Narra Amélie.
Traté de correr mi pierna bruscamente pero algo lo impidió, gruñí aún con los ojos cerrados y luego intenté moverme, ya que me sentía muy apretujada, lo cual no sabía el porqué, solo seguía moviéndome cuando posé mí mano sobre mí abdomen. Abrí mis ojos rápidamente al sentir otra mano sobre mí, no toqué mi abdomen sino otra mano, otro brazo, que me tenía juntó a él con fuerza, con ganas de no soltarme nunca. Luego mi cuerpo casi por instinto se tenso y solo detrás de la nuca sentí su leve respirar... Harry. ¡Oh mi dios! Dormí con Harry en mi cama, y había sido la mejor noche, no me sentí sola, me sentí protegida por su presencia. Generalmente me resultaba difícil dormir por las noches, esto nadie lo sabía, ya que se debía a mi plan de dieta y sobre como me encontraba, no podía dormir tranquila pensando en eso ni tampoco evitar soltar alguna que otra lágrima por ser tan débil. Por eso mismo, había sido una gran noche, hasta me atrevo a decir que volvería a repetir esta noche cuanta veces sea posible, con tal de estar entre los brazos de Harry, haría cualquier cosa. Mi cuerpo tensado seguía de lado de Harry, quise intentar girarme y encontrarme con su precioso rostro pero me sentí impedida a hacer tal proceso ¿porqué? Creo que se debe a que, las piernas de Harry estaba entrelazadas con las mías y sus brazos igual, todo su cuerpo estaba atado a mí y al parecer sin ganas de soltarme. Al ver nuestra escena, sentí el fuego subir por mis mejillas, esto era tan raro como nuevo para mí y obviamente reaccionaría así. Hice el mayor esfuerzo en moverme, y de a pocos movimientos lo fui consiguiendo. Estaba delante de Harry, quedé dura. Mí corazón salió de mi pecho y volvió a entrar enseguida para hacer notar los acelerados latidos de mi corazón al tener a Harry tan cerca. Sabía que si mi corazón seguía latiendo de tal manera, me agarraría un infarto y la causa de la muerte sería: tener a Harry Styles a milímetros de mi cara y en mi cama. Sin decir que también se encontraba con el torso desnudo, dejando a la vista sus tan extraños tatuajes. Claro, esto causaría mi muerte.
Tenía frente a mis ojos, la imagen mas cautivadora que pudiera existir. Su rostro se encontraba en una profunda paz, como nunca lo habia visto, parecía como si sueño fuese único y estando en el, todo estaría bien. Sus ojos momentáneamente cerrados, impidiéndome ver sus faroles verdes, eso era un desperdicio al mundo, claro como dejar que estos hermosos ojos no iluminen como tenían que hacerlo, luego sus labios, sus hermosos labios trazados en una línea recta, dejando por enzima marcada la línea perfecta de un fino corazón en ellos, era perfecto. Harry era perfecto, tanto durmiendo como estando despierto. Me encontraba admirando la mas perfecta imagen que mis ojos pudieran haber visto alguna vez, mí corazón seguía latiendo a mil por segundos y creo que paro de golpe al sentir un leve suspiro salir de sus labios. Miedo había corrido por mí, al pensar que Harry pudiera estar finjiendo estar dormido y espiar como yo disfrutaba viéndolo dormir, pero eso fue descartado ya que al instante dejó salir un pequeño ronquido, dando a entender que aun seguía en sueños. Ante la acción de Harry, dejé ir una leve risita, nunca había escuchado a Harry roncar pero de repente la duda y las ansias me corrompieron. Quería que Harry despertará, ¿porqué? Quería verlo, quería estar con él, despertar con él, quería que sus hermosos ojos iluminen mí oscuro mundo, pero también sabía que al pensar eso estaba siendo egoísta, sabía perfectamente que Harry se había desvelado anteriormente, también sabía que estuvo bebiendo y como resultado seguro estaría cansado, no era justo que lo despertará de el sueño tan lindo que estaba llevando. Pero de un brinco, me había asustado, la alarma, informando que era la hora de ir a la prepa. Ya no podía faltar, más las ganas no faltaban, solo de pensar y quedarme con Harry aquí, era un plan tentador. Pero aquí me encontraba, moviendo lentamente el brazo de Harry para que despertará.
Amélie: Harry... Harry- dije entre susurros, quería levantarlo bien, ya que sabía como era su carácter y como a mí, creo que no le gustará que lo levanten a los gritos- ... Harry, despierta... Ya es de día- dije cerca de su rostro, donde tenía acceso directo hasta sus labios, bastante tentadores por cierto- ..Harry... Harry... Vamos, arriba, se hará tarde- dije y al ver ninguna reacción, comencé con mi dedo índice a trazar líneas molestas sobre su rostro, éste al notarlas comenzó a hacer muecas extrañas, seguí con mi trabajo mientras murmuraba su nombre, de pronto y para mi sorpresa, Harry levanto una mano, la que se encontraba en mí cintura, y de la nada la poso en mí rostro. Harry me había dado un gran manotón, y como no sentirlo con su "pequeña" manita- ... Auch- dije mientras me sobaba el lugar que habia golpeado, ¡Dios! ¿Tan difícil era despertar a alguien? Ya cansada de mover su brazo, no me arriesgaría a hacer las líneas sobre su rostro, haber y si recibía otro manotón pero de mi tan ingeniosa mente surgió algo. Mi padre siempre solía hacerlo cuando no quería despertar y siempre resultaba, aunque debo admitir que me levantaba con un poco de mal humor pero que va, me arriesgaría con Harry.