Narra Amélie.
Maldito despertador, marcaban las 8:30 de la mañana. Sentía que tenía que seguir durmiendo pero todo se esfumó cuando mi padre traspaso la puerta de mi habitación con una bandeja. Bufé para mis adentros, luego del episodio que pase ayer con Harry era lo menos que quería hacer, no tenía apetito.
John: Buenos días, princesa- dijo con alegría y hasta me daba pena decirle que no quería comer.
Amélie: Buenos días, papá- dije mientras me acomodaba sobre la cama.
John: Te he traído un desayuno nutritivo para que te levantes con fuerzas- dijo mientras se sentaba de lado mío. No dije nada, solo dirigí mi mirada hacía la bandeja del desayuno y sin querer una mueca de desagrado se hizo presente al notar su contenido- Oh vamos hija, no sabe tan mal como se ve- me ánimo pero luego de saber que estoy echa un monstruo lo menos que quería hacer era comer.
Amélie: Lo siento papá pero...- me interrumpió.
John: Nada Amélie, vas a comer este desayuno y punto- dijo con dureza y sus palabras me tomaron por sorpresa, jamás me había hablado así.
Amélie: No quiero- logre decir con temor.
John: Hija, he dicho que lo comerás y lo harás- dijo con decisión.
Amélie: Papá por favor...- rogué.
John: Amélie es mi ultima palabra- dijo serio pero el ruido de mi celular interrumpió el tiempo tenso.- No atiendas, debes desayunar- dijo nuevamente.
Amélie: Lo siento papá, es Luke- dije mientras tomaba el móvil. Pude escuchar gruñir a mi padre.
-¿Hola?- escuché su voz por el parlante del móvil.
-Hola Lukey, ¿Cómo estás?- dije sonriendo. En mi interior amaba a Luke por salvarme de está situación con mi padre.
-Bien, ¿Cómo haz estado tú, nena?- “nena” extrañaba tanto su voz, ese sobrenombre que me había puesto. Luego desde la salida del hospital, no lo había vuelto a ver. Luke tuvo que hacer un viaje rápido junto con su banda y tiempo para estar juntos no quedaba, pero no le reclamaba, era su trabajo pero si lo extrañaba.
-Bien, extraña dote. Lukey- dije con sentimientos en mí voz. Mi padre que aún estaba presente me hizo señas que me dejaría pero que acabase con el desayuno con un leve asentamiento se marchó dejándome sola.
-Bueno me alegra que me extrañes, pero ese sentimiento se acaba hoy en unas horas- dijo dejando ir una risita. Amaba su risa, era algo único; Luke era un gran amigo y como tal, disfrutaba escucharlo feliz.
-¿Porqué dices eso?- dije con rarez.
-Porque en unas horas, nena, paso por ti para vernos y pasar la mejor tarde juntos en años- dijo con diversión en su voz, de verdad quería oír eso, añoraba salir a divertirme y más si era con Luke. Él solía hacer los mejores planes para salidas.
-Genial, sabes es justamente lo que quería hacer. Dime a que hora pasas por mí-
- Pasó por ti a las 17:00, sabes soy puntual esperó y estés lista y más hermosa aún- dijo dejando ir su voz grave y seductora.
-Sé como eres, estaré lista a esa hora y con lo de más hermosa aún, trabajaré en eso- dije riendo y él se unió, luego de un leve despido, la llamada finalizó.
Con una sonrisa en mi rostro, dejé el móvil sobre la mesa de noche. Di por olvidado el desayuno y de un tirón me levante de la cama, fui directo al baño, encendí la llave de la tina y dejé caer el agua mientras volví a la habitación para despojarme del pijama y quedar en ropa interior. Pero ante el trayecto de buscar ropa interior limpia, la puerta de la habitación se dio abierta y de ella me dejaba ver la figura de...
-Hey, princesa buen día... Siento despertarte tan tempran...- dejó las palabras en el aire cuando sus ojos verdes se posaron sobre mi cuerpo. Un fuego se desprendió por mi interior, Harry nunca me habia visto en esta situación. Estaba en ropa interior delante de Harry, tenía miedo de que me vea tal cual soy. Tenía miedo de su reacción, bueno hasta ahora solamente estaba de lado de la puerta sin despegar su mirada de mí. No soporté mas la humillación y salí disparada hacía el baño, cerrando la puerta tras de mí.
Sentía que las lágrimas se amontonaban sobre mis pupilas, me sentía con tanta vergüenza, no sabía como luego mirar a Harry a la cara, no sabía lo que él me iba a decir al respecto. Solo pensaba si verme le había causado espanto, o solo le produjo risas, sé que él me ve a menudo pero con ropa y al menos con prendas enzima puedo disimular mi silueta pero en cambio que me viera en ropa interior me desarma al instante.
-Amélie, Amélie- escuché su voz llamándome detrás de la puerta- Vamos pequeña, abre la puerta- dijo insistente.
Amélie: ¿Qué quieres, Harry?- dije en susurros.
Harry: ¿Estás bien?-
Amélie: Quiero que te vayas- dije sin pensar, es que no quería ver el rostro de Harry después de esta situación.
Harry: No me iré, quiero saber si estás bien- insistió nuevamente.
Amélie: Estoy bien, si. Ahora puedes irte- dije con la menos paciencia que tenía.
Harry: Está bien- dijo con su tono de voz bajo. El sentimiento de culpa por tratarlo así se apoderó de mí, pero no podía hacer nada. Luego de que toda la habitación se quedó en silencio, tomé una toalla del baño y la enrolle sobre mi cuerpo. Tenía que volver a la habitación por la ropa limpia y poder seguir con el proceso de bañarme en paz.
Una vez con la toalla puesta, gire la perilla de la puerta y luego me desplace hacía fuera, al levantar mi vista me encuentro con sus ojos puestos en los míos.
Amélie: Oh mi dios, recuerdo haberte dicho que te marcharas- dije molesta hacía Harry.
Harry: Lose, yo también lo recuerdo pero no quise irme- dijo retador mientras posaba su mirada en mi. Al menos traía conmigo la toalla pero eso no quita que me de pudor estar así delante de Harry.
Amélie: Ya deja de mirarme-
Harry: ¿Qué? ¿Porqué? ¿No puedo ver a mi novia?- dijo con inocencia. “Mi novia”.
Amélie: Claro, pero yo no soy tu novia- dije con gracia. Era la verdad, él nunca me lo había propuesto.
Harry: Acabas de romper mi corazón con lo que dijiste- dijo dramático.
Amélie: Lo siento Sr. Styles pero yo nunca escuche salir alguna propuesta de sus labios-
Harry: Oh, así que de eso se trata...- dijo pensativo- Tu quédate aquí, no te muevas- dijo rápido mientras giraba hacía la puerta.
Amélie: Hey, ¿qué pasa?- dije confusa.
Harry: Tu quédate así como estas, quédate quieta aquí- dijo rápido nuevamente.
Amélie: ¿Así como estoy? Estoy en toalla-
Harry: Mmm y así te ves más sexi- dijo con picardía mientras salía de mi cuarto dejándome con mis mejillas mas rojas que un tomate.
Me preguntaba en mi interior que haría Harry, porque salir así, solamente bromeaba con lo de ser su novia, yo estaba conforme con estar con él, con saber que él siente lo mismo que yo. No hace falta lo formal ¿o si?.
Cuando me movi de mi lugar, no le haría casó a Harry quedándome en mi lugar, menos estando solamente en toalla. Fui directamente hacía el closet para buscar al menos unos cómodos shorts y alguna que otra camiseta holgada para estar al menos unos minutos y luego irme a duchar. Cuando encontré por fin las prendas, me sobre salté al escuchar su voz detrás mio.
Harry: Te he dicho que no te movieras de tu lugar- dijo con su tono grave de voz.
Amélie: Lose pero no me iba a quedar...- y mis palabras fueron congeladas al verlo. Estaba en la puerta de mi habitación con unas flores en sus manos y una guitarra alrededor de su cuello. En mi estomago se creó una pequeña descarga eléctrica al verlo así, nervios surgieron en mí. ¿Acaso me iba a cantar mí canción? ¿La canción que compuso para mí? Diablos, no estaba preparada para esto y menos estando en ropa interior solamente liada con una toalla.
Harry: Mira no es lo que tenía planeado, sabes no soy un chico muy romántico, solo sé que te quiero y mi única forma de expresarme es por la musica- dicho esto posó las flores sobre mí escritorio y comenzó con los acordes de una canción.
