Cap 67-El rey de los imbeciles

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Punto de vista de Ashton. 

Cuando Dylan y yo llegamos a casa, mamá entendió rápidamente que las cosas no habían ido bien. Sin explicar nada, lancé a la basura el ramo y subí a mi habitación. Me sentía como el imbecil más grande del planeta. 

Unos minutos después, Dylan entró a mi habitación con un tarro de helado de chocolate y una cuchara. 

-No lo necesito-dije de inmediato. Pero luego de pensarlo unos segundos lo tomé de mala manera y metí una cucharada de aquella delicia a mi boca. 

-Sé lo que se sientes. Pasó lo mismo con Violeta-dijo para consolarme. 

-La diferencia es que Violeta buscó arreglar las cosas. Te insistió por semanas, se arrepintió de verdad.- 

-Puede que Diana intente explicarte, y si no, ella se lo pierde hermano. Eres Ashton Adams, el chico por las que todas mueren.- 

-Pero no ella, al parecer- contesté. 

Al ver que el caso estaba perdido, Dylan suspiró. 

-Descansa, bien? Le dije a violeta que iremos a la fiesta-

-Fiesta? Qué fiesta?- pregunté. 

-Nathan y Violeta le han organizado una fiesta de despedida a Leia. Es a las 6- 

-Está bien-asentí. 

Dylan salió de mi habitación para irse a la suya. 

Me sentía tan extrañamente deprimido. La chica que me gustaba estaba con otro y mi hermana se iba lejos. 

Porqué diablos tenía la vida que ser así?

Aunque entendía las razones de Leia, me costaba demasiado dejarla ir. Quien la protegería cuando algún imbecil intentara acercársele? Quien le llevaría hamburguesas cuando estuviese encerrada en su habitación estudiando o practicando no sé que partitura en el piano? 

Definitivamente no quería que se fuera. 

Me quedé en mi habitación toda la tarde quejándome como un niño pequeño. No estaba acostumbrado a que las cosas no saliesen como yo lo había planeado. Cuando llegó la hora, me vestí y nos fuimos a casa de Violeta donde la fiesta ocurriría. Habían más personas de las que imaginé. Saludé a los miembros de mi equipo de fútbol y a otros compañeros de la escuela. Nathan tambien estaba allí con Jake y Agatha, a los cuales ya conocía. Ver a Nathan me hizo inmediatamente pensar en Diana y eso me puso de mal humor. Tenía que olvidarme de ella, y en aquella fiesta habían suficientes chicas lindas para hacerlo. 

Eso era lo que debía hacer, dejar de pensar en ella. Diana no era la única chica linda. Todas morían por mí, así que porqué yo moriría por ella?

-Silencio! Ya llegó!- se exclamó una chica llamada Jenna al escuchar el auto de Violeta detenerse frente a la casa. Nos paramos justo frente a la puerta y apagamos las luces intentando no reírnos y mantener el silencio. Cuando la puerta se abrió dejando ver a mi hermana, gritamos un fuerte "Sorpresa!". 

Su rostro era todo un poema. Abrazó a Violeta y luego corrió hacia nosotros para abrazarnos a todos. Y obviamente, se puso a llorar. 

De verdad que tenía a la hermana más sensible. 

-Ven acá, tonta- le dije dandole un fuerte abrazo. La extrañaría demasiado. 

-Te quiero, hermanito- me dijo riendo, y luego fue a saludar a los demás. Inmediatamente Violeta encendió la música y los chicos del equipo de fútbol sacaron las botellas. Sería una buena fiesta. Entonces porqué yo solo quería salir huyendo? Cómo es que yo, el rey de las fiestas, tan solo deseaba volver a casa?

-Porqué tan solo?- preguntó Marie apareciendo frente a mí. Ya me había acostado con ella un par de veces, pero ella no dejaba de buscarme. Sabía que tenía la esperanza de que algún día fuésemos algo oficial. Ese día nunca llegaría. 

-Estoy bien- respondí dandole un sorbo a mi bebida sin prestarle demasiada atención. 

-Yo puedo ayudarte a que estes aún mejor. Porqué no vamos a mi casa y salimos de aquí.?- 

Antes de que pudiese rechazar, apareció ella.

Estaba sola, sin Martín. Fue a saludar a todos, y cuando la vi dirigirse hacia mí con su preciosa sonrisa, no lo dudé un instante. 

-Vámonos, Marie- 

La halé por la cintura y la pegué a mi cuerpo para besarla justo en frente Diana. Le mostraría que yo también, podía jugar. Que yo también, podía prometerle mi corazón a alguien y lanzar aquellas promesas a la basura. 

Ella se quedó observando paralizada, y vi una lágrima correr por su rostro. Pensé que se irisa corriendo, como la mayoría de las chicas harían, pero ella no. Ella era diferente y por eso me gustaba. 

Nos separó a Marie y a mí con toda la rabia del mundo. 

-Qué diablos crees que estás haciendo?!- gritó sin importarle que el lugar estuviese lleno y todas las miradas estuviesen sobre ella. 

-Porqué no vas y le preguntas a Martín?- contesté igual de enojado. Cómo se atrevía a ofenderse cuando ella me había engañado primero? Me parecía un completo descaro. 

-De qué hablas?- preguntó sin entender. Alguien había apagado la música y nuestra discusión se oía fuerte y clara. 

No soportaba que se hiciese la inocente cuando yo mismo la había visto saltar a su brazos. 

-Te vi, Diana! No sirve de nada que mientas. Te vi con Martín en la estación esta mañana. Pensaste que no me enteraría?! Pensaste que...?- 

No pude terminar mi frase, porque su mano se estampó con fuerza en mi mejilla, haciendo que el sonido del impacto resonara por el lugar. 

Diana salió enojada de la casa dando un portazo, y vi inmediatamente como Agatha, Nathan y Jake salían detrás de ella. 

-Quién era ella?- me preguntó entonces Marie con el ceño fruncido. 

-No es tu asunto- le dije para salir al jardín dejándola allí plantada. 

Leia y Dylan aparecieron rápidamente con miradas confundidas. 

-Qué diablos pasó por tu cabeza, Ashton- me regaño Dylan. Los invitados seguían en la casa de seguro comentando lo ocurrido, pero ya habían vuelto a poner la música, lo que me relajó un poco. 

-Ella empezó- fue lo único que pude contestar. 

-Me perdí, necesito una explicación- intervino mi hermana sentándose a mi lado. 

Y eso hice. Le conté todo lo que había ocurrido desde el principio y lo que había visto aquella mañana. 

-La viste besar a Martín?- fue lo único que ella preguntó. 

-No...-respondí. 

-Y no se te pasó por la cabeza que fuesen amigos?- continuó ella.

-Pero si vino a escondidas fue por una razón- me defendí.

-Vino de sorpresa- respondió Nathan apareciendo por  la puerta y caminando hacia nosotros. Se sentó junto a Leia y me miró con enojo. 

-Qué?- 

-Diana vino a tomar su examen de admisión para la universidad. Martín, que es un amigo suyo de infancia, fue a buscarla a la estación. No te dijo porque quería sorprenderte. Fue a tu casa y tu madre le dijo que estabas aquí.- 

Ahora sí, podían llamarme el rey de los imbeciles. 


Ese Ashton siempre haciendo conclusiones :( 

Les ha gustado el Cap? Como se que muchos no tienen escuela, intentaré subir seguido para que no se me aburran<3

No olviden votar-comentar y seguirme. 

Cuídense Diamantes<3

Los quiero un mundo

DD

LeiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora