Cap 61-Luz

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Punto de vista de Diana. 

Nunca había sido una chica muy sabia, pero escaparme de casa de mi tía para irme de fiesta con un chico al que a penas conocía era sin duda algo nuevo. 

No tenía idea de cómo, pero allí estábamos Ashton y yo bailando al ritmo frenético de la música que tocaban en Blue Lights. No sabía si era por el alcohol, o por su compañía, pero nunca me había sentido más emocionada en mi vida. 

Me sentía viva. 

Todo lo que había pasado con Nathan se había esfumado de mi cabeza y mi mente solo tenía espacio para pensar en Ashton. Bajo las luces de colores sus ojos estaban puestos en mí. Sus manos se deslizaban por mis caderas despacio y mientras más acercaba su cuerpo al mío, el aire se iba de mis pulmones. Estaba completamente hipnotizada. Había rogado por la atención de Nathan por años y  sabia que tomaría mas que unos días olvidar un sentimiento que me había habitado por años, pero aquella noche todo parecía lejano, como si todo fuese diferente.

Me sentía tranquila diciéndome que de seguro Nathan ya había hablado con Brigitte y que tenía toda la noche con él. 

Mi última noche. 

Eso no se lo había dicho. 

Como solo estaba allí de vacaciones, ya debía volver a casa. Pero no quería. Quería quedarme allí por siempre y no regresar a mi aburrida vida. 

Salimos de la discoteca por eso de las 4 de la mañana. 

-A dónde vamos?-pregunté cuando vi que se desvío. 

-Tienes que ver algo- 

-Ashton?-llamé. 

-Si?- dijo desviando ligeramente la mirada del frente para mirarme. 

-Gracias, de verdad.- 

-No tienes que agradecer, Diana. Eres una chica increíble y me gusta pasar tiempo contigo. Estaba pensando que tal vez mañana...- 

-Me marchó, Ashton-susurré. 

-Qué? A dónde?- preguntó confundido. 

-A casa.- 

Podría sonar como una tontería, pero aquellas palabras me dolieron. No tenía mucho tiempo conociendo a Ashton y era tan solo el principio, pero ya había llegado el final. Y yo no quería que acabara. 

Él solo se quedó en silencio, y sin decir nada más, detuvo el auto en un lugar muy curioso. 

Era un puente. 

Nos bajamos del auto y nos dirigimos a él caminando de la mano. 

-Que hacemos aquí?-pregunté al ver que estaba vacío. 

-Esperar a que salga el sol- dijo sentándose al borde el puente y mirando las estrellas.

-Baja de ahí- le dije asustada. 

-No seas miedosa, ven-dijo. 

Suspiré, pero no me permití pensarlo. No esta vez. 

Subí al borde sintiendo como la adrenalina corría en mí. El puente debía tener al menos ocho metros de alto. 

-A cuantas has traído aquí?-pregunté sin saber porqué en realidad. Es que a caso siempre tenía que arruinar los buenos momentos? 

-A nadie. Vengo aquí solo. Es donde puedo pensar- 

-Pensar en qué?- 

-En todo. En la vida, en las personas. El silencio de este lugar elimina el ruido de mi mente.-

-Y porqué me trajiste?-pregunté entonces sin poder detenerme. 

-Porque tu también, Diana, me calmas. Siento que cuando estoy contigo puedo ser yo mismo. De solo mirarte siento que todo está bien- 

Los primeros rayos de sol empezaron a iluminar su rostro. Desviamos ambos las miradas hacia el amanecer para ver cómo lentamente, el cielo se inundaba de luz. 

Punto de vista de Dylan. 

Desperté cuando los rayos de luz se infiltraron por la ventana de la habitación de Violeta. Ella estaba acostada a mi lado y fue también lentamente abriendo los ojos. 

-Buenos días- dije con una sonrisa que no me dejaría. Los recuerdos de la increíble noche que habíamos pasado llegaban a mi mente. Estaba loco por esta chica. 

-Buenos días-respondió sonriendo de vuelta. 

De repente pareció alarmarse y tomó su teléfono. 

-Que pasó?-pregunté al verla ponerse de pie. 

-Son las 10- 

-QUÉ?- me puse de pie tan rápido como pude y me vestí. 

-Tienes que salir por la ventana, mis padres están abajo- 

-Pero estamos en el segundo piso...-respondí sin entender mientras me ponía mi camisa. 

-Hay un árbol del que puedes ayudarte, solo...intenta no morir- al escuchar eso no pude evitar reír. 

-Me alegra que te preocupes-le dije sarcásticamente tomando mi teléfono- Me acerqué a la ventana y le agradecí a los dioses que no fuese tan alto y que el árbol estuviese lo suficientemente cerca como para permitirme bajar de manera segura. 

-Dylan- llamó cuando estuve a punto de irme. 

-Si?- 

-Nos vemos luego, bien?-dijo. Su mirada se había iluminado, como si fuese una promesa.

-Por supuesto- aseguré.

Una vez dicho eso, me subí al auto y bajé hasta llegar a la calle para luego caminar tranquilamente, aún vestido con mi traje del baile, a casa, pensando solo en ella.


Hello! Al fin un capítulo en el que nadie sufre, esto es nuevo para mí XD

Qué les ha parecido? 

No olviden votar-comentar y seguirme<3 

Los quiero un mundo Diamantes. 

Su escritora anónima favorita<3

DD


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