Cap 8-La lluvia

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Pasó una semana. 

Una semana en la que evité a toda costa tener a Nathan enfrente. 

¿Que si estaba actuando como una niña? Completamente. 

Nathan era un hombre libre que podía hacer lo que quisiese cuando lo quisiera. Yo no tenía porque sentirme enojada o ofendida. En cambio, no podía mirarlo a la cara sin recordar el día que lo vi con aquella chica. 

Él por su lado había tratado de buscarme, pero yo no soportaba tener su mirada sobre mí.

Le odiaba. 

Y lo peor es que no estaba segura de porque. 

Cuando sonó el timbre para el fin de clases, me dirigí a mi casillero para recoger los libros que necesitaría para el  fin de semana. Violeta tenía cita con el dentista, por lo que tendría que irme a casa caminando. 

Los pasillos se fueron vaciando lentamente, hasta que me quedé sola frente a mi casillero. No lograba encontrar mi libro de biología y lo necesitaba para las tareas. 

Me dije entonces que de seguro lo había olvidado en sala, y di un par de pasos para dirigirme a ella cuando lo vi caminando hacia mí. Caminaba de prisa y me miraba fijamente, como si fuera su presa. Estaba malditamente nerviosa. 

Se plantó delante de mí, dejando apreciar cada centímetro de sus perfectas facciones. 

-Me has estado evitando- dijo con obvio enojo. 

-Eso no es...- antes de que pudiera negarlo como la cobarde que soy, Nathan tomo mi muñeca y comenzó a caminar arrastrándome detrás de él. 

-¿Pero qué estás haciendo?! Suéltame!- exigí. 

Se detuvo de golpe frente a una sala de clases vacía y entro en ella. Era la sala de la clase de historia. 

-Quiero saber que ocurre- exigió cruzándose de brazos frente a mí. Estaba acorralada entre la puerta de la sala y su cuerpo. 

-No sé de que hablas.- dije teniendo que controlar mi respiración. Su perfume y el calor que emana su cuerpo no me permitas concentrarme.

Ante mi respuesta, se acercó aun más y levantó mi rostro con su mano en un acto delicado, pero firme, haciendo que nuestras miradas chocaran.

-Yo creo que si lo sabes- dijo para luego mostrar una sonrisa arrogante. -Estás celosa- 

Como se atrevía. 

-Eres un descarado- 

-Siempre me llenas de insultos, pero no contradices lo que digo-me respondió acercando aún más su rostro al mío, y yo sentí que me desmayaría. 

La última vez que había tenido a un chico así de cerca, había sido a los 12 años cuando el hijo del vecino me dio mi primer beso. Intenté buscar algo inteligente que responder, pero mis sentidos parecían haber saltado por la ventana. 

Su rostro se acercó aun más, tan cerca que nuestro labios se rozaban amenazando con besarse. Se quedó allí unos segundos y yo no pude moverme. Sus ojos miel estaban en los míos, hechizando completamente, y justo cuando pensé que me besaría, solo se alejó y sonrío. 

-Como lo esperaba- dijo con una sonrisa de suficiencia. 

 Solo quería ver si estaba dispuesta a besarlo, y yo como la idiota que era le había mostrado que si. 

-No vuelvas a acercarte a mí- dije molesta lista para salir de aquella sala. 

-Porqué? Por qué tienes miedo?- 

-No tengo miedo. Es solo que yo no soy juguete de nadie.- 

-¿Y quien ha dicho que te quiero como juguete? Ni siquiera me gustas- respondió sentándose sobre una de las mesas. 

Eso había dolido, y mucho. 

No me esperaba a que fuese tan directo, pero no sé porque me sorprendía. Nathan había demostrado más de una vez que era un egocentricoarroganteinsensible. 

Así, todo junto. 

Salí de la sala dando un portazo prometiéndome que no me acercaría a ese tonto nunca jamás. 

Corrí a la salida por los pasillos desiertos hasta la puerta, y me di cuenta de que estaba lloviendo. 

Y lloviendo como si se estuviese acabando el mundo. 

Este día podía categorizarse dentro de los peores. 

Sostuve mi mochila con fuerza y empecé a caminar bajo la lluvia helada. No pasaron siquiera cinco minutos antes de que mi cabello empapado estuviese pegado a mi frente, y la camiseta de mi uniforme escolar se transparentara por el exceso de agua. 

Continué caminando intentando no resbalarme. Tendría que caminar por 20 minutos para llegar a mi casa. 

Un auto redujo la velocidad hasta llegar a mi lado, y no tuve siquiera que voltear para saber de quien se trataba. 

El vidrio del auto bajo, dejando ver su rostro. 

-Te ves mojada- dijo con una sonrisa burlona por el doble sentido de su frase. 

-Puedes irte, gracias por la observación- dije sin mirarlo. 

-Si fueses mas simpática, tal vez aceptaría llevarte hasta tu casa.- 

-Seré mas simpática cuando tu seas menos arrogante- respondí sin detener mi marcha. 

El me seguía avanzando el auto lentamente. 

-Anda, sube.- dijo finalmente. 

-No gracias- rechacé. 

Prefería caminar los malditos 20 minutos antes que subirme a ese auto y respirar el mismo aire que él. Mi orgullo era demasiado como para aceptar su ayuda cuando me había herido de aquella manera. 

-Vas a resfriarte- 

-Tomaré una medicina- 

-Tus cuadernos van a mojarse- 

-Ya están mojados- 

Suspiró ruidosamente. Se notaba que no le gustaba que le llevaran la contraria. 

-Eres insoportable hasta cuando la gente trata de ayudarte- 

-Y tu eres insoportable siempre- respondí. 

-Buen resfriado entonces- dijo antes de subir el vidrio y arrancar a toda velocidad su flamante auto. 

Seguí caminando orando con todas mis fuerzas que la lluvia cesara, pero como la suerte parecía haber desaparecido, empezó a llover todavía más fuerte y relámpagos se hicieron escuchar. No pude evitar sobresaltar al escuchar un trueno.

Empecé a caminar más rápido diciéndome que si hubiese sido menos cabeza dura, estuviese cómodamente sentada en el auto de Nathan y no allí, corriendo por mi vida de los relámpagos y los truenos. 

Sí, era una cobarde. 

Me alivié cuando vi el auto parado más adelante, y me subí en él sin decir nada. 

-Bien, ganaste- le dije mirándolo de frente. 

Nathan sonrío egocéntricamente, lo que me dio tantas ganas de golpearlo y de besarlo a la vez. 

Qué diablos me ocurría? Definitivamente la lluvia me había hecho daño. 


Hello! ¿Cómo están gente linda?

Espero que le haya gustado el capitulo. Dejen sus votos si ya odian a Nathan y si no, déjenme un comentario con este corazón: <3

Gracias por todo el apoyo, son los mejores. 

Los quiero un mundo 

DD

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