¿Estrellas enamoradas? [TodoBaku] [KiriDeku]

Capítulo 63: Tenko y Touya.

— ¿Saben? Hay mejores lugares para una cogida en primer lugar los hoteles o los baños pero no aquí así que largo.

Touya gruñó por la interrupción como si realmente le importará y la chica con la que estaba se sonrojo a más no poder, le dio una cachetada y salió corriendo de allí con sus prendas entre las manos.

Tenko vio sin interés como el menor se recostaba en el piso y prendía un cigarrillo.

—Largo Todoroki, es increíble que tenga que venir acá un sábado solo para asegurarme que no hagas tu mierda en el salón —gruño el mayor.

—Siempre lo termino limpiando —se defendió el pelinegro.

Si hubiera estado sentado hubiera visto como Shimura rodaba los ojos con fastidio.

—Y el condón utilizado que me encontré la otra vez no era tuyo —atacó Tenko.

—No lo era —negó Touya.

El pelinegro pudo escuchar el gruñido de el mayor y sonrió satisfecho con su reacción.

"Además sino hago esto ¿De que otro modo obtendría tu atención?"

Era muy imposible que le dijera ese pensamiento a el mayo, no se lo tragaría y lo tomaría como idiota.

Aunque ya lo hacía pero Touya no quería hundirse aún más en el fango en que él mismo se había metido.

—Como sea, levanta tu trasero y vete —ordenó Tenko cansado —El lunes limpiare este desastre.

— ¿Y porque no ahora? Te ayudaré —ofreció Touya esperando no haber parecido demasiado desesperado.

—Ayudame ya no haciendo estás cosas Todoroki —resopló el mayor —Tengo una obra a la cual asistir por eso no lo haré hoy.

El menor se arrepintió de inmediato, si hubiera sabido que tenia una actuación ese día hubiera dejado su encuentro con esa chica para otra día.

Pero ya era tarde.

Como el mayor se lo pidió levantó el trasero y se fue de el salón de el club de teatro.

Salón que usaba para encontrarse con chicas todos los sábados desde que le había empezado a gustar el presidente de el club, Shimura Tenko de tercer año clase B.

Era una forma muy retorcida y estúpida de llamar su atención.

Touya lo había conocido en su ceremonia de ingreso que por supuesto se saltó, no quería estar con el tonto de Natsuo en esos momentos y su padre podía irse a la mierda si se enteraba.

Había pensado en irse a ver a el pequeño Shoto en el jardín de infantes que quedaba cerca, desde lo que había pasado con su madre el bicolor había estado muy mal y él quería distraerlo de eso.

Fuyumi le decía que lo encontraba en los recreos escondido en un salón y no hablaba con nadie.

El pelinegro sabía que la albina no estaría siempre con el menor, Shoto tenía cinco años y ella catorce no podía saltarse siempre las clases en la secundaria para ir a verlo por mucho que quisiera.

Touya miro la marca en su brazo, la quemadura de aquel accidente y se enojó.

Su madre había ido a parar a un hospital psiquiátrico, no quería verlo ni a él ni a el bicolor y lo único bueno que pudo rescatar de esa situación es que el bastardo de su padre por fin le había dado el divorcio.