-Parezco bizcocho de cumpleaños-me quejé mirándome en el espejo del probador.
-Pareces una princesa-me contradijo mi amiga con una sonrisa.
Después de la escuela decidimos ir de compras para el baile que ocurrirá el día siguiente.
-Ni siquiera entiendo porqué tantas complicaciones. Es un baile con todas las personas de la escuela a las que ya veo todos los días. Da lo mismo-
Violeta me miró como si acabase de insultar a la biblia y me hubiese vuelto loca, para luego empezar su discurso sobre porqué el baile era el momento más importante de nuestras vidas.
Al diablo con todo eso.
Cerré la puerta del probador para medirme otro vestido y suspiré. Esto no tenía caso.
No tenía caso porque la única razón por la que había querido ir a ese baile, tenía nombre, y ese nombre, era Nathan.
Y sí, señores y señoras, iban tres días y aún no hablábamos.
Cómo hace la gente normal para resolver sus problemas en una relación? Porque era obvio que para nosotros era todo un reto.
De alguna manera, me sentía profundamente decepcionada. Había creído que esto era enserio, que de verdad sería real, que duraría.
Pero todo se desvaneció al primer obstáculo.
Porqué no me llamaba? Porqué no intentaba arreglar las cosas? Es que a caso ya no le importaba?
Sacudí mi cabeza y terminé de vestirme con la tela azul clara haciendo que el vestido encajara en mi cuerpo. Sin siquiera mirarme en el espejo abrí la puerta donde Violeta, que miraba su celular con una sonrisa tonta, esperaba.
-Oh por la madre de la papaya!- se exclamó-Te vez preciosa-
Tenía a la amiga más exagerada del mundo.
Me volteé al espejo y me sorprendí al verme. El vestido parecía sacado de un cuento de hadas.
-Es ese-dijo mi amiga-tienes que llevártelo-
-No crees que es demasiado...?-
-Demasiado nada- me interrumpió.
-Está bien, está bien. Me lo llevo- respondí riendo. La verdad era que me gustaba mucho.
Después de pagar y salir de la tienda, decidimos dar un par de vueltas por el centro comercial e ir por un helado. Nos sentamos en una mesa que daba al enorme pasillo del centro, dejándonos ver a la gente pasar.
-Y cómo vas con Dylan?- pregunté. Por la sonrisa inmediata de mi amiga supuse que debían ir de maravilla.
-Aún no me ha invitado al baile, pero sé que lo hará pronto-
Al escuchar eso, fruncí el ceño. Conocía a Dylan, y si de verdad la hubiese querido invitar, ya lo hubiese hecho. No dije nada para no preocuparla diciéndome que tal vez estaba equivocada.
Me dispuse a responderle, pero vi como a unos metros de nosotras, caminando tranquilamente, estaban...Diana y Nathan.
No estaban agarrados de la mano, lo que me relajó un momento, pero aún así no pude evitar sentirme arden por dentro.
Esto era lo máximo que podía soportar.
Me puse de pie de golpe sin saber si correr hacia ellos o correr lejos del centro comercial. Era un terrible sentimiento el de querer estar con Nathan, y a la vez tan lejos de él.
Por el ruido que hice con mi silla sus miradas se dirigieron a mí. Nathan no pareció sorprendido, no mostró absolutamente nada.
Simplemente profunda indiferencia.
Diana afichó su insoportable sonrisa hipócrita y se dirigió hacia nosotras.
-Leia!-se exclamó- que sorpresa!-
No solía ser mala persona, pero es que a esta chica no se la podía llevar un tren?
Me contenté de un frio "hola". Y me senté en mi silla nuevamente bajo la mirada curiosa de Violeta. Entendió rápidamente que aquella chica era Diana.
Violeta los saludó de manera fría y continuó mirando su helado como si fuese lo más interesante del mundo.
Luego se instaló un largo silencio. La mirada de Nathan huía la mía como si evitase encontrarla.
Fue cuando entendí que todo, absolutamente todo,
había acabado.
Punto de vista de Nathan
Porqué?
Porqué es que tengo que tener una suerte tan desgraciada?
PUEDE ALGUIEN EXPLICARMELO.
De todas las personas a las que podía encontrarme en aquel maldito centro comercial, porque tenía que ser ella?
Cuando la vi creí que se me saldría el corazón y me puse tan nervioso que no supe que hacer. La tonta de Diana se acercó a saludar y no me quedó más que hacer lo mismo, siempre tratando de esconder la bolsa que llevaba. No podía dejar que la viera, sabría de inmediato. Temiendo de que pudiese leer en mí, evité su mirada a toda costa y me mostré frío. Esta chica tenía sin duda más poder en mí de lo que creía. Estar cerca de ella me volvía loco, como si perdiese todas mis capacidades.
Cuando se instaló aquel incómodo silencio, miré a Diana con una mirada de "Vámonos ahora mismo" que ella pareció entender ya que se despidió y continuamos nuestro camino.
Fue tan solo cuando estuvimos a unos metros que pude por fin respirar nuevamente.
-Crees que se dio cuenta?- pregunté preocupado.
-Espero que si-
-Deja tus juegos, Diana. Esto es importante- gruñí.
-No sé porque te esfuerzas tanto por ella. Yo soy más bonita-
-Ni lo sueñes-
Al escucharme decir eso, puso cara de ofendida, lo que me hizo reír. Pero la verdad era que para mí solo Leia existía.
-Ya sabes lo que tienes que hacer verdad?- pregunté.
-Que si- respondió como una niña.
-No lo arruines-
-No lo haré- afirmó ella, y esperaba con todo mi corazón que así fuese.
Hello mis diamanteesssss! Me extrañaron? Yo si los extrañé a ustedes :'(
Qué creen que traman Nathan y Diana?
Como el color que más apareció en comentarios para el color del vestido de Leia fue el azul claro, ahí les dejo la imagen<3
Espero que les haya encantado el cap
No olviden votar-comentar y seguirme<3
Los quiero un mundo
Su escritora anónima favorita,
DD
ESTÁS LEYENDO
Leia
Teen Fiction¿Leia? Una chica tímida y amable, con una vida normal, padres normales, y amigos normales. Pero todas las normalidades de acaban cuando Nathan Fisher llega a su vida. ¿Qué harías si descubrieras que toda tu vida es una mentira? Historia enlazada...