y este estuvo sentado.

—¡Trabajará por mí hasta que desfallezca! —gritó Tsunade—. ¡Pagará sus crímenes trabando sin paga, ni beneficios de ningún tipo! ¡Trabajará para la aldea que destruyo este estúpido! ¡Lo juro por Konoha y todo lo que eso representa!

Naruto Shippuden / IridiscenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora