Cap 42-Posibilidades

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Desperté la mañana siguiente con una sonrisa de idiota que probablemente no se iría en todo el día, y bajé a la cocina a desayunar. Le di un beso a mamá, y hasta abracé a Dylan, que sentado en la mesa, se comía una montaña de panqueques.

-Y bien? No piensas decirnos?- preguntó inmediatamente mi madre emocionada.

-Decir qué?-

-Que sales con ese chico-

Al escuchar eso me sonrojé. Claro, debió haber hablado con Nathan cuando había venido a buscarme la noche anterior.

Reí suavemente y me sentí en la mesa a desayunar.

-Cuándo será la cena?- preguntó ella sirviéndome un vaso de jugo que agradecí.

-La cena?- respondí confundida.

-Claro! Tienes que invitarlo a cenar. Queremos conocerlo-

Eso sonaba bien a una excepción:

Mi padre.

Era esa clase de padre que no pensaba que existiera un chico lo suficientemente bueno para su princesa y que no dudaría a asustar a cualquier pretendiente.

-Ehh..-

-Qué tal hoy?- insistió.

-Ehh-

-Haré mi famosa lasaña, el plato favorito de tu padre, ya sabes, para hacerlo más fácil-

Dylan que reía a mi lado mientras se atragantaba, me miró con lástima. Sabiendo que no tenía opción, solo suspiré.

-Está bien- acepté.

Cuando terminé de desayunar, decidí llamar a Nathan para avisarle.

-Buenos días, fea- me saludó. Sin duda muy romántico.

-Feas tus nalgas- le respondí con voz de niña.

-Puedo asegurarte que son muy bonitas, si quieres te dejaré tocarlas-

Al escuchar eso, me sonrojé como un tomate. Que atrevido.

-Pervertido. Te llamo para decirte que mamá quiere que vengas a cenar hoy-

-Eso está perfecto, porque Brigitte quiere que vengas a cenar mañana-

-A las 8-

-A las 8. Nos vemos linda-

Colgué el teléfono y continuamos hablando por mensajes de todo y de nada. Se sentía bien.

Subí a mi habitación y empecé a hacer algunos deberes cuando una llamada me interrumpió.

Era Ziel.

-Hola- respondí de inmediato.

-Hola. Estoy cerca de tu casa, te molesta si nos vemos?- preguntó amablemente.

-No, claro que no. Dónde estás?-

-En el pequeño parque-

-Te veo allí en 5 minutos-

Es cierto que no veía a Ziel como a una madre, pero definitivamente la veía como una amiga. Estar con ella era fascinante, como si descubriese un poco más de mí cada vez que mis ojos se cruzaban con los suyos.

Me cambié rápidamente y bajé las escaleras para marcharme. El parque quedaba a tan solo una esquina, por lo que llegué en pocos minutos. Ella ya estaba allí, sentada en un pequeño banco.

Me saludó con una sonrisa y me invitó a sentarme. Empezamos entonces a hablar casualmente, era una manera de empezar a conocernos. En un momento de la conversación, le dije que Nathan y yo habíamos empezado a salir.

-Lo sé-respondió para mi sorpresa- Nathan me ha contado-

-Son muy cercanos- respondí sintiéndome estúpidamente celosa.

Sabía que no tenía porque sentir celos. Ziel era una mujer casada y mucho mayor que nosotros, pero era tan hermosa...

-Me recuerda mucho a mí a su edad. Seguro por eso.- respondió tranquilamente. Su teléfono nos interrumpió, por lo que ella se disculpó y contestó.

-Hola, Zarah- saludo a través de la línea. Si no me equivocaba Zarah era su hermana, es decir, mi tia.

-Zarah, tranquila, tienes que dejarlo ir. Ya es un niño grande- continuó.

-De qué podría estar hablando?

Cuando colgó, me explicó.

-Hoy es el primer día de escuela primaria de tu primo Leo, el hijo de Zarah y Aris-
Sentí entonces unas inmensas ganas de conocerlos. Por haber leído el libro de Aris sobre la historia de Ziel, tenía tantas ganas de saber de ellos. Lástima que estaban en los Estados Unidos, muy lejos de Italia.

-Me gustaría conocerlos- dije.

-Podrías hacerlo- respondió ella suavemente-Has pensado en que quieres estudiar?- preguntó.

-Aun no estoy segura. Me interesa el piano. Es lo único que me gusta realmente-

-Desde cuándo tocas?- preguntó interesada.

-Desde hace más de 10 años- respondí.

Aún recordaba cuando, para mi cumpleaños número 7, mis padre me había comprado aquel piano que tanto había pedido. Estaba tan feliz que duré días pegada a él.  Era mi pasión.
Me sentí culpable, hacía semanas que no me había sentado a tocar en él, había estado muy ocupada, pero me prometí que volvería a practicar tan pronto llegara a casa.

-Hay excelente escuelas de música en los Estados Unidos- respondió.

-Lo sé, las mejores están alla, pero no podría jamas pedirle a mis padres que me pagasen alguna de ellas. Es demasiado yo...-

-Tal vez no puedas pedírselo a ellos, pero si a nosotros, Leia.-

Por su manera de vestir, sabía que Ziel y Liam debían ser bastante adinerados, pero en realidad no sabía que tanto.

-Escucha, solo piénsalo ¿si?- me sugirió y yo asentí.

Ir a estudiar fuera de Italia era algo que nunca había imaginado, y que siempre había parecido fuera de mi alcance.

No desperdiciaría la oportunidad.

Hello! Cómo están bellezas?

A ustedes les gustaría estudiar en otro país que el suyo? Yo me voy a estudiar a Francia en 6 meses y estoy super emocionada.

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Los quiero un mundo

DD

LeiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora