Narra Amélie.
(...)
Amélie: ¿Sabes Harry? No opines, no digas nada sobre mi, no sabes nada de mi.
Dije y salí disparada desde la cocina hasta el inferior de la casa, sabía que tenia la mirada de todos enzima mío. No me importo, no soportaba a ese chico. ¿Porque? la verdad no lose pero ¿quien se cree para venir a decirme que soy rara en mi propia casa?. Quizás sea rara pero a el que le importaría si lo soy. Es decir si soy rara es mi problema, yo lidio todos los días con mis problemas.
Salgo de la casa sin dirección alguna, solo quería irme, descansar mi mente, ya habia tenido bastante todo el día de hoy. Primero en la prepa con el incidente... Bueno no lo quiero recordar, luego con lo de Harry que se cree el niño perfecto y puede o se cree con derecho de decirles a los demás sus defectos, como si fuera que el no los tiene. ¡Claro lo olvidaba! Si el es el Gran Harry Styles con la vida perfecta. Claro cierto.
Tome dirección hacia la derecha por la vereda de mi casa, detrás mío senti como la puerta de entrada se abría, no quise que nadie me siguiera, quería estar sola, pensar, salir un poco. Entonces comenze a correr, no sabía donde sólo seguí en la dirección que estaba, seguí y cuando decidi calmar mi paso, mire a mi alrededor no sabia donde estaba, solo habia un pequeño parque, si lo recordaba. Creo que mi madre cuando era aun pequeña me solía traer, claro hablo de antes cuando todavía tenia una vida normal.
Tome dirección hacia el pequeño parque, y visualice un gran árbol. Tome asiento debajo del mismo. Cerre los ojos y deje fluir mis pensamientos, comenze a analizar todo lo que me estaba pasando. Sin querer unas pequeñas lágrimas comenzaron a salir.
No podía creer en todo lo que me habia convertido. Solo miraba el parque donde solía venir de pequeña y recordaba mi enorme sonrisa en mis labios, si habia lagrimas en mis ojos eran de felicidad jamás seria de tristeza pero todo dio una vuelta de página pero para peor. Ahora si podía tener una sonrisa sobre mis labios seria finjidas y si las lágrimas caen sobre mi rostro no serian de felicidad sino de tristeza. Aveces me pregunto ¿como cambio mi vida? De una niña feliz a lo que soy ahora, que en realidad nose como soy ahora en este justo momento. Solo se que ahora cambio todo, ya no soy la niña feliz que se conformaba con dulces, es mas ahora odio los dulces y todo lo que tenga que ver con comida, nose como hacerle entender a mi cabeza que esta mal todo lo que hago pero se deshace cuando un espejo se posa enfrente mío y ahí vuelve esa maldita voz.
Ya no podía con mis pensamientos, sentimientos. Mis lágrimas corrían como ríos eternos sobre mis mejillas. Lo que faltaba para mi mala suerte, unas pequeñas gotas comenzaban a caer por enzima de mis hombros. Si parecía que la lluvia hacia competencia con mis lágrimas la cual nose cual seria la ganadora. La lluvia comenzó aun mas fuerte y yo no tuve mas remedió que acomodarme bien debajo del árbol, no taparía mucho pero no dejaria que la lluvia me mojara.
Pose mis rodillas sobre mi pecho, me acurruque buscando mi propio calor ya que empezaba a sentir el frio de la noche con el fresco de la lluvia. Busque en el bolsillo trasero de mis jeans haber si encontraba mi móvil para poder llamar a alguien quien pudiera venir a buscarme ya que mas el frio, lluvia y la noche estaba bastante asustada. Pero para mi desgracia no lo llevaba conmigo, lo habia dejado olvidado arriba de la mesa de noche. Ahora genial, ¿que haría? Mis lagrimas habían parado, la única reacción en mi, era mi cuerpo temblando de frio y de miedo a la vez. Decidi cerrar mis ojos y no pensar, me acurruque en mi otra vez para tratar de tranquilizarme. Cuando pude dejar un poco de lado el miedo y mi mente en blanco, senti unas pisadas sobre el césped del lugar, temí por levantar mi cabeza que se encontraba baja entre mis rodillas. Mi corazón toma otro ritmo cuando las pisadas parecían aproximarse donde mi, senti temor, ganas de llorar y gritar a la vez, seguía sin poder levantar mi mirada. Las pisadas seguían aproximándose y mi corazón latía a mil por hora, sentía que en cualquier momento saldría de mi pecho. Podría asegurar que estoy temblando mas que esas hojas del árbol movidas por el viento frio. Las pisadas seguían, mi corazón latia aun mas y la lluvia no cesaba. Mi cuerpo tembló rápidamente cuando senti el tacto sobre mi... Alguien tomo por mi hombro.
