Era raro que la llamasen para algo, y más aun para eso. No se llevaba exactamente bien con su hermano, en parte había nacido gracias a él, pero la cosa era tensa entre ambos. Si hubiese sido Cronos seguramente habría buscado una excusa, sabía que siempre la miraba mal porque decían que era la más parecida a Urano de todos sus hijos, pero al ser Rhea le pudo la curiosidad y fue. Al llegar lo que encontró hasta le hizo olvidar la existencia de su hermano.Había muy pocos bebes con los que comparar en el mundo, pero Afrodita estaba segura de que no existía ninguno más bonito que él, y no era para menos ya que se parecía a ella. Ni siquiera pidió permiso para abrazarlo, tener en brazos a su pequeño sobrino era algo natural.
La diosa pasó de no visitar nunca el hogar de su hermano para estar siempre ahí, ayudaba que su hermano nunca estuviese allí, al parecer estaba de viaje pero no podía importarle menos. El niño crecía muy rápido y lejos de perder el encanto infantil, afianzaba su belleza. Una de sus primeras palabras fue para ella, pues intentando llamarla balbuceó su primer "Dita". Que orgulloso estaba el pequeño dios de lograr pronunciar eso y que feliz la hizo a ella, pocos poetas pronunciaron loas que la complaciesen tanto como esas dos silabas.
Dita siguió siendo su palabra especial para ella a pesar de que aprendió a hablar con bastante fluidez muy rápido, incluso a ella le molestaba un poco cuando la llamaba Afrodita. El pequeño y dulce niño no dejaba de sorprenderla, un día recogiendo flores con ella mientras jugaba formó algo que no se había visto aun. Aunque el niño fue corriendo a enseñarle a su madre lo que acababa de crear Afrodita atesoró para si misma el primer diamante.
Hasta la existencia de ese pequeño Afrodita no sabía que su corazón pudiese albergar amor por alguien que no fuese ella. Ella, Diosa del Amor, aprendió uno de los tipos de unas manos pequeñitas que se alzaban hacia ella pidiendo un abrazo y pronunciaba mal su nombre.
Debió saber que las cosas iban a ir mal en el primer momento en el que vio volver a Cronos con su esposa y su hijo. Le preguntó distraídamente si lo veía parecido a Urano. Ella le contestó sin pensarlo demasiado, que si ella se parecía a Urano el pequeño Aides también debía de parecerse.
Al día siguiente Afrodita descubrió que el amor también podía ser causa del mayor de los sufrimientos. No podía creerse que su hermano simplemente se hubiese comido a su precioso hijo. Pasó años alejada de los demás titanes, poco les importaban ya. Hasta que llegó la Titanomaquía.
Al parecer un sobrino había sido escondido de su padre y había logrado sobrevivir. Cuando la buscó le escuchó con absoluto desinterés hasta que le dijo que creía que sus hermanos estaban vivos. No había tenido la esperanza de volver a ver a su pequeño otra vez, de volver a escuchar ese Dita... Le prometió a Zeus que si lo rescataba con vida haría cualquier cosa por él.
Recordaba el miedo, pues con la esperanza vinieron las dudas. ¿Y si no estaba vivo? Y no sabía si eso era peor que la idea de que hubiese estado vivo y consciente todo el tiempo en el estómago de su padre. Vivo, solo, sufriendo. La idea le encogía el corazón, tanto dolor... ¿Sería capaz de ver de nuevo la sonrisa que había calentado su corazón?
Recordaba el rescate de sus sobrinos, había sido cuanto menos, desagradable. No había ningún niño allí lo que la hizo temerse lo peor, hasta que lo reconoció. Era muy delgado, parecía débil pero ya era un adulto. La guerra no les dio mucha tregua, tuvieron poco tiempo para recuperarse y el mayor tuvo que ser un ejemplo para los demás. El niño alegre desapareció y le dejó paso a un guerrero implacable. Afrodita se mantenía cerca de ellos a la espera de que Zeus le cobrase el favor, le alegraba ver que su adorable niño había sobrevivido, pero le dolía ver lo que le había hecho la experiencia. Quería confortarlo, abrazarlo y decirle que todo estaría bien, pero la guerra no dejaba tiempo para ella.

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Escondida
FantasyCuando el mismísimo Zeus quiere raptar a tu hija la esconderías donde fuese. Incluso en el Inframundo. Deméter pide a Hades ayuda, él acepta porque total, solamente será meter a una cría en los Campos Elíseos, ¿qué problema puede dar la tal Perséfon...