Punto de vista de Leia.
No me importó estar en un avión lleno de gente. No me importó que las azafatas me miraran como si me estuviese volviendo loca. Salté a sus brazos invadida por una mezcla de sorpresa y de felicidad. Una azafata nos pidió que nos sentáramos ya que el avión despegaría y Nathan se sentó en el asiento libre a mi lado.
-Qué haces aquí!?- pregunté tratando de contener toda la emoción.
-No pensaste que de verdad te dejaría hacer esto sola o si?-
Y su respuesta no pudo ser más perfecta. Me contó entonces que lo habían aceptado en la universidad de Nueva York a la que siempre había querido ir.
-También tengo familia que vive en la ciudad, y tenemos una casa- continuó.
Es como si el destino hubiese decidido premiarme. Ya podía imaginarnos caminando de la mano por las calles como lo hacíamos en Roma. Sería perfecto.
Continuamos hablando y escuchando música todas las horas que estuvimos en el avión, eran 9, pero a su lado pasaban muy rápido. Cuando llegamos, recogimos nuestras maletas y salimos del aeropuerto. Ziel, Liam y una mujer que desconocía estaban allí. Yo corrí hacia Ziel y Liam mientras que Nathan fue a abrazar a la otra mujer. Entendí luego que se trataba de su tía Jessica, la hermana de su difunta madre. Charlamos un rato y Nathan se fue con ella a ver a sus primos que lo esperaban impaciente, mientras yo me iba con Liam y Ziel.
-No puedo creer que al fin estes aquí- susurro Liam mientras nos subíamos al lujoso auto, conducido por un chofer.
-Yo tampoco-respondí con una sonrisa. Ziel solo sonreía. Lucia preciosa, como siempre. De repente su teléfono sonó interrumpiendo la conversación que estaba teniendo con Liam.
-Lo siento, es Zarah- se disculpó contestando.
-Y bien? Donde están?- se escuchó a través de la línea cuando lo puso en alta voz.
-Paciencia, paciencia. Ya estamos llegando- respondió Ziel riendo.
Según recordaba, Zarah era la hermana menor de Ziel, por lo tanto, era mi tía.
Siguieron charlando unos minutos hasta que por fin llegamos. Excepto que no habíamos llegado a una casa.
Habíamos llegado a un museo.
Era la mansión más grande que había visto. Estaba en un vecindario muy adinerado, lleno de otras lujosas casas. La seguridad desbordaba y los autos lujosos también. Sabía que Liam y Ziel eran adinerados, pero nunca pensé que tanto.
Cuando salimos del auto, caminamos hasta la inmensa puerta de entrada, y un mayordomo nos abrió inmediatamente.
No me dio tiempo a mirar el alrededor ya que a penas puse un pie en la casa, una mujer saltó sobre mí.
-Leia!-
Era muy bonita, tenía los mismos ojos que Ziel pero el cabello más claro. También se notaba que era más joven. Vestida de manera sencilla, pero con estilo.
-Zarah, déjala respirar!- se exclamó Ziel riendo.
La mujer se separó de mí y me observó unos segundos.
-Eres hermosa!- se exclamó sonriendo. Me sonrojé de inmediato. Me parecía increíble que dijese aquello cuando ella y su hermana eran perfección encarnada.
Un hombre con un niño en brazos apareció entonces. Era muy alto y tenía profundos ojos esmeraldas.
-Él es mi esposo Aris, y este pequeño no tan pequeño- dijo tomando al niño en brazos.- Es tu primo Leo-
Saludé educadamente preguntándome si había llegado a una casa o a una agencia de modelos. Porqué es que todos eran tan físicamente perfectos? Hasta el bebe parecía de comercial.
Nos sentamos todos en la sala, que era más grande que toda mi casa. Estaba perfectamente decorada y ordenada, pero lo más impactante eran sin duda las inmensas escaleras imperiales de daban al segundo y tercer piso.
Yo me senté junto a Ziel y Liam mientras que Aris, Zarah y el pequeño Leo se sentaron en frente.
-Amanda y Christian me dijeron que estaban por llegar- le avisó Zarah a Ziel.
No sabía quienes eran, pero lo supe rápidamente cuando un hombre y una mujer entraron. Supuse de inmediato que no eran familia ya que no había ningún parecido entre ellos y las Castellan.
Al verme, Amanda se acercó rápidamente a mí y me abrazó. Me sentía extraña recibiendo tanta atención, pero entendía que eran personas que me habían visto al nacer, y que no habían vuelto a saber de mí en años. Poco a poco, fueron llegando más personas. Me presentaron a Jane, la hermana de Liam, y por lo tanto, mi otra tía. A Charlotte, la mejor amiga de Ziel, a sus otras amigas Noche, Artemisa, Valerie y a diez más de las cuales ya no podía recordar el nombre.
Antes de que me diese cuenta, habían más de 50 personas en la casa. Era una fiesta de bienvenida.
Conocí también a Kalum y a Tyler, los mejores amigos de Liam. Según había entendido, Tyler y Artemisa estaban casados. Aunque al principio no supe como actuar, rápidamente me sentí relajada en el ambiente, todos eran muy amables y se tenían mucha confianza. Ziel me explicó que todos se conocían desde aún antes de que yo naciera, lo que me pareció increíble. Parecían una gran familia.
La fiesta ocurrió entre risas e historias, recuerdos que me pertenecían también. Sentía que me estaban contando una vida que era la mía, pero que por razones del destino, no había vivido. Mientras más pasaban los minutos, más preguntas llegaban a mi cabeza. Recordé como había empezado todo esto, cuando había conocido a Nathan y había descubierto que era adoptada.
Un nombre vino a mi mente y con él, un caso sin resolver.
Aún no sabía por qué me habían secuestrado. Había tanto que no entendía.
Cuando la fiesta terminó y todos los invitados se marcharon. Ziel me acompañó hasta la que sería mi nueva habitación. Está de más precisar que era la habitación más lujosa que había visto jamás. Estaba pintada de blanco con preciosos detalles dorados. La decoración estaba inspirada de la realeza y candelabros de cristal iluminaban el lugar.
Pero el cuento de hadas, acabaría esa misma noche.
TAN TAN TANNNNNN!!! Qué les ha parecido el cap?
COMENTEN UN CORAZON <3 TODOS LOS QUE HAN LEIDO MIS OTRAS NOVELAS Y RECONOCEN A CADA UNO DE LOS PERSONAJES MENCIONADOS!!!
Me encantó escribir este cap y revivir a aquellos personajes!
No olviden votar-comentar y seguirme<3
Los quiero un mundo Diamantes,
DD.
ESTÁS LEYENDO
Leia
Teen Fiction¿Leia? Una chica tímida y amable, con una vida normal, padres normales, y amigos normales. Pero todas las normalidades de acaban cuando Nathan Fisher llega a su vida. ¿Qué harías si descubrieras que toda tu vida es una mentira? Historia enlazada...