Cap 53-No te vayas

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Cuando regresé de hablar con Ziel, me fui directo a casa. Como lo había planeado, mamá y papá estaban sentados en la sala viendo el noticiero. El contraste que había entre mis padres biológicos y mis padres adoptivos era del cielo a la tierra. 

Al llegar desviaron la mirada hacia mí y me preguntaron cómo me había ido en la escuela y las típicas preguntas que le hacen los padres a sus hijos. 

-Necesito hablar con ustedes- dije sentándome frente a ellos sin si quiera molestarme en responder. Intercambiaron una mirada sorprendida. 

-Claro cariño- respondió mi madre apagando la televisión. En mi mente trataba de encontrar las palabras correctas para para explicarles la situación, pero no había nada que pudiese explicar lo que realmente sentía. 

Decidí entonces contarles desde el principio. Les conté como conocí a Ziel y a Liam, como me había acercado a ellos y la propuesta que me habían hecho y que yo había decidido aceptar, pero no pude siquiera terminar mi frase antes de que mi madre se levantara de golpe. 

-No puedo creerlo. Es que a caso no te lo hemos dado todo? Es que a caso no somos suficientes para ti!- se exclamó indignada. Nunca la había visto tan enfadada. Leía en sus ojos que la había decepcionado. 

Esperé a que mi padre interviniera como siempre hacia cuando mamá explotaba. Papá siempre me defendía, pero en aquel momento, solo dirigió su mirada al piso como si a quien tuviese en frente fuese a una total extraña. 

-Yo...- 

-No irás a ninguna parte. Eres nuestra hija y...- 

En ese momento, dejé de escuchar. Sabía que era difícil para ellos, pero me dolía que no fuesen capaces de pensar en mi futuro. Me iba porque estudiar a los Estados Unidos me abriría puertas como nunca. Lo hacia porque quería lograrlo, quería ser una buena pianista. Era lo suficientemente madura para tomar mis propias decisiones.

-No puedes impedírmelo...-dije en un hilo de voz. 

-Eres una malagradecida! Nosotros somos tu familia! No ellos! No te das cuenta que solo quieren alejarte de nosotros?- continuó atacando mi madre. Me dolió ver como una lagrima se escapo de su mirada café. Me dolió en el alma. 

Pero sabía bien que aquello no era cierto. Después de todo, Ziel también había sufrido mucho al perderme. Era totalmente entendible que quisiese pasar tiempo con su hija. Ella no me abandonó, me arrebataron de sus brazos. Yo también tenía derecho a conocer la que hubiese podido ser mi vida. Conocer a aquella familia que compartía mi sangre. 

Muchos adolescentes se iban a estudiar al extranjero, tampoco era como si fuese algo de otro mundo. Obviamente que volvería a visitarlos. Ellos siempre serían mi familia. 

A pesar de que intenté explicar todo eso, mis padres se negaron a escuchar, por lo que no me quedó de otra que subir a encerrarme a mi habitación. 

Me acosté en mi cama sin derramar una lágrima. 

Estaba cansada de tanto llorar. 

Llorar por Nathan, por las mentiras, por los secretos... 

Estaba cansada de dejar que mis desiciones sean influenciadas por los demás. Era mi vida y quería tener el mando, aunque doliera. 

Por primera vez, quería arriesgarme. 

Tomé mi teléfono y le escribí a Violeta para hablarle sobre lo que había pasado. Ella contestó de inmediato. Sabía que la idea de que me fuera no era su favorita. Eramos amigas desde siempre y sería duro separarnos, pero ella siempre respetaba mis decisiones y me apoyaba en todo, y esta vez no era la excepción. Me sentía muy afortunada por tener una amistad así. En la vida no importaba tener muchos amigos, solo se necesitaba uno que de verdad pudiese entenderte, y yo había encontrado eso en Violeta. 

Cuando llegó la noche, no quise bajar a cenar. No quería ver el rostro enojado de mis padres, o peor, volver a pelear con mi madre. No daría vuelta atrás. 

Sabía que tal vez estaba siendo egoísta. Entendía que tuviesen miedo, sabía lo difícil que debía ser para ellos todo esto, pero me dolía que pensaran que yo podía abandonarlos. 

Nunca lo haría. 

Justo antes de que me fuera a dormir, alguien tocó a mi puerta. Me esperaba a que fuese Dylan, pero era Ashton. 

Traía en las manos una bandeja con mi plato favorito y una bolsa llena de dulces. Lo dejé entrar a mi habitación y dejó la comida sobre mi escritorio. Su mejilla estaba hinchada por la pelea que había tenido con Nathan y fue entonces cuando me di cuenta de que no había hablado con él desde eso. 

Ashton y yo habíamos estado más distantes que nunca, y eso era algo que no podía soportar. Adoraba a mis hermanos como a nadie, y estar peleada con ellos era para mi lo peor del mundo. 

-Hola- dijo sentándose en el suelo junto a mi cama. Y yo me senté junto a él. 

-Lo siento-dijo luego de unos segundos.-Por favor, no te vayas- 

Escuchar eso provocó que mis lágrimas invadieran mis ojos de inmediato. Recosté mi cabeza en su hombro, y empecé a llorar suavemente. 

Aunque no quería pensarlo, irme a los Estados Unidos significaba que no vería a mis hermanos, y no sabía si era lo suficientemente fuerte para ello. 

Siempre peleábamos, siempre discutíamos, pero nada de eso importaba. Los hermanos son tu apoyo, las únicas personas en las que puedes realmente confiar. Sabía que Ashton y Dylan nunca me dejarían caer. 

-Por favor no te vayas- susurró nuevamente mientras su voz se quebraba y lentamente, como gotas de lluvia, empezaban a deslizarse lágrimas por su mejilla. 


Capítulo triste para san Valentin :'( 

No sé porqué pero este capitulo me dolió mucho, deja un corazón sí a ti también. 

No olviden votar-comentar y seguirme<3 

Los quiero un mundo Diamantes

DD


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