Capítulo 20 : Protegerte.

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Truenos.

El sonido de las gotas caer contra el asfalto y las ventanas, murmullos de estudiantes diciendo que habían olvidado sus paraguas.

Izuku rió ligeramente al escuchar el lamento de Ochako diciendo que no tenía paraguas y como Tenya la regañaba por eso.

Con sus grandes ojos esmeralda vio por la ventana un rayo iluminar el cielo por un breve instante.

Hace mucho tiempo el simple sonido le habría aterrado pero ahora no podía estar en paz con él y ver la lluvia por mucho tiempo junto a los rayos ruidosos.

Y todo se lo debía a la persona que estaba sentado delante suyo.

Katsuki le daría un buen golpe por su sentimentalismo.

Sonrió un poco más.

A Deku le gustaba la lluvia.

—Kacchan, ¿que quieres cenar hoy? —pregunto el pecoso mientras se ponía sus zapatillas rojas — ¡No pongas esa cara!

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—Kacchan, ¿que quieres cenar hoy? —pregunto el pecoso mientras se ponía sus zapatillas rojas — ¡No pongas esa cara!

El rubio se veía horrorizado de la tan solo idea de que él le preparara algo de comer.

—Yo puedo hacerme mí propia cena Deku —el más bajo hizo un puchero por eso —No quiero morir envenenado.

Midoriya bufo por ese comentario malicioso del rubio.

Hoy el pecoso tenía el día libre por lo que iría a visitar a su madre como lo había prometido pero Katsuki tenía que ir a trabajar a Plus Ultra.

Y aunque su amigo no lo admitiera, Deku sabía que se sentía triste por eso. Él también quería ir a ver a Inko.

—Bakugou —la voz de Todoroki hizo que ambos se dieran la vuelta para verlo —Llame a un taxi , ¿te llevo?

El rubio se encogió de hombros en señal de que aceptaba ese ofrecimiento no le venía mal con el diluvio que había fuera de la Yuei.

—Que les vaya bien —sonrió Deku cuando pasaron por la puerta para ir al taxi que ya había llegado —Tal vez deba seguir su ejemplo...—murmuró ido viendo el taxi alejándose en medio de la lluvia.

El hospital de Tokio no quedaba muy lejos pero con la lluvia lo mejor sería tomar un taxi o otro medio de transporte para no mojarse tanto.

Pero al pecoso le gustaba caminar bajo la lluvia, era una sensación agradable y aunque fuera infantil le gustaba saltar en los charcos de agua.

Meditando en la puerta de entrada no se dio cuenta de las miradas curiosas que lo observaban.

Mina le había arrebató el paraguas a Kirishima y Kaminari no paraba de darle empujones en la espalda para que se acercara al pecoso.

Sero, como persona normal, le daba palabras de apoyo y no intervenía en lo que hacían sus otros dos amigos.

Era divertido y lo disfrutaba.

¿Estrellas enamoradas? [TodoBaku] [KiriDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora