¿Estrellas enamoradas? [TodoBaku] [KiriDeku]

Capítulo 51 : ¿Que se puede hacer en un día de luto?

Ante él estaban lo que consideraba sus amigos.

Todos unos idiotas pero a su manera los apreciaba y sino fuera por eso no estaría por contarles algo tan personal.

Estaban en la azotea, Mina había usado uno de sus invisibles para abrir la puerta y ninguno se estaba quejando del frío que hacía a esa hora.

Aunque la femenina le había sacado su chaqueta a Sero y Kaminari tenia un abrigo que le quedaba bastante grande cortesía de Shinsou.

Bakugou se apoyó sobre la reja que había en la pared y suspiro viendo el vapor blanco que salía de sus labios.

Kirishima le estaba hablando pero no podía escuchar con claridad lo que le decía.

"Por favor no vuelvas a cerrarte en ti mismo aunque esa sea la única forma que tengas de protegerte de el dolor ".

El rubio golpeó con fuerza su cabeza contra la reja, estaba volviendo hacer lo mismo recayendo en los brazos de la inconsciencia para olvidar su sentir.

Ya no quería hacerlo, no más.

— ¡Blasty eso es peligroso! —reprochó Kirishima — ¡Te puedes lastimar!

—La reja es muy resistente como para aguantar tu cabezota Bakugou — bromeó Ashido.

Kaminari mientras temblaba del frío se rió de su broma.

— ¿Nos llamaste para filmar el asesinato a Kaminari? Por las idioteces que dijo —quiso saber el pelinegro así preparaba su cámara.

— ¡Sero traidor! ¡Él lo había olvidado! —Denki le apuntaba con el dedo y empezaba a temblar ahora por el miedo a la muerte inminente — ¡Era una broma! ¡Una inocente broma!

—Ya basta —Bakugou suspiro irritado —No escuché la mierda que dijo el rubio teñido antes.

— ¡No soy teñido! ¡Es natural!

Denki hizo un puchero todo indignado mientras los demás se rían escandalosamente hasta que todos se callaron y voltearon a ver su callado líder.

— ¿Que querías contarnos Bakugou? —Kirishima sonreía amablemente mientras la hablaba.

— ¡Sí, ya sueltalo! ¡Hace mucho frío aquí arriba! —Mina se empezó a abrazar a Sero quitándole su calor y de paso haciéndole sonrojar.

Por el pelinegro que el rubio tardara todo lo que quisiera en hablar, la situación se había vuelto favorable para él.

—Salimos el miércoles — dictaminó Bakugou ya que fue lo primero que se le ocurrió —Después de clases y no se atrevan a faltar bastardos.

Antes que decírselos era mas fácil para el rubio mostrárselo.

A paso lento se dirigió a la puerta y salió dejando solos a los tontos que se estaban helando.

— ¡Podrías habernos mandado un mensaje para eso! ¡Se me congelaron las neuronas! —reclamó el rubio canario.

Bakugou podía escuchar los reproches de Kaminari junto con los pasos de los demás que iban tras suyo.

— ¿Tienes neuronas Kami? — Kirishima paso un brazo por los hombros de Bakugou y vio divertido como el rubio canario le sacaba la lengua.

El ambiente a su alrededor se había vuelto infinitamente cálido.

¿Cómo pasaba él esa semana antes de conocerlos a ellos y a Todoroki?

Aunque hiciera el esfuerzo de recordarlo, Bakugou realmente no tenía una idea de lo que hacía durante esa semana desde que era un niño.

Comer, dormir, asistir a clases, ir al cementerio el día tres de diciembre con Deku e Inko, comer, dormir y asistir a clases otra vez.