Narra Harry.
En éstos momentos el corredor, era un ring de boxeo. John y Amanda seguían peleando, mientras yo aquí sin saber que hacer. En está situación recordaba bastante a mis padres, cuando ellos aún estaban casados, está situación era diaria. Todos los días peleas, mamá lloraba a escondidas en su habitación mientras Gemm y yo escuchábamos detrás queriendo ayudar a mamá. Luego a las horas de la madrugada, escuchar llegar a papá borracho y destruía todo a su alrededor. Recuerdo cuando rompió mi foto escolar, había llorado toda la tarde encerrado en el sótano dónde luego Gemma me encontró y me reparó mi cuadro escolar. Más recuerdos llegaban a mi mente, cuando la primera vez me había puesto contra mi padre. Tenía 14 años y era una de las tantas veces que papá había llegado borracho, esa noche Gem había ido con el permiso de mi madre a dormir a la casa de Julie, su mejor amiga. Estaba feliz porque sería una noche de mamá y mía, había alquilado películas de comedia, eran las preferidas de mamá, había comprado los “Pop Korn” sería una noche de películas con palomitas de maíz.
Era un gran plan, estaba feliz porque todo lo había comprado con mí primera paga de mí trabajó de los fin de semanas, no era mucho pero trabajar en la panadería ayudaba. El plan marchaba en orden pero de un segundo al otro, todo al diablo. Mí padre entró borracho, como es de costumbre, queriendo derribar cualquier cosa que se interponga en su caminó. Cualquier cosa, mi madre se había interpuesto en el. Como era usual quiso ir contra mi madre pero allí estaba yo, aunque fuera un pequeño de 14 años, yo me sentía con poder, podía ser un adulto, estaba siendo un adulto y no le tendría miedo a un estúpido ebrio, mí padre.
Esa vez había sido la gota que rebalsó la paciencia de mi madre, luego de meses de discusiones, una noche firmaron unos papeles y casa nueva. Habíamos buscado una bonita casa dentro del legado de Holmes Chapel y ahí a empezar una vida mejor. Mi padre se quedó con la antigua casa, por años no supe de él. Yo seguí con mi trabajo en la panadería mientras que en mis ratos libres tenía una banda de rock con mis amigos, esos fueron mis comienzos musicales. Luego de eso si he vuelto a saber de mi padre, ha mejorado, dejo el alcohol, es una persona diferente, pero lo que paso nadie lo borra. Le perdoné claro, es mi padre como no hacerlo. Pero el rencor está, algo oculto pero sin dudas el divorcio ha sido lo mejor. Creó que está mal decir esto, ya que lo que más quiere uno es tener a sus padres juntos pero cuando la situación no da para más, nose puede juntar algo que ya está separado. Así de simple y las cosas van mejor, sin nadie lastimado, sufres pero al ver a tu madre o a tu padre feliz por separado todo se va. Es preferible eso que verlos sufrir estando juntos, por eso no le veo la razón de seguir peleando. John y Amanda ya no tienen una relación, si la tienen, es Amélie. Por ella tienen que dejar la pelea y más ahora, que es cuando más los necesita.
Harry: Disculpen ... Creó que no es el mejor momento para ...- dejé palabras en el aire. John me miró y supo entender.
John: Oh, lo siento Harry... Esto es algo complicado- dijo lento e ignorando a su mujer. Al parecer la situación estaba más que complicada pero tienen que dejar de lado eso, ahora importa Amélie.
Harry: Comprendo, pero lo único que realmente importa...- dije y nuevamente dejé las palabras en aire, esta situación era incomoda, ¿Como un chico de mi edad, le éste dando indicaciones a dos “mayores” de como comportarse en está situación? Era realmente ilógico- ... Bueno mejor iré con él medico a avisar que los padres de Amélie ya están aquí- dije incomodo y luego salí rumbo a recepción.
...
El corredor era algo largó, o no lograba encontrar el consultorio del doctor O'Connell, mientras iba en progreso miraba hacía mi alrededor. Nunca me han agradado los hospitales, por la simple razón de que no me gusta ver la triste realidad. Uno muchas veces creé estar mal, hasta decir que quiere morir por un simple error que se cometió, que claramente se puede remediar. Pero realmente uno no piensa con claridad, viendo con los verdaderos ojos, quién tiene vida sana no la disfruta, siempre teniendo complicaciones y buscando errores o situaciones donde desperdiciar el tiempo dado. Pero luego viendo hacía a nuestro alrededor, hay personas que viven su vida como si fuera el último segundo, viviendo al límite y temiendo al último día. Llegando a conclusión, uno desperdicia tanto lo que tiene que no ve lo que hay alrededor, ¿qué se podrá hacer? Cerrar los ojos y seguir adelante viviendo erróneamente o vivir al límite disfrutando cada minuto de esto que se hace llamar vida.
