¿Estrellas enamoradas? [TodoBaku] [KiriDeku]

Capítulo 25 : Fiebre

Se sentía del asco. Mareado, adolorido y atontado.

Después de que Midoriya se calmará, Bakugou había ido por sus cosas al salón para irse directo al departamento. Bueno, el pecoso se iría al departamento porque justamente ese día tuvo la suerte de tenerlo libre y él tenía que ir a trabajar.

Al principio Katsuki no se sentía mal, tuvo tos y estornudo varias veces en el set de grabación pero nada del otro mundo.

Llegó a su departamento, cenó con el nerd que parecía ya recuperado de su ataque de llanto e hizo sus tareas escolares, aparte de repasar su guión para el día siguiente.

Lo normal.

Pero a eso de las tres de la mañana se había despertado transpirando y corrió al baño a vomitar su cena.

Las arcadas lo acompañaron todo lo que quedó de la noche y debido a ellas no pudo dormir.

Izuku apenas lo había visto pidió que se quedará en casa y descansara que él se encargaría de traerle su tarea aparte de hacer una cena decente.

Debió haber aceptado.

Se arrepentía mucho en esos momentos. Muchísimo.

Ese día iba a ser malo.

—Niño tonto, realmente idiota —una mano fría acarició su frente —Te dije que no jugaras bajo la lluvia pero, ¿me escuchaste? Por supuesto que no y estás son las consecuencias.

La voz pese a que estaba llena de regaños para él aún así se sentía cálida y su contacto era agradable.

Un trapo húmedo se puso en su frente para bajar su temperatura.

El pequeño rubio suspiro relajado, se sentía bien.

La voz y la mano empezaron a cobrar forma ante sus ojos rojos, Mitsuki le veía con el ceño fruncido, molesta pero aún su mano acariciaba con ternura sus rubios cabellos.

—Mí niño tonto —suspiro con una sonrisa — ¿Que haré contigo cuando crezcas? Hasta que consigas alguien que te aguante, mamá cuidara de ti —depósito con cuidado un beso en su frente —Katsuki recupérate pronto, es aburrido decirte tonto y que tú no me contestes, es como hablar con la pared.

La mano siguió acariciando su cabeza y el pequeño rubio volvió a dormirse.

Cuando se sintiera mejor volvería a pelear con su madre.

— ¡Blasty! ¡Buenos días! —un peso golpeó contra su espalda y lo saco de sus recuerdos.

Bakugou molesto por el grito de Kirishima que hizo que su cabeza doliera, se giró e iba a golpearlo.

Pero estaba mareado y su golpe no llegaba a su destino.

— ¡Uhh! Hoy Bakugou está lento —se burló Kaminari que también iba llegando — ¡Kiri es hora de la revancha!